18/04/2024

¿Ocurrencias o inventos? Ya veremos

EL RAYO DE LA MUERTE
En 1924 Grindell H. MatthewsHarry Grindell MatthewsHarry Grindell MatthewsEn 1911 Matthews dijo que había inventado un aparato de aerofonía, un radioteléfono, y que transmitía mensajes entre una estación terrestre y un avión a una distancia de tres kilómetros. Sus experimentos atrajeron la atención del gobierno y el 4 de julio de 1912 visitó el Palacio de Buckingham. Sin embargo, cuando el Almirantazgo británico solicitó una demostración del Aerófono, Matthews exigió que no hubiera expertos en el lugar. Cuando cuatro de los observadores desmontaron parte del aparato antes de comenzar la demostración y tomaron notas, Matthews canceló la demostración y echó a los observadores. Los periódicos se apresuraron a defender a Matthews. La Oficina de Guerra negó cualquier manipulación y afirmó que la manifestación había sido un fracaso. Más tarde, el gobierno declaró que el asunto era sólo un malentendido. Wikipedia en inglés , un científico británico, afirmó haber inventado algo llamado el rayo de la muerte. Intentó lograr la patente de esta nueva arma, pero no lo consiguió. Por la misma época otros científicos alemanes intentaron patentar otro rayo asesino, pero tampoco lograron nada. El principal responsable de esta idea era uno de los científicos e inventores más geniales de los últimos tiempos, Nikola TeslaNikola TeslaNikola TeslaWikipedia, pero también uno de los más extravagantes. Tesla podía desconcertar a sus interlocutores asegurando, por ejemplo, que había recibido señales extraterrestres en su laboratorio de Colorado.

En 1900, el financiero J. P. Morgan, que años más tarde se reiría cuando unos chiflados le pidieran un préstamo para poner en marcha la producción en cadena de automóviles, financió un proyecto de Tesla que consistía en construir en Long Island un torre que proporcionaría a todo el planeta sonidos, imágenes, advertencias sobre el tiempo e informes sobre los mercados bursátiles. Fue uno de sus mayores fracasos. En 1924, Tesla afirmó haber inventado los rayos de la muerte capaces de detener a un avion en pleno vuelo. Tras la breve fiebre desatada, no se volvió a saber del asunto hasta que en 1934 Tesla volvió a sacar el tema diciendo que su rayo se basaba en principios completamente nuevos de la física. Ahora podía destruir a 10 000 aeroplanos a una distancia de 400 kilómetros, pero para producir uno de estos rayos había que invertir dos millones de dólares en un generador situado en algún lugar elevado. Una red de unos doce generadores protegería a los Estados Unidos de una invasión aerea. A pesar de que pronto acabó el interés por el invento, Tesla siguió insistiendo otros dos años. Al morir, no apareció ningún papel en el que describiera sus características. Hay quien dice que el rayo de la muerte era el láser, pero la verdad es que ninguna prueba apoya la hipótesis.

LA NAVAJA PATRIÓTICA
La guillotina no sólo no fue inventada por el doctor francés Joseph Ignace Guillotin, sino que ni siquiera es un invento francés. Y tampoco es cierto que Guillotin muriera guillotinado. Mucho antes de la revolución francesa ya se usaba en Inglaterra, Escocia e Italia para ejecutar a criminales de noble cuna. En Italia está documentado desde el siglo XII, y en Escocia, donde recibía el nombre Dama escocesa, desde el XVI. Durante una sesión de la Asamblea Nacional, el 10 de octubre de 1789, Guillotin propuso que se ejecutara por el mismo sistema a todos los condenados, fueran éstos nobles o plebeyos. Dos años después se aprobó la propuesta, y el secretario de la Academia de Medicina, Antoine Louis, se encargó de introducir algunas mejoras en la Dama escocesa. El 22 de abril de 1792 el entonces llamado louison cortó la primera cabeza gala, la de un famoso bandolero llamado Peletier. Pronto el louison pasó a llamarse guillotina, y el doctor Guillotin se pasó el resto de su vida lamentando amargamente su única intervención en la asamblea e intentando disociar su nombre del instrumento. Cuando Antoine Louisot murió víctima de su diseño se difundió la noticia de que el creador de la guillotina había sido ejecutado, y por lo tanto Joseph Ignace Guillotin. Esta leyenda ha permanecido hasta nuestros días apoyada por el hecho de que Guillotin fue condenado a muerte por Robespierre, pero el que finalmente perdió la cabeza fue el propio dictador y dejó su sentencia en suspenso: Guillotin murió en 1814 por un carbunco en el hombroCarbuncoEl carbunco (anthrax en inglés, y también conocido como «ántrax maligno» o «ántrax en español», aunque este último término es también sinónimo de forunculosis por Staphylococcus aureus) es una enfermedad contagiosa, aguda y grave, que puede afectar a todos los homeotermos y entre ellos al ser humano, causada por la bacteria Bacillus anthracis, un bacilo grampositivo, anaerobio facultativo y esporogénico que se encuentra en el suelo. La gravedad del carbunco en el ser humano varía según el modo de contagio y la velocidad del tratamiento; el carbunco cutáneo, la manifestación más común de la enfermedad presenta una mortalidad baja. En cambio, el carbunco pulmonar es letal en la mayoría de los casos. Las esporas de B. anthracis se han investigado como agentes de guerra biológica, y fueron utilizadas en los ataques con carbunco en 2001 como arma biológica. Wikipedia en el hombro.

