La verdadera historia del expediente Warren («The Conjuring»)

Cuando The Conjuring se estrenó en 2013, fue muy bien acogida por crítica y público. Los críticos de todo el mundo alabaron la película por mostrar de forma realista los extraños fenómenos paranormales que uno o varios demonios llevaron a cabo en un hogar familiar en Rhode Island. La mayoría de los espectadores pensaran que la película es fruto de la calenturienta imaginación del director James WanJames WanWikipedia. Sin embargo, la verdadera historia de The Conjuring, en España se llamó El expediente Warren está basada en la real y terrorífica experiencia de Ed y Lorraine Warren.

Ed Warren fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial, expolicía que se convirtió en un demonólogo autodidacta profundizando en el tema por su cuenta y riesgo. Su esposa, Lorraine, afirmaba ser clarividente y médium, capaz de comunicarse con los demonios que Ed descubrió.

En 1952, Ed y Lorraine fundaron la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra, el grupo de búsqueda de fenómenos extrasensoriales más antiguo de Nueva Inglaterra. Consiguieron fama rápidamente y tratados como respetabables investigadores paranormales tras una primera investigación de los fantasmas de Amityville112 de Ocean Avenue (Amityville)Wikipedia.

Sus dos casos más famosos, sin embargo, fueron muy populares por la franquicia cinematográfica de The Conjuring, una serie de películas que se centra en las experiencias de Ed y Lorraine intentando someter a demonios que maltratan a dos familias poseídas.

Aunque las películas parecen muy dramáticas y, hasta cierto punto, casi imposibles de creer, los Warren sostienen que todos los eventos mostrados en pantalla ocurrieron tal y como se muestran. A pesar de que Ed murió en 2006, Lorraine fue consultora en la película y afirma que no dejó que los directores se tomaran más licencias dramáticas de las que ella consideraba necesarias.

La verdadera historia de The Conjuring comienza con la primera película que se centra en la familia Perron. En enero de 1971, la familia Perron se mudó a una casa de campo de 14 habitaciones en Harrisville, Rhode Island, donde Carolyn, Roger y sus cinco hijas comenzaron a notar sucesos extraños que ocurrían casi inmediatamente después de que se mudaran a la casa. Las manifestaciones comenzaron siendo débiles. Carolyn notó que la escoba había desaparecido, o parecía cambiar de ubicación por sí sola. Se oían sonidos de algo rascando la superficie de la tetera en la cocina cuando no había nadie. Encontraba pequeños montones de suciedad en el centro del suelo la cocina, cuando esta había sido limpiada recientemente.

Las niñas empezaron a sentir espíritus que merodeaban alrededor de la casa, aunque en su mayoría eran inofensivos. Había unos pocos, sin embargo, que estaban enfadados. Carolyn investigó la historia de la casa y descubrió que había pertenecido a la misma familia durante ocho generaciones y que muchas de ellas habían muerto en circunstancias misteriosas, extrañas y en algunos casos de manera horrible. Varios de los niños de las distintas familias se habían ahogado en un arroyo cercano, uno fue asesinado, y unos pocos se ahorcaron en el ático.

Quienquiera que fuera el espíritu, se mostraba como el dueño de la casa y le molestaba la competencia que mi madre le suponía para dicho puesto, dijo Andrea Perron, la mayor de las cinco chicas. Resulta que en realidad había una persona real llamada Betsabé Sherman que vivía en la propiedad de los Perrons a mediados de 1800. Las malas lenguas comentaban que era satanista, y había pruebas de que había estado involucrada en la muerte del hijo de un vecino, aunque nunca se llevó a realizo ningún juicio. Fue enterrada en un cementerio bautista cercano en el centro de Harrisville.

