19/03/2024

La higiene en tiempos pasados

TODO OLÍA MAL DEL TODO
Es hora de poner los hechos en su sitio: los humanos, en general, somos repugnantes, sucios, antihigiénicos, malolientes. No es que seas tú concretamente, somos todos por naturaleza, algunos son más perezosos en lo referente a la limpieza o a que somos poco aseados, simplemente hay que admitir el hecho de que el cuerpo humano es un pozo negro lleno de fluidos asquerosos, que emanan de nuestro interior de diferentes formas y no se puede hacer nada al respecto. Por muy asqueroso que consideres nuestro cuerpo hoy en día, aún fue peor. Si echamos un vistazo a lo largo de la historia, podemos asegurar que el pasado apestaba incluso en las clases altas acomodadas. Si pudieses retroceder en el tiempo, no te enfrentarías a George WashingtonGeorge WashingtonGeorge WashingtonWIKIPEDIA o a María AntonietaMaría Antonieta de AustriaMaría Antonieta de AustriaWIKIPEDIA en Versalles. Estarías amordazado por la peste hedionda (aunque probablemente matarías a todos los que entraran en contacto contigo con todas tus modernas bacterias contra las que no tienen defensas, con lo cual no habría futuro). Veamos unos ejemplos, a leer toca…
UN PALO CON UNA ESPONJA
Si tuviera que elegir uno de los objetos y, por consiguiente, el lugar donde se puede localizar, como uno de los más asquerosos de tiempos pasados, lo encontrariamos en la época de la antigua Roma. Sin duda estos tiempos tenían que ser absolutamente inmundos, y la cosa no ayuda mucho si tenemos que hacer referencia a un objeto de uso personal común en aquellos tiempos. Hablamos del «xylospongium», un instrumento que consiste en una esponja fijada en uno de los extremos de un palo, cuya utilidad era poder limpiar esas zonas de difícil acceso de las que no se suelen hablar por educación y que no teníamos muy en cuenta hasta que hizo aparición un invento bastante reciente: el papel higiénico. Si lo que te cuento no es suficientemente desagradable, todos los que convivían en una zona compartían el mismo palo-esponja, y este no se limpiaba tanto como debería ya que se dejaba reposar, entre uso y uso, en un recipente lleno de agua estanca y, por lo tanto sucia, con lo que inmediatamente volvía a estar repugnante otra vez. Si buscas una forma fácil de propagar enfermedades, acabas de encontrar el vector de infección perfecto.

Retrestes en Ostia y su correspondiente xilospongio
Retretes en Ostia y un xilospongio
SIGLO XVI → LA GENTE SE BAÑABA POQUITO
Antes de la Peste Negra, plaga que por cierto acabó con el 60% de la población europea en el siglo XIV, mucha gente visitaba los baños públicos o las casas de baños para asearse. Sin embargo, una vez que amigos y seres queridos empezaron a tener brotes de sífilis y tuberculosis y más enfermedades de la misma índole, la gente dejó de compartir el agua con los demás. Ya que una persona medieval habría considerado un sistema de fontanería partícular (conducción de aguas límpias y sucias) como una forma de brujería, lo que significó el fin de los baño para el aseo corporal. Algunos monjes sólo se bañaban cuatro veces al año. También hay que tener en cuenta que había cadáveres por todas partes. Esta era temporal, es de forma definitiva, una competidora de primera clase para ser calificada como una de la más apestosas de la historia. Hablando de todo un poco, si eres afcionado a las series, hay una que refleja muy bien este periódo y además es española, La Peste.

