Cuando se produce la eyaculación, las contracciones musculares expulsan el líquido seminal fuera del cuerpo del hombre, y lo hace de forma tan efectiva que puede llegar a alcanzar una velocidad de 45 kilómetros por hora, no en todos, claro. Después de este esfuerzo, al que hay que sumar el de las artes amatorias, el que sabe del tema, el cuerpo debe reponer todos los fluidos que han sido utilizados para poder servir en la próxima relación. Este tiempo de reparación se llama período refractario. En los hombres de menos de 30 años suele ser relativamente corto, aunque esto es cuestión de cada uno.
Si una mujer durante el período refractario sigue estimulando al hombre en busca, únicamente, de cariño y afecto, éste puede interpretar que lo que está buscando es repetir el acto sexual. Como el hombre no está todavía recuperado y se teme un fracaso total, tiende a evadirse, y una de las formas más comunes es hacerse el dormido. Por eso hay que recordar a los hombres que las mujeres después de tener un orgasmo buscan afecto. Pero, y lo digo con conocimiento de causa, todo esto que habéis leído no siempre es así, por lo que recomiendo que se hable con claridad del tema con la otra parte implicada para ahorrarse malentendidos.
Cuando se está desarrollando un feto durante la gestación, hay que decidir entre pene y clítoris. Todo depende de la presencia de hormonas masculinas o femeninas, y dependiendo de la cantidad se define un órgano sexual u otro.
En mujeres que tienen prácticamente inactivas estas glándulas y por eso no te debes preocupar sino produces líquido. En caso de tener dudas sobre un exceso de misión de líquido, deberías consultar a tu ginecólogo.
Primaria: cuando nunca se ha alcanzado el orgasmo.
Situacional: si únicamente se consigue disfrutar del orgasmo en situaciones puntuales, como al frotarse las piernas, mediante estimulación oral o con el chorro de la ducha.
Secundaria o adquirida: es aquella que aparece de forma súbita, a raíz de algún acontecimiento vital que logró bloquear la respuesta orgásmica que hasta entonces era normal.
- Falta de sincronía individual → Cuanto mayor conocimiento de tu cuerpo, mayor control del placer sexual. Saber lo que nos gusta o lo que no, lo que nos pone y lo qe no y saber los puntos placenteros de nuestro cuerpo, nos permite relajarnos, disfrutar y confiar. Tendremos la posibilidad de liberarnos de los prejuicios e incluso dar pistas a nuestra pareja para que nos suministre el placer necesario.
- Falta de sincronía con la pareja → Si sabemos lo que nos gusta, nos sentimos cómodos y además nuestra pareja sabe cómo estimularlos, el orgasmo casi está asegurado. La comunicación con tu pareja es fundamental.
- Incapacidad para abandonarse → Implica sumergirse de forma consciente y centrar toda la atención en la experiencia sexual, desconectando del resto de problemas y situaciones que nos distraen. Hay muchas personas que son incapaces de sacarse de la cabeza los problemas cotidianos en el momento de mantener recaciones sexuales; también hay quien cree que no está a la altura y está todo el rato cuestionando si lo está haciendo bien o se impone una meta a la que llegar de cualquier manera, lo que puede provocar bloqueo orgásmico. El sexo, es placer, diversión y evasión, pero también tiene sus reglas entre las que poner el máximo de atención en lo que se está haciendo durante el encuentro sexual.
- Causas psicofísicas → Los traumas no superados, el acoso laboral, las crisis de pareja, los conflictos personales y muchos más problemas de la vida real y cotidiana, pueden llegar a crear una presión/estres que provoque un bloqueo del orgasmo. También tenemos las causas físicas: las lesiones medulares y las vías nerviosas, el hipotiroidismo, las afectaciones hipofisarias y la insuficiencia hepática pueden ser unos indicadores de la anorgasmia.
La mejor forma de localizar el punto P es a través del recto. Se encuentra a unos 5 cm del exterior del ano, en la pared anterior del recto, la más cercana a la vejiga. En el punto P se localizan gran cantidad de terminaciones nerviosas que lo convierten en un área muy sensible y potencialmente erógena. Una vez llegada a este punto, puede que esto sea un inconveniente para los hombres heterosexuales que se ven incapaces de dejar introducir por su ano cualquier tipo de objeto, incluyendo el dedo de su pareja. Tenemos que desmitificar el concepto de que cualquier hombre que es estimulado analmente tienen una mayor tendencia a la homosexualidad.
