por Debe ser que soy demasiado moderno y no entiendo de estas cosas. Lo antiguo me parece antiguo, solo eso, y no por ello debe valer un vellón de oro. Hoy he leído un artículo sobre el whisky Kavalan, que curiosamente ha ganado este año el premio al mejor whisky del mundo y es, jódete papá, de Taiwan. Sí, mi padre, que bebía whisky como yo tinto con casera en verano, a punta pala, siempre compraba escocés porque decía que era el mejor whisky del mundo. Una polla. Y lo han creado, jódete otra vez papá, en tan solo 10 años. Lo de «jódete papá» es desde el respeto, teníamos buen rollo, demasiado.
Esta gente, los taiwaneses de Kavalan han cambiado el mundo de tradición por el mundo de la técnica. Lo clásico, elaborado con esmero y tiempo, contra la ciencia y la metodología moderna. Y se han ventilado el mundo del whisky creado por el método clásico en tan solo diez años. Lo ha hecho saltar por los aires. Lo que se creía que con de años de experiencia, lo daba el tiempo de forma paralela, se ha esfumado. No hace falta. Condiciones, técnica y el ambiente adecuado. Pero mejor lee el artículo que tiene hasta una historia de amor preciosa.
El caso es que si tan bueno es, el precio también será desorbitado. Viendo el panorama no es que sea tremendo, pero se aleja de mi presupuesto además de que no me gusta el whisky. Total, comienzo a buscar y encontré esta bella página:
Como de entrada te vas a perder, porque ya se sabe que «al burro le pones muchos sacos de heno del mismo tamaño se acaba muriendo de hambre» si pinchas aquí vas a la oferta de la tienda que curiosamente solo tiene en venta 5 whiskys de la marca Kavalan, cuando Kavalan tiene un montón de whiskys en catálogo.
Los hay de muchos precios, pero ya el más barato que he encontrado, 80 euros aproximadamente, es una cifra elevada para mi angosto bolsillo. Ya los de gama alta, no te quiero ni contar. En concreto, la botella que tienes aquí expuesta tiene un precio medio, euro arriba o euro abajo de 360 eurillos. Como comprenderás llegas a casa y te encuentras al niño con la novia, tomándose esto con coca-cola, medio en pelotas en el sofá de cuero, y te da un infarto, un ictus o una apoplejía. También es verdad que ya quisiera yo un sofá de cuero, poder comprar una botella de esto de vez en cuando y el niño, no, eso, no. Mejor no.
Pues retomando el tema de lo antiguo que es de lo que iba todo esto, en la página de los whiskys hay una sección sobre lo raro y viejo que tiene cosas que se ven de forma habitual en licorerías, grandes superficies y tiendas de barrio, con la diferencia que aquí tienen un precio desorbitado por ser del año de la peste. Yo os enlazo al ron, que es lo que más me gusta, y ya vosotros os miráis lo que os guste a vosotros. ¡Qué pena que con la edad ya no se puede pasar uno con lo espirituoso que acaba la cosa malament!
