Partamos de la base de que el mejor cosmético es la felicidad. También es más fácil conseguir una crema facial que ser feliz. Así que vamos a dar 10 consejos cosméticos que te ayudarán en tu día a día.
El agua que bebemos no ayuda a hidratar la piel seca. Para hacerlo hay que usar cremas hidratantes (en terminología médica, humectantes) que consigan «retener» el agua de la piel de forma adecuada, impedir la deshidratación e irritación que produce la mascarilla de la cara y la sequedad del ambiente en el cuerpo. Hidratarse por boca es fundamental para mantener la salud, sobre todo de ancianos y niños, pero no te va a hidratar la piel.
No hace falta utilizar demasiados productos sobre la piel. Una persona absorbe gran cantidad de ingredientes con médico a través de la piel a lo largo de su vida. Es importante simplificar la rutina diaria y saber qué ingredientes tienen los productos que nos aplicamos. Lo correcto es ir al dermatólogo, que valore tu tipo de piel y si tienes alguna patología tipo genérico, rosácea, intolerante, pigmentación, arrugas o atopías, que te aconseje una rutina diaria, bastaba tu tipo de piel.
No hay que excederse en la limpieza de la piel. Una o dos veces al día es más que suficiente, y mejor por la noche. A partir de dos veces al día la propia limpieza puede producir irritaciones y acné. Olvida eso que te dicen que el agua caliente abre el poro y el agua fría lo cierra. No es verdad. Y usa jabones libres de detergente, ya que irritan mucho menos.
El uso de cremas con vitamina C y retinol a partir de los 30 años han demostrado que tienen un efecto preventivo sobre el envejecimiento cutáneo. No debes dejar de proteger la cara del sol. Eso sí, controlando anualmente los niveles de vitamina D.
Muchas cremas hidratantes actúan impidiendo que la piel pierda agua, es decir, hacen un efecto barrera. Por ello no es necesario gastarse mucho dinero en una crema hidratante, ya que su mecanismo de acción es muy sencillo. Además, hay que tener en cuenta que este tipo de cremas no tiene ningún efecto antiedad, aunque la piel luzca más tersa de forma temporal.
Cuando busques un buen cosmético, mira los ingredientes, es decir, los componentes activos. Estos compuestos activos (derivados de la vitamina A, vitamina C, vitamina B, ácido azelaicoEl azelaico es un tipo de ácido dicarboxílico, que se obtiene de especies cereales, como el trigo, la cebada o el centeno. Es, por lo tanto, un ácido natural. El ácido azelaico (lo encontrarás en el INCI de los cosméticos como azelaic acid) ofrece numerosos beneficios cuando se aplica sobre la piel. Por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias, antioxidantes y despigmentantes, se utiliza para tratar algunos tipos de acné, mejorar manchas, reducir el enrojecimiento en pieles sensibles y afinar la textura de la piel. Wikipedia, etc.) no suelen ser naturales, pero son eficaces y seguro para mejorar tu piel si se usan de la forma adecuada. Y no pasa nada si en la composición hay conservantes. Los cosméticos requieren conservantes para que mantengan su eficacia. Por lo general, los productos naturales sin conservantes suelen irritar y producir más alergias en la piel.
Las personas que son diagnosticadas de «piel sensible» en realidad tienen o bien rosácea, dermatitis atópica o intolerancia a cosméticos. Un consejo para este tipo de pieles: cuantos menos productos uses, mejor. Y de aquello que utilices, lo ideal es que tengan cuantos menos ingredientes mejor, sobre todo fragancias, exfoliante o conservantes. No deben lavarte la cara más de una vez al día y siempre con productos suaves, sin detergente. Los fotorreceptores físicos irritan menos que los químicos.
Una crema jamás va a mejorar la flacidez, ni la celulitis, ni va a eliminar una arruga o una estría. Pero si puede refrescar e iluminar tu piel evitando que parezca «apagado».
Es cierto que determinados productos activos como el retinol o la vitamina C pueden irritar al principio y luego la piel se va acostumbrando, pero el efecto beneficioso de todos los ingredientes que recomiendan los dermatólogos en las cremas siguen haciendo efecto sobre la piel, aunque las lleves usando años.
Incluso aunque no se abra el envase. Por ello las que estén caducadas hay que desecharlas porque no protegen como dice el envase (todas llevan dibujadas una cajita abierta con un número dentro acompañada de una M; 12M significa tirar a los 12 meses de abrirla).