Vamos a ver la forma más sencilla y práctica de encontrar este punto P. Primero introducimos un dedo a través del ano hasta localizar la próstata. Recuerda 5 centímetros. Si quieres evitar problemas con la caca, otro de los asuntos que echan para atrás, levemente puedes utilizar una perilla de agua o, como se hace en el cine porno especializado en anal, lavativas que se pueden comprar en las farmacias y que ya vienen preparadas para tales ocasiones, y así limpiamos el tracto intestinal en el que nos vamos a introducir. También indicaremos que hay que lavarse las manos de forma adecuada y tener las uñas arregladas para no lastimar el esfínter. Para tener más control de la situación, podemos enfundar el dedo o dedos a introducir por el ano con un condón o preservativo. No estaría de más utilizar picante con base de agua, ahora en cualquier lado los hay de colores y sabores inimaginables, y por supuesto interesarte mediante la comunicación efectiva con tu pareja durante el proceso. La estimulación previa del esfínter con masajes circulares no está de más. Hay que recordar que el esfínter es un músculo lo que quiere decir que puede ser abierto y cerrado a voluntad. Hagamos que la voluntad tome la decisión adecuada.
Como medida de precaución podemos empezar introduciendo el dedo meñique, el más pequeño, poco a poco, acostumbrando al esfínter a las sensaciones, y posteriormente probar con el dedo anular e incluso el índice. Una vez introducido, hay que realizar una leve presión sobre la pared anal curvando el dedo hacia la cara anterior hasta llegar a sentir la próstata. Éste es el punto. Su estimulación, además de ser altamente placentera, puede acelerar la intensidad del orgasmo y la eyaculación. Si se pasa la prueba y se logra disfrutar, se puede seguir experimentando hasta límites insospechados añadiendo objetos y juguetes sexuales para hacer el momento más cómodo, más placentero y fácil.
Todo esto que hemos comentado es la parte profesional del asunto. Si sólo deseas jugar en ligas menores puedes realizar todo esto desde el exterior, estimulando la zona del periné, esa parte que está entre los testículos y el ano que es zona neutral pero que estimulada de forma adecuada da mucho placer.
El doctor Adam Ostrzenski afirma que el punto G está en un área específica comprendida entre el aparato genital y el urinario. Por otro lado, el profesor de sexología en Emmanuelle Jannini fue el primero en observar este punto mediante la ecografía transvaginal en una muestra de 20 mujeres. Gracias a ellos sabemos qué punto G puede medir 8 mm, con un ancho de entre 1,5 y 3,6 mm y una altura de 0,4 mm. Se trata de un tejido eréctil, parecido al tejido cavernoso del pene. Mediante la excitación sexual su estructura se llena de sangre, convirtiéndose en un área muy sensible, de la misma manera que ocurre con el pene y el clítoris durante la relación sexual.
Según algunos estudios, no todas las mujeres tienen el punto G desarrollado de igual manera. Se puede incluso afirmar que algunas carecen de él. Por ello vamos a dejar a los investigadores con sus investigaciones y vamos a indagar nosotros junto con nuestra pareja donde está ese punto G.
Para ello, tanto si estás sola como acompañada, introduce un dedo y lo encoges en forma de garfio hacia la pared anterior de la vagina, hacia el pubis. Palpa y activa la zona con ligeros masajes. Recuerda estimular toda el área comprendida entre los 2 y los 7 cm desde la entrada vaginal. Al estar cerca de la uretra, la estimulación del punto G puede generar en ocasiones ganas de orinar. Si realizas este juego en pareja, se podrán estimular a la vez el punto G y el clítoris.
La postura del misionero con un cojín debajo de las nalgas permite elevar el pubis y estimular este punto. La postura «del perrito», a cuatro patas, mientras se realiza penetraciones superficiales puede ser también apropiada. No hay que olvidar que el punto G se encuentra muy cerca de la entrada de la vagina, lo que permite llegar a él fácilmente mediante el coito.

La masturbación, aunque no lo creas, sigue siendo para mucha gente un tabú, sobre todo la femenina. Debemos entender que la masturbación es una necesidad fisiológica en la adolescencia, sobre todo para los chicos que están llenos de testosterona y necesita liberarla a través de la masturbación y la eyaculación. Es una forma de comprobar que tenemos una buena salud y que nuestras capacidades genitales y reproductivas son correctas a simple vista. Cada uno se masturba según su criterio ya que proporciona sensación de placer y ayuda a la descarga de tensiones. Favorece también el autodescubrimiento sexual y que ayudará en la labor de obtención de placer con sus posibles parejas afectivas.
