por Un pavo en Forocoches ha preguntado si estas cosas ocurrían en los años 90 del siglo pasado, tenéis que tener en cuenta que en ForoCoches cualquiera puede decir cualquier cosa y se nota. Yo viví los años 90 intensamente, ya que soy un baby boomerBaby boomerLos baby boomers son la cohorte demográfica que sigue a la generación silenciosa y que precede a la generación X. La generación se define generalmente como las personas nacidas entre 1946 y 1964, durante la explosión de natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial. Las fechas, el contexto demográfico y los identificadores culturales pueden variar. El baby boom o explosión de natalidad ha sido descrito de varias maneras como una «onda expansiva» y como «el cerdo en la pitón» (aumento estadístico representado como un engrosamiento en una pauta). Wikipedia, un señor que nació en los 60. Primero pondré un titular corto, para saber el tema que vamos a tocar y debajo la pregunta del muchacho. Luego expondremos una breve y detallada explicación sobre lo que yo percibí en aquellos momentos.
Cuando me preguntaban cuál era mi ciudad de origen, debido al acento gaditano, cuando se lo decía, ellos siempre añadían la coletilla de «allí hay un montón de maricones». Hoy en día este tipo de comentario es impensable, pero entonces sí. Os voy a explicar una cosita que es opinión personal. Llevo viviendo en Castellón 20 años y os juro que hay aquí mucha más comunidad gay, eso sí, oculta, que toda la visible que hay en Cádiz. El problema seguramente es que en Cádiz los famosos mariquitas no eran señalados por su condición, simplemente se les dejaba vivir en paz y a sus anchas. Eso durante los 90. También he conocido muchos homosexuales que en los 90 ya tenían 40, 50 y 60 años, y os puedo asegurar que las pasaron canutas, ya que se les aplicaba la famosa Ley de Vagos y MaleantesLa Ley de Vagos y MaleantesLa Ley de Vagos y Maleantes, de 4 de agosto de 1933 fue una ley del Orden Penal español aprobada el 4 de agosto de 1933 por las Cortes de la Segunda República referente al tratamiento de vagabundos, nómadas, proxenetas y otros comportamientos considerados antisociales y que posteriormente fue modificada por la dictadura franquista para reprimir también a los homosexuales. También conocida popularmente como la Gandula, la ley fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos de la Segunda República para el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas. Wikipedia de la Segunda República que fue reformada el 15 de julio de 1954 por el gobierno franquista para incluir la represión a los homosexuales.
Como curiosidad, os dejo un enlace a un PDF en el que se explica detalladamente cuál es el origen de que Cádiz haya sido nombrada como ciudad más «maricona» de toda España. Y como no, todo tiene que ver con una vergonzosa decisión/acusación política, una cosa parecida a lo que estamos viviendo en estos tiempos por parte de la derecha mediática con otras Leyes que están en la palestra actualmente. Para los que deseáis esquivar tremendo documento, os dejo este artículo, mucho más breve, más adornado y menos profundo sobre el tema.
Nada más que hay que recordar la época de los chistes de mariquitas de Arévalo, todas las parodias que hacia Martes y 13, sin olvidar a la Esmeralda de Sevilla y tantos otros mucho con los que no había problema.
En mi adolescencia, solo viví un caso muy escandaloso y cercano. Mis padres vivían en un barrio de chalés en una zona residencial muy bien situada y, en una casa muy moderna construida como unos 10 o 15 años después de que mis padres vivieran en la zona, con muchos chaflanes, ventanas inclinadas y buhardillas espectaculares, vivía un supuesto modélico hombre hecho a sí mismo que además formaba parte de la alta burguesía y pertenecía al cuerpo técnico del ayuntamiento, era el arquitecto. Este buen señor era un hijo de la gran punta que le daba su ración diaria de hostias a la mujer y a las hijas e hijo de ambos. Yo no tenía ni idea, hasta que un día me enteré y resulta que al poco tiempo este señor tuvo un roce con mi familia a raíz de una máquina retroexcavadora JCB que le molestaba su presencia. Imaginaos como se puso la cosa de borde que acabe diciéndole a medio centímetro de su cara que no era un hombre, ya que se dedicaba a pegarle al resto de la familia. La cosa se calentó mucho verbalmente, porque estábamos insultándonos a grito pelado, en medio de la calle delante de la casa de mis padres y de la suya, eso sí, sin llegar a las manos, momento que aproveché para decirle «tú no eres hombre, si tienes cojones pégame a mí». Por supuesto que el tío no lo hizo, igual si lo hace me hubiera matado a palos, pero en mi favor he de decir que en aquella época era una bestia incontrolable y he de agradecer a mi padre, que desde el balcón me gritaba pidiéndome que dejara la cosa correr.
Debido a la tánganaDiscusión violenta sobre un asunto. que se montó hizo acto de presencia la policía local a la que le pregunté si yo podía denunciar a ese tío. La respuesta de la policía fue desmoralizante: solo podían denunciar las personas afectadas por los hechos. Poco después me enteré gracias a su hijo Pepe, que la policía no había aparecido por arte de birlibirloquePalabra que se utiliza en la locución por arte de birlibirloque, que significa «sin que se sepa de qué forma ha sucedido una cosa» o «de manera mágica»., la madre, ante la reacción a posteriori por la trifulca que se había montado, para protegerse, supongo, decidió llamar a la policía para prevenir posteriores represalias. Esta es la parte que la gente que intentamos inmiscuirnos en la vida de otras personas tenemos que tener en cuenta para cuando no estamos nosotros, ni la ley, presentes.
