Las tradiciones tienen una gran importancia para el pueblo judío, en razón de su significado religioso; están ampliamente relacionadas con su educación, su cultura y su vida cotidiana.

En la tradición judía, los siete brazos representan la semana de la creación con el sábado en el centro. Se considera un símbolo de la luz divina y de la esperanza del pueblo hebreo, y como tal ha perdurado en las sinagogas. Cuando se creó el estado de Israel, se incorporó la menorá, junto con las dos ramas de olivo de la visión de Zacarías y la palabra «Israel» en hebreo, al escudo nacional.
Dios dijo estas palabras:
«Yo soy el Eterno, tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la esclavitud».
«No tendrás ni reconocerás a otros dioses en mi presencia fuera de mí. No te harás una imagen tallada ni ninguna semejanza de aquello que está arriba en los cielos, ni en la tierra, ni en el agua, ni debajo de la tierra. No te postrarás ante los ídolos, ni los adorarás, pues yo soy el Eterno, tu Dios, el único Dios, quien tiene presente el pecado de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación con mis enemigos; pero quien muestra benevolencia con miles de generaciones a aquellos que me aman y observan mis preceptos».
«No tomarás el nombre de El Eterno, tu Dios en vano, porque El Eterno no tendrá por inocente al que tome su nombre en vano».
«Recuerda el día de shabat, para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu labor; mas el séptimo día es shabat para el Eterno, tu Dios; no harás ninguna labor, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sirvienta, ni tus bestias de carga, ni el extranjero que habita dentro de tus murallas, pues en seis días el Eterno hizo los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso, el Eterno bendijo el día de shabat y lo santificó».
«Honra a tu padre y tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que el Eterno, tu Dios, te da».
«No matarás».
«No cometerás adulterio».
«No robarás».
«No brindes contra tu prójimo falso testimonio».
«No codiciarás los bienes ajenos. No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo».

Los judíos la llaman Maguen David, «el escudo de David». Es una estrella formada por dos triángulos equiláteros superpuestos de forma opuesta con lo que tiene seis puntas. Hay que recordar que el número 6 en el medievo y en la antigüedad era considerado como en número «perfecto». Los dos triángulos cada uno señalando hacía un lado evocaban a la unión de cielo y tierra, también el Pacto sellado entre Dios y Abraham. En el Cantar de los Cantares de tradición cristiana se nombra y se denomina «Sello de Salomón» y firma la unión entre Dios y la humanidad. En el siglo XIX lo utilizaban los judíos de Europa Central para simbolizar un grupo. Los nazis lo utilizaron para marcarlos y señalarlos como vergüenza. En la bandera de Israel se puede ver reflejado.

La kipá es de tela o lana bien tejida, y se confecciona hoy en día de los más diversos colores, tamaños y diseños, para todos los gustos, situaciones y modas. La kipá tejida es más común dentro del público sionista, y la kipá negra entre el público ultra-ortodoxo. Es posible ubicar a un judío practicante dentro de determinada rama o corriente del judaísmo por el color, el tamaño o el material del que está hecha la kipá que lleva puesta.
El talit es un chal que se emplea durante la oración, suele ser de lana blanca, y lleva flecos en sus extremos. También puede llevar borlas en las cuatro esquinas. Se coloca sobre los hombros de forma que cubra la espalda y caiga hacía adelante por los hombros. Se suele regalar a los jóvenes judíos cuando realizan la fiesta del bar mitzvah, iniciación a la vida adulta.

Kotel Maaravi o muro occidental. Ahí es donde acuden a rezar los judíos piadosos de todo el mundo. Se celebran muchas fiestas de iniciación para los chicos bar mitzvah para niños y bat mitzvah para las niñas. Es un vestigio del Templo de Jerusalén. Data de finales del período del Segundo Templo y hasta hace poco se creía que fue construido cerca del 19 a. C. por Herodes el Grande. Según hallazgos en excavaciones recientes se cree que fue construido décadas más tarde por su bisnieto, Agripa II.
Alabanzas y peticiones (orales y escritas) son comunes y continuas. Frente a él se lamenta comúnmente la destrucción de la ciudad y la dispersión del pueblo hebreo, siendo el viernes un día de especial intensidad. La tradición de introducir un pequeño papel con una plegaria entre las rendijas del muro tiene varios siglos de antigüedad. El Muro de los Lamentos es sagrado para los judíos debido a que es una de las pocas partes que quedaron en pie luego de que los romanos destruyeran el Templo de Jerusalén.