La guillotina recibió, además, los apodos de navaja patriótica, abreviador nacional o, simplemente, viuda. Cada día había voceros que anunciaban la «lista de ganadores de la lotería de santa Guillotina». Acompañando a la ejecución masiva de prisioneros hubo una ola de admiradores del nuevo instrumento y fue representada en muchos tatuajes, pendientes, broches, platos, copas y cajitas de rapé.

Durante más de doscientos años los médicos franceses tuvieron un interesante tema de debate: la cabeza decapitada, ¿sigue viva cuando cae al cesto junto a las otras cabezas o mientras rueda?, ¿sigue consciente? ¿durante cuánto tiempo? Entre otras cosas, de seguir viva y consciente resultaría que la guillotina, lejos de ser una forma más piadosa, era la forma más cruel de ejecutar. En 1879 guillotinaron a un violador, asesino y necrófilo (por ese orden) llamado Prunier; cinco minutos después de su muerte el doctor E. Descarne recibió su cabeza y su cuerpo, pegó lu al oído y le llamó por su nombre. No obtuvo ninguna respuesta y probó pinchándola, rociándole amoniaco y acercándole una llama a los ojos. Siguió sin responder, pero cuando le aplicó descargas eléctricas al cuerpo observó movimientos de los brazos y las piernas (evidentemente, la causa de estos espasmos era la electricidad, no la vida del cuerpo). En 1880 el doctor Dassy de Lignières recibió una cabeza ejecutada tan solo tres horas antes. Le suministró un flujo de sangre de perro y por dos segundos pareció que se movían los labios y los párpados: «Afirmo que durante dos segundos el cerebro pensó». En 1905 el doctor Beaurieux examinó una cabeza en el momento mismo en que era separada del cuerpo y escribió:

los párpados y los labios del guillotinado trabajaron con contracciones rítmicamente irregulares durante cinco o seis segundos. Esperé varios segundos. Los movimientos espasmódicos cesaron. La cara se relajó, los párpados se entrecerraron sobre los glóbulos oculares, dejando visible sólo el blanco de la conjuntiva, exactamente como en los muertos que había tenido ocasión de ver todos los días. {…} Fue entonces cuando le llamé con voz fuerte: «¡Languille!» Entonces vi los párpados levantarse lentamente, sin ninguna contracción espasmódica ─insisto deliberadamente en esta peculiaridad─ sino incluso con un movimiento muy distinto y normal, el cual ocurre en la vita cotidiana, con gente despertada o que regresa de sus pensamientos. Después, los ojos de Languille definitivamente se fijaron en los míos y las pupilas se enfocaron. No estaba, entonces, tratando con un vago y apagado mirar sin expresión que puede ser observado todos los días en los muertos con los que uno habla: estaba tratando con unos ojos innegablemente vivos que me estaban mirando.
EL SUBMARINO
Narciso Monturiol no fue el inventor del submarino. La idea de navegar por debaj de la superficie del agua es muy antigua: un manuscrito del siglo XIII presenta a Alejandro Magno utilizando un bañil de vidrio para sumergirse durante el sitio de Tiro, en el 322 a. de C. Aunque no hay evidencia que apoye la afirmación del manuscrito, sí demuestra que la idea de sumergirse para obtener una ventaja táctica se remonta a por lo menos el siglo XIII. El primer submarino capaz de navegar fue construido en 1620 por el holandés Cornelis Jacobszoon Drebbel a caballo entre los siglos XVI-XVII. Sobre una estructura de madera tensó cuero engrasado, y los remos sobresalían de unas ajustadas lengüetas. La nave recibía ventilación a través de dos tubos que tenían un extremo flotando sobre el agua. En este ingenio cabían doce remeros, que a cuatro metros de profundidad viajaron por el Támesis desde Westminster hasta Greenwich.