Representación del desastre de la Peste Negra

LOS PALACIOS REALES OLÍAN MALAMENT
En la mayoría de las películas de época, los palacios reales parecen los únicos lugares en ese mundo que no se pueden observar«hediondas nebulosas ondulatorías», pero en la vida real no era así. La combinación de una riqueza insultante y la falta de cañerías y sanitarios, nos hace comprender que la realeza tenía que abandonar de forma puntual y metódica, sus hermosas residencias durante, más o menos, largos períodos de tiempo, para poder adecentarlas, ya que los palacios como Versalles y la Corte de Hampton de Enrique VIII estaban llenas de inmundicias humanas y comida en estado de descomposición. El Rey Enrique VIIIEnrique VIII de InglaterraEnrique VIII de InglaterraWIKIPEDIA, él solo, tenía 60 inmuebles a los que se desplazaba indiscriminadamente para mantener una vida con unos mínimos de higiene, pero eso apenas les importunaba, al servicio seguro que sería otro cantar. El número de personas que iban y venían de estas casas reales, llevando su peso en brocados y sin aire acondicionado, significaba un montón de axilas pestilentes trasladando ese hedor de un sitio a otro, en cualquier momento. En los inviernos, los palacios olían a humo de los fuegos de las chimeneas para mantenerlos a una temperatura habitable. Suponemos que es un olor al que al final te acostumbras, pero no es algo que quieras disfrutar, en caso de que se pudiera, cuando sales de la cabina telefónica que te ha permitido viajar a través del tiempo.
Palacio de Versalles en Francia
Palacio de Versalles en Francia
UN GRAN INVENTO: LA FONTANERÍA
Después de la época medieval, el baño era un tema delicado. La gente se relajó lo suficiente como para estar motivados a lavarse las manos y la cara, pero todo lo demás podía llegar a convertirse en un asunto bastante delicado. No fue hasta bien entrada la época victoriana que la fontanería con plomo se convirtió en un asunto que se comenzaba a considerar necesario y útil, y, aun así, sólo las personas más ricas podían permitirse este lujo. La clase obrera tenía que elegir entre el riesgo de ponerse enfermo al darse un baño o simplemente no tomarse el baño y estar hecho un asco, y la mayoría de ellos eligió no enfermar con un  aspecto poco higiénico.
Bañera de la época victoriana
Bañera de la época victoriana

A principios de siglo volvemos a encontrarnos en Londres con un panorama familiar, pero ahora amplificado: las fosas sépticas desbordan a las calles y el río, los cementerios no pueden absorber ya tantos cadáveres, las calles están cubiertas de un fango negro y resbaladizo, las basuras putrefactas se amontonan contra las fachadas, el aire es irrespirable por las emanaciones sulfurosasy el hollín. Londres era víctima de su propio éxito.

Es curioso que el invento del inodoro aumentará los problemas de forma inesperada. A mediados del siglo XIX el Water Closet (o WC)se expandió en los hogares como un artefacto que significaba higiene y prosperidad. Pero también consumía mucha más agua y la lanzaba, ya sucia, a los pozos negros. El creciente volumen de aguas negras reposaba las calles y colectores y desbordaba en el Támesis, convertido entonces en una enorme cloaca marrón y maloliente. El agua potable de la ciudad se tomaba también del río (en ese momento no se entendía el origen de las enfermedades infecciosas), así que el resultado inevitable fueron varias epidemias de cólera seguidas.

Y había épocas en que el olor nauseabundo proveniente de las aguas inundaba la ciudad. El episodio conocido como «el Gran Hedor» (the Great Stink), en el verano de 1858, hizo prácticamente inhabitable los barrios cercanos al río, incluido el Palacio de Buckingham. Las reuniones del Parlamento y las sesiones de trabajodel gobierno de Benjamín Disraeli tuvieron que suspenderse porque el olor era insoportable. Así que al fin se pusieron manos a la obra y se inició un ambicioso plan de saneamiento para recolectar las aguas sucias y alejarlas de la ciudad. En 1865 se inauguró el primer sistema de colectores que cambiaría la vida de Londres.

SIGLO XVIII → HUMO POR DOQUIER
¿Eres el tipo de persona que no puede soportar el olor a tabaco? Entonces la Europa del siglo XVIII no es para ti. El tabaco se convirtió en un gran negocio en Inglaterra en el siglo XVII, y en 100 años, no podías ir a un pub o a cualquier lugar de moda sin que te diera en toda la cara el olor del humo y el humo en sí mismo. No es que a la gente le gustara el olor del humo. El debate sobre el espacio personal y el fumar se remonta realmente al siglo XVIII, cuando los medios de comunicación comenzaron a calificar «vil»Vil{persona} Que actúa con gran maldad, de un modo bajo y despreciable y sin escrúpulo alguno. hábito lo de fumar y muchas personas decidieron pasarse al rapéRAPÉ El rapé es un preparado a partir de las hojas de la planta del tabaco (Nicotiana tabacum) secadas, molidas y habitualmente aromatizado dispuesto para ser consumido por vía nasal. La palabra proviene del francés râpé, que significa rallado. Actualmente se comercializa bajo el nombre de «tabaco de aspirar». WIKIPEDIA por razones olfatorias. Aun así, pasarían cientos de años antes de que el olor del humo de tabaco fuera desapareciendo de los locales públicos y de las calles.


