

Según el criterio general, una sustancia química tóxica o precursora puede ser definida como arma química atendiendo al fin a que se quiera destinar. En concreto, una sustancia química tóxica o precursora estará definida como arma química a menos que haya sido desarrollada, producida, almacenada o empleada para propósitos no prohibidos por la Convención. De ese modo, la definición abarca todas las sustancias químicas destinadas a fines de armas químicas con independencia de que figuren o no específicamente en la Convención, en sus anexos o en alguna de las tres Listas de sustancias químicas. Sin embargo, la CAQ no indica expresamente lo que se ha de entender por «fines de armas químicas». Lo que hace es enumerar los fines no prohibidos por la Convención. Así, las sustancias químicas destinadas a fines distintos de éstos estarán consideradas como armas químicas.
Por último, se identifica como arma química a todo equipo específicamente diseñado para ser empleado «directamente en relación» con el empleo de las municiones o dispositivos de la segunda parte de la definición. Así, sólo los equipos específicamente diseñados para ser empleados con municiones y dispositivos o sustancias químicas tóxicas y sus precursores están incluidos en la definición de armas químicas.
Asfixiantes
Vesicantes
Hemotóxicos
Neurotóxicos
Estornutarios
Agentes de represión de disturbios

Los agentes vesicantes son algunos de los agentes de armas químicas más habituales. Esas sustancias oleosas actúan por inhalación y contacto con la piel. Afectan a los ojos, las vías respiratorias y la piel, primero como irritantes y después como veneno celular. Los sobrevivientes podían padecer bronconeumonía con un desenlace fatal tardía. Alemania se apuntó el primer éxito a presentar en batalla sus dos variedades grandes de gas mostaza: el destilado y el nitrogenado, con olor respectivo a ajo y pescado. Como su nombre sugiere, los agentes vesicantes ocasionan ampollas de gran tamaño, frecuentemente mortales, semejantes a quemaduras graves. Algunos de ellos son, por ejemplo, la mostaza de azufreMostaza de azufreLa mostaza de azufre (HD) es un líquido espeso a temperatura ambiente, pero se convierte en sólido a 58°F (14 °C). Es más pesada que el agua en forma líquida y más pesada que el aire en forma de vapor. No ocurre naturalmente en el ambiente. A menudo se le llama gas mostaza, pero la mostaza de azufre es improbable que se transforme inmediatamente a gas si se libera a temperaturas normales. La forma líquida pura es incolora y no tiene olor, pero cuando se mezcla con otras sustancias químicas, toma un color pardo y huele parecido al ajo. Wikipedia (H, HD), la mostaza de nitrógenoMostazas nitrogenadasEn fase gaseosa puede oler a pescado, moho, jabón o frutas. Por debajo de 21 °C pasa a fase líquida, donde adopta un color claro, ámbar pálido o amarillo, y textura oleosa, y es inofensivo. Debido a ello, durante los inviernos de la Gran Guerra, los alemanes lanzaban proyectiles con mostaza nitrogenada líquida que, al caer sobre el campo de batalla, impregnaban a algunos soldados enemigos. Estos, desconocedores del peligro latente, se guarecían en las galerías y conductos de las trincheras donde, al evaporarse el agente químico, causaba la muerte a todo el que no escapase a tiempo al exterior. De forma natural no se encuentran en el ambiente. Wikipedia (HN), la lewisitaLewisita y Mostaza-LewisitaLa Lewisita es un líquido