Hoy sabremos cuál es el origen de la Cruz de la fe cristiana; sobre una de las enfermedades de Adolf Hitler; el impresionante número de gente que fue a un banquete en la antigua Roma; la inmatriculación de la Iglesia portuguesa en el siglo XVIII; de las trampas de Edward Kennedy en la Universidad de Harvard; los pechos de María Antonieta y el origen de la copa de champán; y, para terminar, profundizaremos un poco más en la construcción de la torre Eiffel.











Gustave Eiffel presentó su proyecto a diversas ciudades antes de ir a París, entre las que destaca Barcelona, sin embargo, en todas fue rechazado. Además de ser el creador de esta popular torre, a Eiffel también se le atribuye la estructura de La Estatua de la Libertad.
El 31 de marzo de 1889 se finalizó la torre. Se colocó en el campo de Marte en 26 meses con un equipo permanente de 60 obreros (unos 240 aproximadamente repartidos en tres turnos) que se conducían por las instrucciones de los 5300 planos elaborados y los 50 ingenieros que los dirigían. En un principio iba a medir 312,27 metros, pero con el añadido de la antena alcanzó 320,75 metros. Según las condiciones meteorológicas, esta altura varía en 18 centímetros. Pesa un total de 10.000 toneladas, de las cuales 7300 son del esqueleto metálico. El viento crea una oscilación en la máxima altura de ± 7 centímetros. Los pilares están orientados hacia los cuatro puntos cardinales. El cuadrado que describe la base tiene de lado 125 metros de lado.
Para llegar al punto más alto de la torre, se deben subir 1662 escalones; sin embargo, del segundo nivel a la cima se encuentra cerrado al público, por lo que es obligatorio utilizar el ascensor. Para llegar al primer nivel deben subirse 360 escalones y para el segundo 359. Los remaches metálicos para crear la estructura fueron de 1 050 000. Hubo que quitar peso en 1980, pues los modernismos instalados —antenas de comunicación, los ascensores, museo, tiendas y restaurantes— para llegar a la última planta. Hubo que aligerar 1343 toneladas. Cuenta con 108 pisos y más de 5 millones de luces distribuidas en todo el largo y ancho de la torre. Sus cimientos tienen una profundidad de 30 metros. Cada cinco años la torre es pintada con 50 toneladas de pintura para evitar la corrosión del material, razón por la que ha tenido varios colores, entre los que destacan amarillo y gris; además en el primer piso es posible votar por el próximo color del que se pintará.