Se ha observado en muchos estudios que reprimir las tendencias sexuales propias de cada edad produce justamente el efecto contrario al deseado y predispone a padecer disfunciones y parafilia sexuales en la etapa adulta. De ahí que en la moderna sexología clínica se asegure que «la peor perversión sexual es la represión sexual». Tampoco debemos irnos al extremo opuesto y que sea la masturbación nuestra única fuente de placer. La masturbación como complemento o como práctica principal cuando no se tiene pareja, muy bien. Pero la masturbación vivida como fijación o sustituto de la vida sexual de pareja se convierte en una conducta sexual limitante.
Pero la falta de menstruación no implica la falta de deseo sexual. Pese a los cambios físicos y hormonales de esta fase, lo que más va a influir en la sexualidad de la mujer menopáusica es la actitud que tenga o haya tenido en el pasado con respecto a su sexualidad con respecto a ella misma. Influyen, también, de forma directa la relación de pareja y la calidad de vida. Pero a cambio tenemos la experiencia. Esta fase de la vida suele tener más estabilidad emocional. Además, se puede disfrutar mucho al perder el miedo a un posible embarazo.
La mujer no puede quedarse embarazada durante la primera relación sexual. Si la mujer es fértil, ha tenido alguna regla, menstruación, se puede producir el embarazo. Incluso en ciertas ocasiones puede quedarse embarazada, aunque no haya tenido el primer período, pues las primeras ovulaciones no tienen porque ser seguidas de menstruación.
Tener relaciones sexuales de pie impide el embarazo. Da igual la posición que adoptemos durante nuestras relaciones sexuales. Tampoco sirve que la chica se levante inmediatamente después de la eyaculación para que el semen no suba y salga de la vagina y, por supuesto, tampoco vale si intentas orinar inmediatamente después, los conductos son distintos.
El lavado vaginal tras la relación sexual evita el embarazo. Tras la eyaculación intravaginal, los espermatozoides llegan enseguida al cuello del útero, lo que hace que lavarse la zona genital sea completamente inútil.
Quedarse embarazada sirve para mejorar la relación de pareja. O puede llegar a ser justamente todo lo contrario. Hay adolescentes que pueden pensar que el embarazo es una manera de retener a su pareja, o de que se comporte de forma más cariñosa y atenta. También hay que pensar lo que supone para la vida de un adolescente y su familia el hecho de ser padres de una forma prematura.
La falta del himen en la mujer prueba que ya no es virgen. El himen es una membrana muy delgada y frágil que se encuentra en la entrada de la vagina. En ocasiones, cierto movimiento bruscos pueden hacer que éste se rompa. Incluso la simple introducción de tampones puede ir abriendo su entrada. Existen mujeres que tienen el himen perforado desde su nacimiento.
Si la mujer no sangra y/o siente dolor en el transcurso de la primera relación sexual, lo más seguro es que no sea virgen. El sangrado y el dolor suele ser más una causa derivada de la inexperiencia y de la poca preparación por ser la primera vez. Si se realiza una buena estimulación, favoreciendo la distensión y la adecuada lubricación vaginal, previa a la penetración, y ésta se realiza de forma suave y progresiva, no tendría que producirse ninguna de estas dos consecuencias desagradables. También depende de la rigidez del himen.
Es perjudicial mantener relaciones sexuales durante la fase menstrual. Esto depende de las manías de cada uno, y tiene que ver más con la higiene y el rechazo que produzca la presencia de sangre. También hay que recordar que la presencia de sangre menstrual puede facilitar la transmisión de enfermedades sexuales o ETS.
El preservativo quita sensibilidad. Hacerlo sin condón es un signo de confianza en el otro. Una cosa es la protección y otra cosa la confianza. Y a no ser que seas alérgico al látex o alguno de los productos que incluye el preservativo, esto suena a tontería.
Una pareja para funcionar bien tiene que hacerlo también en la cama, si no es así es que no están hechos el uno para el otro. Esto no es una película. Que la mesa una persona no significa que en la cama sea todo perfecto. Al igual que en la vida cotidiana, en la cama hay que hablar todo lo que se pueda y sacar el máximo provecho a las compatibilidades de la pareja.
Petting es un término que se ha puesto de moda, aunque no lo creamos tanto en adolescentes como en adultos y consiste en tener encuentros sexuales en los que la penetración no se lleva a cabo. Incluye todo tipo de estimulación, desde besos y caricias hasta masturbación y sexo oral, sin llegar al coito.
Sexting hace referencia el intercambio de contenido sexual a través de la red. Los adolescentes intercambian fotos personales, conversaciones subidas de tono, información sexual que muchas veces proceden de dudosas fuentes, contenidos que han encontrado en medios de comunicación, etcétera. El 60% de los chicos y las chicas españolas entre 14 y 17 años reconocen haber contactado con personas desconocidas a través de las redes sociales.