aceitoso incoloro que huele a geranios. La mezcla Mostaza-Lewisita es un líquido de olor similar al ajo. La mezcla Mostaza-Lewisita es una mezcla de Lewisita y una mostaza de azufre conocida como HD. Es posible que la Lewisita fuera usada como arma química por el Japón contra las fuerzas Chinas en los años 1930, aunque esto no se ha confirmado. Toda la Lewisita almacenada en EE. UU. debe ser destruida antes de Abril del 2007, como lo estipuló el Convenio de Armas Químicas. Wikipedia (L) y la oxima de fosgenoOxima de fosgeno La oxima de fosgeno es una sustancia química manufacturada desarrollada como una posible arma de guerra química, pero su uso en el campo de batalla nunca ha sido documentado. Posee un olor penetrante desagradable. La oxima de fosgeno pura es un sólido cristalino incoloro; el compuesto para uso como munición es un líquido amarillo-pardo. Tanto el líquido como la forma sólida pueden emitir vapores a temperatura ambiente. Wikipedia (CX). Los agentes mostaza y la lewisita son los más conocidos. Los agentes vesicantes fueron probados por primera vez en el campo de batalla en Alemania, en 1917, y han sido posteriormente empleados en varios conflictos, notablemente en la guerra de Irán-Iraq (1980-1988). Son dispersados básicamente en forma líquida o de vapor (aerosol) y pueden persistir durante días. Como el fosgeno, los agentes mostaza tienen efecto retardado. Las víctimas mortales suelen ser un porcentaje pequeño de las bajas que ocasionan. La exposición a agentes vesicantes suele causar ceguera y lesiones permanentes del sistema respiratorio.

El término «agente hemotóxico», como los otros grupos de agentes, refleja sus efectos sobre sus víctimas. Los agentes hemotóxicos se difunden en la sangre, y suelen penetrar en el organismo por inhalación. Inhiben la capacidad de los hematocitos para utilizar y transferir oxígeno. Así pues, los agentes hemotóxicos son sustancias venenosas que ocasionan la asfixia del organismo. Son agentes vesicantes, por ejemplo, el cianuro de hidrógeno (AC), el cloruro de cianógenoCloruro de cianógenoTambién conocido como CK, el cloruro de cianógeno es un agente sanguíneo altamente tóxico, y se propuso una vez para su uso en la guerra química. Se causa un perjuicio inmediato al entrar en contacto con los ojos o vías respiratorias. Los síntomas de la exposición pueden incluir somnolencia, rinorrea (secreción nasal), dolor de garganta, tos, confusión, náuseas, vómito, edema, pérdida de conocimiento, convulsiones, parálisis, y muerte. Es especialmente peligroso porque es capaz de penetrar los filtros en las máscaras de gas, de acuerdo con los analistas de los E.U.. El CK es inestable debido a la polimerización, a veces con violencia explosiva. Wikipedia (CK) y la arsinaArsanoEl arsano, arsina o hidruro de arsénico (AsH3) es un compuesto inorgánico gaseoso a temperatura ambiente, es inflamable y altamente tóxico, constituido de hidrógeno y arsénico. La arsina es más pesada que el aire, soluble en agua, incolora, y con un olor suave a ajo que sólo es percibido cuando se encuentra en altas concentraciones. Algunos minerales presentan en su composición arsénico. El arsénico o el mineral que contiene este elemento cuando están en contacto con el agua o algún ácido ocurre una reacción, liberando una cantidad pequeña de gas arsina. La exposición a la arsina provoca hemólisis y fallos renales. Presenta una alta tasa de mortalidad. Wikipedia (SA).