LA CRISIS DEL ESTIÉRCOL DE CABALLO DE 1894
A los ecologistas les gusta pensar en el pasado fue un paraíso que estaba libre de contaminación, pero esa idea es sólo porque no tuvieron que lidiar con los caballos, un animal que definitivamente no es una cuadrúpedo «cero emisiones». Ya en 1894, el número de taxis HansomCarruaje - Hansom cabWIKIPEDIA y carros tirados por caballos que recorrían las calles de Londres y Nueva York generaban problemas. La Gran Manzana era el hogar de 100 000 caballos que expulsaban 1134 toneladas de estiércol al día, unas 12,6 ballenas, lo que llevó a lo que se conoce como la Gran Crisis del Estiércol de Caballo de 1894. El estiércol trajo moscas, y, sobre todo, un olor arrebatador que debió quemar los pelos de las narices victoriana. Los caballos fueron finalmente sustituidos con la introducción de los vehículos a motor, pero nadie sabe quién tuvo que limpiar todo ese estiércol o para qué se usó. Probablemente se usó en las historias de F. Scott FitzgeraldF. Scott FitzgeraldF. Scott FitzgeraldWIKIPEDIA.

Calle llena de mierda de caballo
Calle llena de estiercol de caballo

Pero parece que la crisis nunca existió como tal, incluso se trató de generar ideas mediante la famosa lluvia de ideasLluvia de ideasLa lluvia de ideas, también denominada tormenta de ideas, es una herramienta de trabajo grupal que facilita el surgimiento de nuevas ideas sobre un tema o problema determinado. La lluvia de ideas es una técnica de grupo para generar ideas originales en un ambiente relajado. Esta herramienta fue ideada en el año 1939 por Alex Faickney Osborn (fue denominada brainstorming), cuando su búsqueda de ideas creativas resultó en un proceso interactivo de grupo no estructurado que generaba más y mejores ideas que las que los individuos podían producir trabajando de forma independiente; dando oportunidad de dar sugerencias sobre un determinado asunto y aprovechando la capacidad creativa de los participantes. WIKIPEDIA para atajarlo, pero nadie las tenía o no había tales idea para un problema que parecía que no era un problema. Si te interesa saber más puedes leer aquí para ampliar.

Mulberry Street en 1900 (Wikipedia/CC).
Mulberry Street en 1900 (Wikipedia/CC)
CONVENCER A LA GENTE DE QUE OLÍAN MAL
En 1912, Edna MurpheyEdna MurpheyEdna MurpheyWIKIPEDIA intentó comercializar un antitranspirante que su padre, cirujano de profesión, utilizaba para mantener las manos secas durante las operaciones, como un producto para mantener el cuerpo de la personas normales seco e inodoroINODOROQue no tiene olor. durante todo o la mayoría el día. Esta mujer fue una adelantada a su tiempo. A principios de 1900, la gente no estaba preparada para hablar de algo tan básico como el olor, realmente, hedor humano, así que simplemente ignoraban el hecho de que eran máquinas de sudar con piernas. El antitranspirante despegó, por fin, cuando llegó la canícula del verano y la gente se estaba cocinando en sus propio jugo dentro sus ropajes, pero las ventas no se dispararon hasta que la agencia de publicidad de Nueva York, la J. Walter Thompson Company, comenzó a hacer anuncios sobre lo mal que olía todo el mundo. Un anuncio decía:
¡El brazo de una mujer! Los poetas han cantado sobre él, los grandes artistas han pintado su belleza. Debería ser la cosa más delicada y dulce del mundo. Y, sin embargo, por desgracia, no siempre lo es.

La gente indignada, se escandalizó al ver que un anuncio se atrevía a mencionar el olor personal de alguien, lo que al final hizó que todo el mundo estuviera un poco enfadado por haber sido señalados de forma individual por apestosos. Ya en 1920, las ventas del antitranspirante se duplicaron de forma exponencial.

Anuncio del primer antitranspirante comercial y su creadora
Anuncio del primer antitranspirante comercial y su creadora

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