La cashrut (designa aquello «correcto» o «apropiado» para ser consumido; aquello que cumple con los preceptos del cashrut es casher, conocido también por su pronunciación en yídish, kósher) es la parte de los preceptos de la religión judía que trata de lo que los practicantes pueden y no pueden ingerir, basado en los preceptos bíblicos del Levítico (uno de los libros bíblicos del Antiguo Testamento y del Tanaj).
De los animales acuáticos, está permitido el consumo de los que tienen aletas y escamas (estas dos características deben darse al mismo tiempo). Por lo tanto el consumo de las langostas, camarones, ostras, cangrejos, tiburón y bagre está prohibido.
En las aves, la distinción es menos clara: la Torá provee una lista explícita de aves impuras, sin explicar por qué lo son. En el caso del pavo, la mayoría de las opiniones se decantan por considerarla como casher, pero aun así existen opiniones encontradas en algunas corrientes.
Entre los insectos alados, unos pocos están permitidos, como la langosta y el saltamontes, mientras que todo el resto de los insectos voladores están prohibidos. Asimismo lo están roedores, reptiles, anfibios e insectos rastreros.
Hay que notar que la prohibición se extiende a todos los productos derivados de los animales mencionados anteriormente, tales como las vísceras, leche, huevos, etc. Una notable excepción es la miel de abejas, que es considerada ampliamente como casher, mientras que las abejas en sí no lo son.
Se prohíbe comer grasa o sangre, la carne de animales inmundos como el cerdo, cocinar leche con carne, o ingerir leche junto con carne.
La matanza ritual o shejitá es efectuada por el shojet y consiste en un corte profundo y uniforme en la garganta del animal, con un cuchillo perfectamente afilado y sin defectos. El propósito de este corte es que el animal sufra lo menos posible. No es raro que el shojet y el rabino sean la misma persona.
Los animales que han muerto por causas naturales, con enfermedades o defectos en sus órganos internos, están prohibidos.
Ya hay por todo el mundo tiendas que cumplen con estos preceptos para ello en sus cristaleras o fachadas disponen símbolos de la siguiente manera:
Una letra U encerrada en un círculo. Responde a la Unión Ortodoxa, es uno de los más aceptados en el mundo.
Diversos diseños con la letra K (de kósher) rodeada de otras letras, gráficos o símbolos.
La P encerrada en círculo, corresponde a comida kósher apta para la cena de Pascua.
La costumbre general era comer tumbados, acostados o reclinados como si estuvieran de rodillas. Pronto los judíos cogieron la costumbre romana de comer totalmente acostados.
Normalmente no hay sillas, salvo en banquetes, donde se usaban una especie de banquillos. Usar sillas, sillones, etc… era señal de dignidad y distinción.
En el mundo oriental, los únicos platos que se utilizan son donde se pone la comida para luego ser servida. Frecuentemente había un solo plato donde todos metían la mano para comer, recuerda el texto de Jesús:
¿Para qué necesita el hombre una cuchara cuando Dios le ha dado tantos dedos?
Unos panes gruesos como la franela lo utilizaban como cucharas; de esta manera lo usaban para sacar sopas, salsas o jugos. La carne se sirve en un plato y se come también con los dedos. El caldo se sirve en un plato por separado y se usa para humedecer el pan que se come a la vez con el alimento contenido.
Los judíos acostumbraban a orar a la hora de la comida (Jn 6,11 Mt 15,36). Al terminar la comida hacían una segunda oración; para ella se basaban en el texto bíblico de Deuteronomio 8,10:
Al decir estas oraciones, era costumbre que los huéspedes lo hicieran en voz alta, y el resto decía: «Amén», o repetían algunas palabras de la oración.
En la Cabalá (tradición mística) la barba de un judío representa una gran energía de Divinidad. La barba es el pelo que crece entre la cabeza y el resto del cuerpo. Es el puente que une la mente y el corazón, los pensamientos y las acciones, teoría y práctica, las buenas intenciones y los buenos hechos. No nos cortamos la barba, sino que la dejamos crecer libremente, abrimos un flujo directo entre nuestros ideales y filosofías y nuestra forma de vida diaria.