Los agentes neurotóxicos operan bloqueando los impulsos entre las neuronas o en las sinapsis. Actúan principalmente por absorción a través de la piel y los pulmones. Los agentes neurotóxicos se dividen en dos grandes grupos: los agentes de serie G y los de serie V, según la terminología militar. Los agentes neurotóxicos son el resultado de la búsqueda de agentes químicos mejorados durante el período de entreguerras. A finales de los años 30, químicos alemanes sintetizaron los primeros agentes neurotóxicos: el tabúnTABÚNEl tabún es un arma química de guerra creada por el hombre y clasificada como un agente nervioso. Los agentes nerviosos son los agentes químicos de guerra más tóxicos y de más rápido efecto que se conocen. Son parecidos a los pesticidas (insecticidas) organofosforados debido a la forma en que actúan y a los efectos dañinos que producen. Sin embargo, los agentes nerviosos son mucho más potentes que los pesticidas organofosforados. El tabún fue desarrollado originalmente como pesticida en 1936 en Alemania. También se conoce como«GA» y es un líquido claro, incoloro e insípido (sin sabor) que tiene un ligero olor a frutas. El tabun puede convertirse en vapor si se calienta y no se encuentra en forma natural en el ambiente. (GA) y el sarínSARÍNEste gas organofosforado puede ser utilizado en aerosol, para envenenar el agua y los alimentos y su simple contacto con la piel bloquea la transmisión del influjo nervioso y conduce a la muerte por paro cardiorespiratorio. La dosis letal para un adulto es de medio miligramo. Los primeros síntomas que presentan las víctimas son fuertes dolores de cabeza y pupilas dilatadas. Luego, comienzan las convulsiones, seguidos de paros respiratorios que los llevan a la muerte. (GB), que fueron los primeros de la serie G. El sománSOMÁNEl somán o GD (nombre sistemático: metilfosfonofluoridato de O-pinacolilo), es una sustancia química extremadamente tóxica empleada como arma química y clasificada como agente nervioso. Actúa interfiriendo con el normal funcionamiento del sistema nervioso de los mamíferos, inhibiendo la enzima colinesterasa. Como cualquier arma química, está clasificada como un arma de destrucción masiva para las Naciones unidas de acuerdo con la resolución de la ONU 687. Su producción esta estrictamente controlada, almacenada y está prohibida desde la Convención sobre armas químicas de 1993. El somán es el tercero de los gentes nerviosos denominados Serie-G, descubiertos junto con el tabun (GA), sarín (GB), y el ciclosarin (GF). Es un líquido volátil, corrosivo, transparente y casi sin olor. Comúnmente, tiene colores que van del amarillo al marrón. La dosis mortal es 70 mg·min/m en humanos. Es más letal y más denso que el gas sarín y que el tabun, pero menos que el ciclosarin. (GD) y la ciclosarina (GF) aparecieron poco después. En los años 50, químicos británicos desarrollaron agentes de la serie V, que son por lo general más letales. El más conocido es el denominado VX. Algunos agentes G, particularmente el tabún y el sarín, persisten en el medio ambiente durante un breve período solamente. Otros agentes, como el somán o la ciclosarina, persisten durante más tiempo y son más dañinos para la piel. Los agentes V son mucho más potentes (apenas son necesarios unos miligramos para causar la muerte) y persisten durante largos períodos en el campo de batalla.

Los agentes estornutarios provocaban el estornudo. Eran producto obtenido sobre la base de arsénico. Su acción continuaba con irritación de la garganta, fosas nasales y respiratorias; todo ello acompañado de intensos dolores.
Los agentes de represión de disturbios, como los gases lacrimógenos, que por producían la ceguera transitoria a cuenta del lagrimeo, constituyendo el bromo su base. Se permite su empleo con tales fines, está prohibido como método de guerra.
Desde el punto de vista eminentemente práctico, los gases están divididos en tres grandes grupos. El primero, el de los persistentes, es capaz de permanecer mucho tiempo en el terreno. Entre ellos, destaca la iperita o gas mostaza, que hace inhabitable el campo contrario para operaciones militares. El segundo grupo son los volátiles ─fosfógeno y algunos de los estornutarios—, que se mostrarían muy aptos para ser utilizados antes del ataque general. Finalmente, en tercer lugar, hallamos los gases penetrantes, cuya base es el arsénico. Hicieron su aparición durante el último periodo de la Primera Guerra Mundial. Se emplearon para lograr que el enemigo se quitara la careta, y pudiese caer bajo la acción de los otros gases muchos más letales. Su función primordial era cegar los poros de ese elemento protector.