En este apartado sí que le tengo que dar la razón. No es que hubiera más drogas, sino que, eran más adictiva y peligrosas. En aquella época llegó a España el opio, el caballo. Muchos amigos míos se engancharon y murieron. Además, se adulteraban y en muchos casos ni siquiera había un tanto por ciento significativo de droga en la composición que se metían en vena.
Mi hermano mayor tenía un amigo que era enfermero y nos contó el curioso caso de la capital, Cádiz. Allí, por la parte de la playa de la Caleta, donde estaba el Ficus, se creó una unidad para albergar a todos los heroinómanos que quisieran dejar la droga, el famoso hospital de Mora. Él estuvo allí algo más de un año y recuerda que no hubo ningún momento ningún yonqui pasando el mono, al menos físicamente ya que la droga que consumían estaba tan adulterada que no se le podía llamar ni droga. Y después de esto, apareció el SIDA y arrasó con los poquitos que quedaban.
En San Fernando recuerdo que en el parque Almirante Lahulé, por donde yo vivía, había un constante trapicheo debido a los recovecos que dejaban sus jardines. Cuando era jovencito se me acercó un extranjero, así con pinta de perro flauta, con más mierda que la bombilla de una cuadra, y mientras hacía el gesto de quemar una piedra de hachís sobre la mano extendida con un mechero, me preguntaba: «chocolate, chocolate». Recuerdo que en mi cabeza, inocente de mí, pensaba: «¿y el desgraciado este quiere tomar ahora chocolate con churros? Pero si son la 8:00 de la noche, está gilipollas el pobre». Lo del gesto de quemar hachís lo aprendí mucho más adelante. Claro estaba que yo le dije, que el mercado central que eradonde vendían los churros estaba cerrado y el chocolate sólo, como que no. Así que lo despache y me fui dejándolo allí con su historia.
Hubo una época en la que se definía a los hombres que se cuidaban en exceso como metrosexualMetrosexualDel ingl. metrosexual, y este de metropolitan «metropolitano» y sexual «sexual». → 1. adj. Dicho de un hombre, especialmente heterosexual: Que se preocupa en extremo de su apariencia y dedica mucho tiempo y dinero a sus cuidados físicos. U. m. c. s. m.. Hoy en día podríamos hablar de los opuestos, yo sería el caso, de los troglo, que ni nos depilamos ni nada. Si vas a un gimnasio es casi imposible encontrar un tío o una tía con pelos, con vello. Más o menos como ha pasado con los tatuajes, que es más difícil ver a alguien sin tatuar que tatuado. Ahora hay hombres hetero que tardan más tiempo en prepararse que su pareja femenina. Un día hablando con un hacha realista del trabajo de mi mujer, alrededor de 25 años, me dijo que si le gustaba un tío y se iba a enrollar con el, y por un casual, el tío no estaba depilado, que no se acostaba con el, que asco por Dios.
En este caso creo que el que sea, se ha equivocado. Lo que hacían en los colegios era dar fluor. Esto lo recuerdo más en los años 2000 porque a mi hija se lo daban en en su colegio durante la primaria y la secundaria, además de llevarla a que el dentista le sellara la dentadura, para evitar que tuviera problemas dentales. Me pareció un detalle curioso que no había visto nunca y lo veía bien.
Durante mis años de estudio, que abarcaron toda la enseñanza obligatoria más el BUP y el COU, sólo hubo un aviso de bomba realizado por los alumnos en el que no había ningún artefacto de ningún tipo, éste sucedió durante el bachillerato. Pero recuerdo uno que ocurrió en la calle Real, la calle principal de la ciudad, cerca de la entrada delantera del colegio de La Salle. Estábamos en 8º de EGB y entró uno de los «padres» (curas) muy sofocado, pidiéndonos por favor que, sin alterarnos, fuéramos saliendo lo más deprisa que pudiéramos por la puerta trasera, la del patio. No se nos dijo el motivo pero, al subir a la salida de la calle Real vimos el pollo aunque se había formado con los bomberos, la policía, etc. Había un perímetro de seguridad y todos nos quedamos mirando desde detrás a ver que pasaba. Entre dos árboles había colgado un artilugio que podía ser una bomba. Al ser un pueblo militar, no teníamos una unidad TEDAX TEDAXTécnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos (TEDAX o Tédax) es la denominación que reciben en España los especialistas cuya actividad es la neutralización, desactivación e intervención de artefactos explosivos no reglamentarios (conocidos popularmente como «bombas») y la realización de los estudios e informes (peritajes) de los mismos. También se les denomina artificieros. Wikipediade desactivación de explosivos, pero, por el contrario si teníamos una unidad del ejército de desactivación de explosivos. Recuerdo que aparecieron varios vehículos, entre camiones, jeeps y en especial, una tanqueta de esas que se abre por detrás y salen los soldados, pero en este caso salió un señor con un traje parecido al de un astronauta, pero de color caqui. Se quedó mirando el artefacto, se fue para el directo, sacó unos alicates, corto las cuerdas en el que se se sustentaba entre dos árboles y se lo metió debajo del brazo, se volvió a subir la tanqueta y se marcharon todos igual que habían llegado. Todos nosotros, mancha de cabrones, estábamos esperando que alguien explotara y se fuera a tomar por saco. No era el día.
Es todo demasiado rotodosiano para ser cierto.
Alguien que haya vivido esa época puede confirmar?
Gracias