Trayecto recorrido por el submarino de Cornelis Jacobszoon Drebbel

En septiembre de 1776. durante la guerra de independencia norteamericana, el navio británico Eagle sufrió un ataque insólito en aquella época: Turtle, una embarcación cerrada, se le acercó bajo el agua e intentó varias veces colocar una mina en su casco. No lo consiguió. Turtle, obra de David Bushnell, realmente tenía la forma de una tortuga y era propulsada por un único operador que cabía en su interior, que tenía que mover unas manivelas para que las hélices giraran. Su armamento constaba de un sólo torpedo o mina. Fueron varios los intentos que se hicieron para hundir barcos británicos con Turtle, pero aunque el submarino no falló como tal, como arma no llegó a rendir porque su inventor era demasiado enclenque como para guiar y al mismo tiempo propulsar la nave. Robert Fulton, inventor y pintor frustrado, propuso al gobierno francés su submarino Nautilus para que lo usara en su guerra contra Inglaterra. Los franceses al principio rechazaron la idea por considerarla atroz y poco honorable. En 1800 construyó el Nautilus financiándolo de su propio bolsillo: era un casco metálico con chapas de cobre sobre cuadernas de hierro en el que cabían tres hombres que tenían que mover las hélices a mano. La reserva de aire comprimido les permitía sumergirse durante cuatro horas. Consiguió finalmente que el gobierno francés le autorizara a usarlo, pero el viento y la marea estuvieron de parte de los barcos ingleses. Después ofreció su invento a los ingleses, pero tras dos intentos infructuosos y la victoria de Nelson en Trafalgar en 1805, los ingleses consideraron que podían defenderse bastante bien sin necesidad de sumergirse.

LA BOMBILLA
Edison mejoró la bombilla eléctrica, pero no la invernó. El honor corresponde a una larga lista de inventores que comienza con el químico ingles sir Humphrey Davy. uno de los primeros también en darse cuenta de la importancia que tendrían las propiedades anestésicas del óxido nitroso. En 1802 consiguió que una corriente eléctrica hiciera brillar un filamento de platino. En 1845 J. W. Starr presentó una patente de lámpara en la que filamentos de carbón, buen conductor del calor, brillarían dentro de una ampolla en la que se hubiese practicado el vacío. Pero Starr murió al año siguiente, y su idea fue desarrollada por el inglés Joseph Swan, que produjó una lámpara de corta duración que usaba como filamento de tiras de papel carbonizado. La corta vida de estas bombillas dejó claro que era imprescindible una bomba de vacío más eficaz que eliminara completamente el aire. En 1865 Hermann Sprengel creó la bomba de vacío de mercurio, Swan volvió a interesarse por el proyecto y en diciembre de 1878 mostró sus resultados en la Sociedad Química de Newcastle. En enero de 1879 realizó una demostración exitosa en Sunderland. Edison había empezado a desarrollar su propia bombilla en septiembre de 1878. y el 21 de octubre del año siguiente consiguió que una de ellas se mantuviera encendida durante trece horas y media: el filamento era un hilo de coser carbonizado en un homo. El 1 de octubre de 1880 Edison abrió una fábrica de bombillas eléctricas en las afueras en Menlo Park, Nueva Jersey. Swan abrió la suya en las afueras de Newcastle a comienzos de 1881. En 1883, tras algunas peleas por la patente de la bombilla, que ganó Edison y, por el método mejorado de extraer el aire, que ganó Swan, ambos inventores unieron sus fuerzas y crearon la Edison and Swan Electric Company para fabricar lámparas en Gran Bretaña.
COMUNICACIÓN A DISTANCIA
Samuel Morse tuvo poco que ver con la invención del telégrafo y el desarrollo del código que lleva su nombre. La comunicación a distancia mediante códigos de señales es muy antigua. Esquilo (siglo V a. de C.) cuenta en Agamenón que los griegos hicieron encender una cadena de hogueras en las cimas de las montañas a lo largo de 800 kilómetros, desde Troya hasta Argos, para llevar la noticia de la victoria hasta su esposa Clitemnestra.