Ciberbullyng es el acoso a través de las redes. Deberíamos hacer entender a los jóvenes la importancia de no compartir contenidos íntimos a través de las redes sociales. Es más, no deberían mantener contacto con personas a las que no conozcan personalmente. Otra forma de ciberacoso es la que se produce entre los compañeros de clase y los amigos que como ya sabemos han acabado bastante mal, suicidios, entre gran número de adolescentes.
VIH o sida, convertida hoy en día en una enfermedad crónica gracias a los avances de la ciencia, pero hace dos décadas era mortal de necesidad. Recuerda que no es lo mismo ser portador del VIH o tener anticuerpos que desarrollan la enfermedad.
Hepatitis B, infección hepática asintomática durante unos años, hasta que poco a poco empieza dañar el hígado y alterar su función.
Infección por el virus del papiloma humano. Existen muchos subtipos de este virus, algunos producirán verrugas genitales y otros, en el peor de los casos, cáncer de cuello uterino. Los hombres son portadores asintomáticos de la variedad que produce cáncer.
Infección por virus del herpes simple genital. Aunque no es grave, puede llegar a ser muy molesto. Existe tratamiento para acortar las molestias, que aparecen en forma de brotes que generan dolorosas ampollas.
Infección gonocócica o gonorrea e infección por clamidia. Se manifiestan inicialmente con secreciones uretrales y molestias al orinar. Si no se pone remedio, pueden generar infecciones más severas.
Sífilis. Tiene varias fases: la inicial cursa como una pequeña úlcera indolora a nivel genital y, aunque no se trate, según aparentemente. Transcurrido cierto tiempo, pueden aparecer ciertas manchas generalizadas que también terminan por desaparecer. Si no se pone remedio, las siguientes fases van siendo cada vez más complejas, ya que pueden dañar el corazón y el sistema nervioso. Es una infección de fácil tratamiento en las primeras fases.
Tricomonas y cándidas. Estas dos no se transmiten únicamente por contacto sexual. Suelen identificarse por los cambios que provocan en las secreciones genitales. Por suerte, tienen un tratamiento rápido.
Infección por ladillas, parásitos que se transmiten por el simple rozamiento y que se desarrollan en los folículos del vello púbico.
El objetivo de esta lista no es hacerte desistir de tener relaciones sexuales o que estés asustado cada vez que vayas a tenerlas. Simplemente éramos herramientas de conocimiento ya que la mayoría de las personas estiman la salud de su pareja por su apariencia física externa y, te podemos asegurar, que muchas enfermedades no dan la cara a simple vista. Por eso es importante tomar medidas como uso de métodos anticonceptivos de barrera con parejas esporádicas y, dependiendo del caso, con parejas de dudosa fiabilidad.
Otro método de barrera es el diafragma, un capuchón que se introduce en el fondo de la vagina a la vez que se aplica una crema espermicida. El diafragma actúa como barrera y la crema disminuye la movilidad y elimina un elevado porcentaje de los espermatozoides. Este método anticonceptivo protege frente a algunas ETS, como la infección gonocócica o la clamidia, pero no frente al VIH.
El DIU o dispositivo intrauterino, se coloca dentro del útero. Puede contener o no hormonas en su composición. Puede permanecer durante años en su sitio antes de retirarlo. Eso sí, siempre bajo supervisión médica. Es un método recomendado para mujeres que ya hayan dado a luz, ya que es más fácil su introducción cuando el cuello del útero está más abierto no obstante también existen modelos específicos para quien no haya dado a luz todavía.
La ligadura de trompas en la mujer implica una intervención quirúrgica cuyo objetivo es bloquear el paso de los óvulos a través de las trompas de Falopio. También existe la ligadura de conductos deferentes en el varón, más conocida como vasectomíaOperación quirúrgica en la que se extirpa el conducto deferente de los órganos sexuales masculinos para conseguir la esterilización. cuya finalidad es impedir que los espermatozoides accedan al líquido seminal.
El método Ogino implica contar «a ojo» los días del ciclo, evitando las relacione con penetración durante los días periovulatorio. Además de ser algo complicado si el ciclo es irregular, habrá que tener en cuenta el hecho de que los espermatozoides pueden sobrevivir durante cinco días en los genitales femeninos.
La marcha atrás o coitus interruptus, es decir, interrumpir la penetración justo antes de la eyaculación, constituye una práctica de riesgo, ya que previamente al orgasmo se emite líquido pre seminal que contiene esperma suficiente como para fecundar. Famosa es la frase que nos recuerda que antes de llover, chispea.
Recuerda que para sacar partido a toda esta información y a estos métodos anticonceptivos debes consultar con tu ginecólogo para qué lo adecúa de tu organismo y necesidades.