El origen de la cruz como símbolo de la fe cristiana se remonta a el emperador romano Constantino II el Grande (± 280-337). Cuenta Eusebio Pánfilo, biógrafo de Constantino, que cuando este último se dirigía a hacia Majencio sobre el año 312, donde se iba a disputar la batalla conocida como del Puente Milvio, apareció de pronto una cruz rodeada por la frase In hoc signo vences («Con este signo vencerás»). A partir de entonces Constantino mandó que todas sus tropas portasen el símbolo tal y como relata la historia. Ya en el año 325, durante el Concilio de Nicea, el emperador decretó que fuese adoptada la cruz como símbolo oficial de la religión cristiana.
Adolf Hitler
Según algunos biógrafos de Adolf Hitler (1889-1945) padeció cáncer de garganta, del que fue tratado durante toda su existencia por Otto Heinrich Warburg, médico judío que pudo trabajar con él, a pesar de su antisemitismo.
Julio César
El mayor banquete de que se tiene noticia fue el que ofreció Julio César cuando regreso victorioso de Oriente. Su colocaron 22.000 mesas para un total de 260.000 personas.
La iglesia
En Portugal, a principios del siglo XVIII, la iglesia era propietaria de las dos terceras de la tierra.
Edward Kennedy
Uno de los primeros escándalos públicos de Edward Kennedy (1932-2009) sucedió en 1951, cuando fue suspendido en su primer año de Universidad en Harvard cuando se tuvo constancia segura de que un amigo suyo se había examinado por él en la asignatura de idioma español.
María Antonieta
Según leyenda, un pecho de la reina francesa María Antonieta (1755-1793), esposa de Luis XVI, sirvió de molde para fabricar la primera copa de champán de la historia. Por más que pienso en una teta y una copa de champán ni le veo parecido a no ser que la tenga pequeña, chuchurria y descolgada.
Torre Eiffel
El 14 de enero de 1887, poco días antes de que se iniciara la construcción de la Torre Eiffel, el periódico Le Temps de París publicaba una carta abierta de protesta firmada por numerosos intelectuales franceses (Gounod, Maupassant, Leconte de l’Isle, Léon Bloy), que calificaban la torre de «esqueleto horroroso» o de «Notre∼Dame de la quincalla». Pese a las críticas, la torre inicio su camino ascendente gracias a la aportación de 140 millones de pesetas aportados por Alexandre Gustave Eiffel, el propio arquitecto, a cambio de la explotación comercial y turística durante 20 años. El cambio fue rentable, solo en el primer año la visitaron 1.970.000 personas, dejando los primeros 200.000 francos para la amortización de la deuda.
Gustave Eiffel presentó su proyecto a diversas ciudades antes de ir a París, entre las que destaca Barcelona, sin embargo, en todas fue rechazado. Además de ser el creador de esta popular torre, a Eiffel también se le atribuye la estructura de La Estatua de la Libertad.
El 31 de marzo de 1889 se finalizó la torre. Se colocó en el campo de Marte en 26 meses con un equipo permanente de 60 obreros (unos 240 aproximadamente repartidos en tres turno) que se conducían por las instrucciones de los 5.300 planos elaborados y los 50 ingenieros que los dirigían. En un principio iba a medir 312,27 metros, pero con el añadido de la antena alcanzó 320,75 metros. Según las condiciones meteorológicas, esta altura varia en 18 centímetros. Pesa un total de 10.000 toneladas, de las cuales 7.300 son del esqueleto metálico. El viento crea una oscilación en la máxima altura de ± 7 centímetros. Los pilares están orientados hacia los cuatro puntos cardinales. El cuadrado que describe la base tiene de lado 125 metros de lado.
Para llegar al punto más alto de la torre, se deben subir 1662 escalones, sin embargo del segundo nivel a la cima se encuentra cerrado al público, por lo que es obligatorio utilizar el ascensor. Para llegar al primer nivel deben subirse 360 escalones y para el segundo 359. Los remaches metálicos para crear la estructura fueron de 1.050.000. Hubo que quitar peso en 1980, pues lo modernismos instalados ─antenas de comunicación, los ascensores, museo, tiendas y restaurantes─ para llegar a la última planta. Hubo que aligerar 1.343 toneladas. Cuenta con 108 pisos y más de 5 millones de luces distribuidas en todo el largo y ancho de la torre. Sus cimientos tienen una profundidad de 30 metros. Cada cinco años la torre es pintada con 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión del material, razón por la que ha tenido varios colores, entre los que destacan amarillo y gris; además en el primer piso es posible votar por el próximo color del que se pintará.
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PEDRO TOMÁS || Técnico en Telecomunicaciones
Me apasiona la tecnología, pero también me apasionan las humanidades. Por este simple motivo no llegaré a ser nunca un buen técnico y tampoco un humanista creible.
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