Fogatas de aviso entre Troya y Argos

Muchos siglos más tarde en Francia se utilizaron unos telégrafos ópticos: brazos de madera en lo alto de una torre que con un código numérico transmitían letras, palabras y frases. En 1794 se terminó de construir la primera línea que iba de París a Lille, a 225 kilómetros de distancia. El responsable de este invento y de su código, el clérigo e ingeniero Claude Chappe, fue también el creador de la palabra telégrafo, es decir, «escritura a distancia».

Distancia de Paris a Lila

La idea prosperó en toda Europa: en 1796 los ingleses ya tenían líneas de semáforos que comunicaban Londres con los puertos del litoral. En 1804, el médico e inventor barcelonés, Francisco Salvá CampilloFrancisco Salvá CampilloFrancisco Salvá CampilloWikipedia, inventó un telégrafo eléctrico que, usando la pila de VoltaPila eléctricaPila seca o pila de Volta Una pila eléctrica es el formato industrializado y comercial de la celda galvánica o voltaica. Es un dispositivo que convierte energía química en energía eléctrica por un proceso químico transitorio, tras lo cual cesa su actividad y han de renovarse sus elementos constituyentes, puesto que sus características resultan alteradas durante el mismo. Se trata de un generador primario (no recargable) o secundario (recargable). Esta energía resulta accesible mediante dos terminales que tiene la pila, llamados polos, electrodos o bornes. Wikipedia , podía enviar mensajes a un kilómetro de distancia: cada letra venía indicada por un flujo de burbujas que salía de cada uno de los conductores sumergidos en agua acidulada. En 1829, Joseph HenryJoseph HenryJoseph HenryWikipedia descubrió que aislando los cables que se enrollan alrededor de un núcleo de hierro podía aumentar la potencia del electroimán eliminando los riesgos de cortocircuitos, y en 1831, cuando terminó de aislar todo el cable necesario (para lo que llegó a utilizar en cierta ocasión las enaguasEnaguaenagua La enagua es una falda usada como ropa interior pero sobre ropa interior íntima. Se lleva puesta bajo un vestido o falda para ayudarle a colgar suavemente y prevenir la irritación de la piel de telas gruesas como la lana. Las enaguas también se llevan puestas para evitar el calor y proteger las telas finas de la transpiración corporal. También se utilizan para evitar la visión del cuerpo o la prenda íntima con ropas externas translúcidas o con demasiado vuelo. La enagua también se utiliza para evitar que la electricidad estática de algunas telas haga que se peguen al cuerpo de la dama. Wikipedia de su esposa) batió todos los récords del momento: un electroimán que levantó una tonelada de peso. Ese mismo 1831 Henry construyó su primer telégrafo eléctrico: cubría un kilómetro y medio de distancia usando para ello pequeños electroimanes. y con ello se adelantó a Samuel MorseSamuel Morse Samuel MorseWikipedia, Charles WheatstoneCharles WheatstoneCharles WheatstoneWikipedia y William CookeWilliam Fothergill CookeWilliam Fothergill CookeWikipedia. Pern Henry era un gran idealista que trabajaba por el bien de la humanidad y no patentó su invento. Wheatstone y Cooke trabajaron en colaboración después de que el primero consultara con Henry y obtuvieron la patente británica en 1837. Henry también ayudó a Morse, que no entendía lo suficientemente bien la electricidad para desarrollar su propio invento. Morse, más atento a su propio beneficio que al de la humanidad, patentó bajo su nombre el sistema de Henry y el código de puntos y rayas que un ayudante de Morse. Alfred VailAlfred Lewis VailAlfred Lewis VailWikipedia, ideó para aquellos electroimanes.

Otro de los logros de Joseph Henry fue el del descubrimiento de la inducción electromagnética, la conversión del magnetismo en electricidad. La historia ha otorgado el honor a Michael FaradayMichael FaradayMichael FaradayWikipedia, quien descubrió el fenómeno en 1831, pero Henry lo había observado un año antes, aunque como era costumbre en él no se apresuró a publicar el descubrimiento ni a pedir el crédito correspondiente. Faraday, que era más honrado que Morse y lo descubrió por mérito propio, se le adelantó en la publicación.

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