Según Andrea, la familia también sufrió la influencia de otros espíritus que olían a carne podrida y que hacían que las camas levitaran en el aire. Afirma Andrea, que su padre entraba en el sótano y sentía una fría y apestosa presencia detrás de él. A menudo se mantenían alejados del sucio sótano, pero la calefacción fallaba a menudo de forma misteriosa, haciendo que Roger tuviera que bajar a comprobarla. Durante los diez años que la familia vivió en la casa, los Warren hicieron varios viajes para investigar los fenómenos. Lorraine, en una de las muchas visitas, realizo una sesión de espiritismo para intentar contactar con los espíritus que estaban molestado a la familia. Durante la sesión de espiritismo, Carolyn Perron fue poseída, hablando en lenguas desconocidas por ella y levitando en su silla.

Pensé que me iba a desmayar, dijo Andrea. Mi madre empezó a hablar un idioma que no es de este mundo con una voz que no es la suya. Su silla se levantó y fue arrojada al otro extremo de la habitación. Aunque la versión cinematográfica de los eventos culmina con Ed realizando un exorcismo en lugar de una sesión de espiritismo, Lorraine insiste en que ella y su esposo nunca intentarían uno, ya que estos deben ser realizados por sacerdotes católicos. Después de la sesión de espiritismo, Roger echó a los Warren, preocupándose por la estabilidad mental de su esposa. Según Andrea, la familia continuó viviendo en la casa debido a los problemas financieros, hasta que pudieron mudarse en 1980, momento en el que los espíritus se tranquilizaron y los ataques finalizaron.
Seis años después de que la familia Perron fuera aterrorizada por el demonio, otra familia en Enfield, Inglaterra, comenzó a experimentar fenómenos similares. En agosto de 1977, la familia Hodgson comenzó a ver y oír sucesos extraños. Janet, de 11 años, recordó haberse sentado en la cama para ver cómo su cómoda se movía por la habitación que compartía con su hermano. Gritamos: ¡Mamá! ¡Mamá!, dijo Janet. Estábamos algo asustados, pero al mismo tiempo sentíamos curiosidad. Más tarde la familia comenzó a escuchar golpes que venían de distintos lugares de la casa. Recuerda que su madre pensaba que había ladrones, o vagabundos escondidos en el interior de la casa, y aviso a la policía para que investigaran.

El oficial que acudió a la llamada de auxilio explico en el expediente que redacto que vio una silla levantarse y moverse por el suelo si la ayuda de nadie. Los reporteros del Daily Mirror, que también fueron avisados para informar sobre el acoso de Enfield, sufrieron fenómenos parecidos en sus propias carnes.

En el informe que redactaron se especificaba que, piezas de lego y canicas volaban en la habitación, y que estaban calientes al tacto cuando se recogían tras el cese del fenómeno. La ropa doblada sobre las mesas salía volando por toda la habitación. Se podían oír perros ladrando en las vacías habitaciones, las luces parpadeaban, aparecían y caían al suelo monedas que surgían de la nada y los muebles se trasladaban o giraban sobre si mismos sin la manipulación de ninguna persona.

Un día, la chimenea de hierro de uno de los dormitorios de la planta superior fue arrancada de la pared. Después de esto, acudieron investigadores paranormales de todas partes del mundo, afirmando que podían ser capaces de contactar con espíritus, y queriendo saber más sobre la posesión de Enfield.

La mayoría de ellos decidieron que los niños habían estado simulando sus vivencias paranormales, ya que uno de ellos había admitido haberlo hecho en una ocasión, pero los Warren eran diferentes. Aparecieron e inmediatamente creyeron que una presencia demoníaca estaba allí. Sin embargo, sus palabras fueron obviadas, ya que un famoso escéptico de la época acusó a Ed Warren de exagerar e incluso inventar incidentes… transformando a menudo un «embrujo» en un caso de «posesión demoníaca».

Aquí es donde la historia difiere de la película, ya que no hubo una práctica de exorcismo como la de los Warren. En 1979, dos años después de que comenzaran, los ataques cesaron abruptamente, aunque la familia sostiene que ellos no hicieron nada para detenerlos.

83638