Para empezar explicaremos de donde ha surgido la tradición de festejar ciertos actos con veintiuna salvas de cañón; sabremos por qué los humanos estamos equivocados al relacionar a los chimpancés o cualquier otro simio con el consumo de plátanos; veremos si alguna vez los pingüinos llegaron a volar y cuál es la máxima altitud que un pájaro ha alcanzado; intentaremos saber si el volumen de oro que queda en la Tierra es suficiente para nuestras exigencias; que signo y como debemos utilizarlo para separar decimales y, para finalizar, como debemos escribir los miles de millones, cosa no demasiado fácil, ya que, nunca he poseido tal cantidad de ninguna cosa.
La fruta que los humanos cultivamos para comer generalmente tiene mucho más azúcar y mucha menos proteína que la fruta que se encuentra en la naturaleza. Darle un plátano a un mono es como darle un trozo gigante de pastel. Es mucho más azúcar de lo que sus cuerpos pueden tolerar e incluso puede hacer que desarrollen diabetes y otras afecciones crónicas que generalmente se observan en humanos que consumen demasiada azúcar. Como resultado, los zoológicos de todo el mundo han comenzado a prohibir la práctica de alimentar a los monos con plátanos.
Entonces, si los monos normalmente no comen plátanos, ¿cómo se desarrolló la asociación entre los dos? Cuando Estados Unidos ocupó Filipinas entre 1898 y 1946, a menudo se referían al pueblo filipino como «monos sin cola». Dado que los plátanos son frecuentes en la cultura alimentaria de Filipinas, la conexión entre «monos» y los plátanos nació erróneamente.
El Ánsar Indio, con más de 9100 metros censados es uno de los más escaladores, junto a los cisnes negros, que pueden superar los 8000 metros.
171 300 000 kg/19 300 (kg/m3) = 8875,65 m3
Al resultado anterior (8875,65 m3) le sacas la raíz cúbica y te dará el número de metros para cada lado del cubo de contención, esto es aproximadamente 20,71 metros.
Como 2071 m es menor que 30 m por lado, deducimos que, en efecto, un cubo de 30 m por lado podría contener la reserva de oro mundial y aún quedaría poco más del 65 % disponible para que te metas a nadar en tu piscina de oro de 30 x 30 x 30.
Por este motivo, en la Ortografía de la lengua española, de las Academias de la Lengua, se señala que, «con el fin de promover un proceso tendente hacia la unificación, se recomienda el uso del punto como signo separador de los decimales», al tiempo que aclara que la coma sigue siendo igualmente válida, de modo que puede escribirse tanto 11.5 como 11,5 para la cantidad de «once y medio».
Un signo usado muy a menudo antaño y que todavía se ve en ocasiones es el apóstrofo, pero las normas internacionales (ISO 80000 y el Sistema Internacional de Unidades) solo consideran válidos la coma y el punto, y las Academias lo censuran explícitamente: 20.3 o bien 20,3 pero no 20’3. Se recuerda igualmente que el signo adecuado para facilitar la lectura de números con más de cuatro dígitos es el espacio de no división, que puede ser fino: 30 000. No se recomiendan con esta función ni el punto (30.000) ni la coma (30,000).
Ante las dudas que se presentan en la escritura de números que tienen muchos dígitos, en particular los miles y los millones, se ofrece a continuación una serie de claves:
Los miles se separan con espacio, no con punto ni coma
Para facilitar la lectura, los números de más de cuatro dígitos pueden escribirse con espacios que separan grupos de tres cifras, empezando por la derecha: 12 345, 678 901, 4 500 000. Según las normas internacionales y las de las Academias, es impropio emplear punto o coma en lugar del espacio, pues estos signos tienen como función separar los decimales.
En números de cuatro dígitos se puede omitir el espacio
No obstante, en los números de cuatro dígitos es frecuente y válido omitir el espacio, aunque se siga incluyendo en los de cinco o más: «El aforo proyectado es de entre 9500 y 10 200 personas». Este espacio se omite siempre en los años: «Es el mejor dato desde 1998», y no «Es el mejor dato desde 1998».
Los millones
No hay un signo especial para los millones, que se marcan igualmente con un espacio. Se desaconsejan, por tanto, grafías como 1’000,000 (con apóstrofo) y 1,000.000 (coma y punto), que se ven ocasionalmente en los medios.
Es inadecuado añadir la palabra mil entre cifras
Una cifra como 12 140 ya expresa de por sí el número doce mil ciento cuarenta. Es por tanto inadecuado añadir la palabra mil, como en 12 mil 140.
Códigos postales, referencias, números telefónicos…
Los códigos postales, referencias de productos, números telefónicos y otros conjuntos similares de dígitos son más propiamente códigos y se escriben según las convenciones que les resulten propias. Así, por ejemplo, ISO 80000 (sin espacio) es la forma adecuada de identificar esta norma internacional.
Los prefijos M y k
Los símbolos y códigos de monedas pueden tener antepuesto el prefijo M (de mega-) para expresar millones: 5 M₲ y 5 MPYG son cinco millones de guaraníes. También es válido, según la ISO, el prefijo k (de kilo-) para los miles: 5 k€ y 5 kEUR son cinco mil euros.Las principales normas internacionales que regulan la escritura de números son el Sistema Internacional de Unidades (SI), de la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, y el Sistema Internacional de Magnitudes (ISQ), de la ISO, que la Academia ha recogido en gran parte en su Ortografía.