No voy a hablar del Brexit, pero sí del Reino Unido, es un decir. Y vamos a derribar algunas barreras. Si continúas leyendo te sorprenderás. Hasta hace poco los habitantes de las Islas Británicas, irlandeses, ingleses, galeses y escoceses, pensaban que estaban desligados racialmente en su origen, del resto de los europeos. Los irlandeses creían que eran descendientes de los celtas y los ingleses, por su parte, de los anglosajones. Si observamos todas las culturas con detenimiento, descubrimos que quieren tener raíces bien diferenciadas del resto de sus vecinos y recurren a la sangre de sus ancestros para marcar ese punto distintivo. Pero el ADN no está dispuesto a permitirlo.
Stephen OppenheimerStephen Oppenheimer
LA TAXONOMÍA DE LINNEO
Pero esto no es todo. Las malas noticias continúan. Un estudio que vio la luz en setiembre de 2011 indica que el 70 % del género masculino británico y español, e incluso podemos añadir la mitad del resto de los europeos, están emparentados con TutankamónTutankamónWikipedia, el faraón egipcio, cuyo ancestro común vivía hará unos 9.500 años en el Cáucaso.
De todas formas, como ya hemos visto un en entradas anteriores, la procedencia común de todos los homínidos anteriores al Homo sapiens, solo corresponden a un sitio geográfico: África. Y, más concretamente, según investigaciones actuales, a Sudáfrica.
Os dejo, por si quedaran algunas dudas, un vídeo en el que algunas personas se llevan un pequeño chasco con sus orígenes genéticos. Por cierto puedes seleccionar subtítulos en español por si sabes tanto de inglés como yo, o sea, nothing.