Fritz HaberFRITZ HABER
Hay relatos del primer ataque con cloro, el cual provocaba tos en cuanto se respiraba y hasta sobrevenir hasta alteraciones de la sangre, que escuchan todo comentario. Se trata de un médico de batallón que dejó escritas sus impresiones, y cuyo puesto de socorro se hallaba solo unos centenares de metros de la primera línea del frente. La espectacular, sorpresiva y silenciosa maniobra calculada por el alto mando alemán se basaba en la espera de un ligero viento norte para lanzar sobre los confiados combatientes aliados una nube de 8 km de anchura por alrededor de 600 m de fondo. Las condiciones atmosféricas óptimas se dieron a las 16 horas del histórico 22 de abril. En ese momento, los zapadores, emulando lo que con el paso del tiempo serían los aerosoles, empezaron a expandir 168 toneladas de gas de cloro preparadas desde las espigas de sus bombonas. Una gran nube amarillo-verdosa, irritante y sofocante, empezó avanzar hacia las trincheras contrarias y a ras de tierra, a modo de terroríficos fantasmas químico. El viento favorable se encargó del resto para causar el pánico más inefable en las confiadas filas aliadas. Se había visto simultáneamente todas las espigas, durando su emisión alrededor de un cuarto de hora.

Los pobres desgraciados que soportaron el efecto de la nube asfixiante no tardarían en descubrirlos tremendo efecto del cloro. Atacaba los bronquios y pulmones, produciendo tanto líquido que las víctimas acababan literalmente ahogadas en sus propias secreciones.
Ya a finales de 1915, los alemanes ─que habían probado una composición de cloro, bromo y yodo— respondieron usando fosgeno —con olor a heno recién cortado─, hecho a base de cloro y óxido de carbono. Era mucho más eficaz que la clorina, 10 veces más venenoso, y formaban una nube invisible. Su persistencia una temperatura de 20 °C tenía escaso poder, siendo fácilmente dispersados por la brisa. Producía daños en los pulmones, y las víctimas, en la práctica, se ahogaron en su propia flema.
La iperita reemplazó al fósforo, que, a su vez, había sustituido a la clorina utilizada desde abril de 1915. Los habitantes de Ypres lo bautizaron de ese modo a cuenta del nombre flamenco de la ciudad: Iper. Los alemanes optaron por la denominación Kampfen Lost, y enseguida al ejército británico le dio por llamar gas mostaza a la terrible novedad química. Era el sulfuro de etilo diclorado, que actuaba por contacto y no por asimilación. Se trataba de un líquido incoloro en estado puro, porque alcanzado un color rojizo oscuro al ser fabricado industrialmente. Fue uno de los tipos más activos de los cuerpos irritantes. Determinaba el eritema con que entrará en contacto con la piel en ínfimas cantidades, a lo que seguía la flictena y, si la parte atacada extensa, sobrevenía una muerte segura. Por si faltaba algo, la inspiración de los vapores de la iperita producía lesiones extremadamente graves en el pulmón.

Las primeras molestias llegaban en forma de sorprendentes inflamaciones, vómitos y enrojecimiento de todo el cuerpo. Pero después, la piel empezaba a plagarse de terribles ampollas, y es que se caía literalmente pedazos. Quemaba la piel, asfixiaba y, a un tiempo, producía ceguera. La máscara protectora no servía de nada de lo que hizo obligatorio el uso del traje impermeable en todos los hombres del frente. Cada combatiente afectado comprobaba con horror que sus mucosas se secaban a gran velocidad, que son las tan sensible como ojos y genitales quedaban desechos. Este modo, la muerte se convirtió para muchos desgraciados en una espantosa agonía. Nada tiene entonces lo extraño del empleo del gas mostaza, también llamado cruz amarilla, fuera imitado rápidamente por los ejércitos aliados.
Como curiosidad podéis leer el Ataque de los Hombres Muertos, la heroica acción de soldados rusos moribundos que detuvo un ataque alemán durante la Primera Guerra Mundial.