por Antes me encantaba escribir entradas en el blog casi a diario, pero desde hace un tiempo me ha dado por leer sobre temas muy específicos y he dejado de lado escribir en medios digitales (aunque en papel me estoy dejado una pasta), ver películas (he bajado el ratio), pensando que eran actividades que me hacían perder el tiempo. Y no es cierto. No te hacen perder el tiempo y menos aún cuando las realizas para consumo propio o interno. Llega un momento en el que todo lo que haces tiene trascendencia en tu persona, pero ves que no va a influir en absolutamente nadie más e incluso crees que a nadie más le puede interesar. Y os aseguro que a mucha gente que te rodea le interesa y no saben qué están ocurriendo. Para que entendáis a que me refiero voy a detallar algunas noticias o acontecimientos que suceden, que influyen en tu vida y en la de todos y no tiene el suficiente eco y resonancia que deberían.
El asunto es un famoso tweet que el cantante José Manuel Soto, el «one hit wonder» o cantante de un solo éxito, puso hace unos días refiriéndose a gentuza como yo, qué decía:
Los aludidos, exceptuando el presidente del Gobierno, se cabrearon bastante con este tipo y su mensaje incendiario, aunque eso no fue óbice para que este pseudo cantante reculara. Pero mira tú por donde que días después, en el justo momento que comenzaron a cancelarse los conciertos de este individuo, en cuanto la cosa se puso un poco chunga para su bolsillo, que no para sus ideas, lanzó en la misma red social otro tweet rectificando sus anteriores exabruptos:
El tío no pide perdón. Y para más recochineo, utiliza las mismas palabras que utilizó el emérito Juan Carlos I de España el día que salió del hospital por el incidente en Botsuana donde estaban presente Corina y un elefante que pasaba por allí, animalito. A mí que me llamen hijo de la gran puta, que se caguen en mí o incluso que me jodan, me da exactamente igual. Soy consciente de que eso no va a ocurrir se ponga este señor como se ponga. Pero en cuanto la idea subyacente sigue presente en el mensaje de rectificación no existe tal rectificación. No quiere rectificar. Somos los destructores de España. Y te lo dice un hombre que usando su libertad de expresión lo único que hace es insultar de la forma más vil que se puede a esos 11.475.312 de españoles que proceden de una madre prostituta y que no están de acuerdo con José Manuel Soto.
