Soy ateo por convicción, no por modismo. Estudie en un colegio de curas y he de agradecerles lo que hicieron por mí, que consistió básicamente en no permitir que me convirtiera en un bellaco. Como todo niño de aquella época que estudiase en colegios de curas, después de haber sido monaguillo, evidentemente, tenía como meta final convertirme en cura, obispo y Papa, estrictamente en este orden. La cosa no salió como esperaba.
Constaté desde que era un crío que fui uno de los pocos que me leí la Biblia como si fuera un magnífico cuento, como no podría ser de otra manera. Pero no me leí la Biblia tradicional, el tocho ese con hojas finísimas que en un apuro servían para hacer cigarritos. Me la leí de una enciclopedia que tenía mi padre, un señor que nació antes de la guerra, que venía resumida y con ilustraciones, incrustada entre las materias de ciencias sociales y literatura. Cuando tuve plena conciencia de que demonios me había leído, llegué a la conclusión de que si la Iglesia quisiera que los ateos no existieran, tendría que convertir la Biblia en un libro sagrado prohibido, inaccesible para la mayoría de los mortales, excepto los que van a predicar la palabra para inducir a la adoración del texto bíblico y los hechos y acontecimientos que en ella acaecen.
Años después fui padre y descubrí que cualquiera, incluido yo mismo, fíjate tú, tiene el poder, es más, la obligación de hacer lo mismo que hicieron los hermanos de La Salle conmigo. En consecuencia, la educación en valores no se debe a transmisión de unas creencias religiosas, sino a una manera de pensar y actuar que te han inculcado personas ajenas o propias de la familia y que, a su vez, tú eres capaz de inculcar. Un ateo puede educar en valores sin tener conocimientos de religión ni de dioses.
Pocas personas más generosas y bondadosas que mi madre he conocido. Y también, pocas personas más honradas y rectas que mi padre. Lo que me extraña es que yo haya salido tan normalizado, aunque si he de decir la verdad, hubo una época de mi vida bastante oscura. He de mencionar que me casé con una persona maravillosa, dulce, comprensiva y respetuosa que ha conseguido sacar lo mejor de mí y entre los dos criar a una mujer sensible, educada, justa y responsable. Sin olvidar a todas aquellas personas que me han importado y a las que he amado a lo largo de mi vida, no sé cómo, han sido siempre mucho mejores personas que yo.
Para no perder más tiempo vamos allá con algunas ideas de ilustres personas del mundo de las artes, las ciencias y el pensamiento que parece que no están de acuerdo con la idea de un dios supremo o similar.
Los viejos interrogantes de Epicuro aún no se han resuelto. ¿Desea Dios prevenir el mal pero no puedo evitarlo? Si es así, Dios es impotente. Pero ¿y si no quiere? Entonces es malévolo. ¿Puede y quiere Dios evitarlo? Si es así ¿es despreciable?
Estamos aquí porque un extraño grupo de peces tenía una aleta de peculiar anatomía que pudo transformarse en las piernas de unas criaturas terrestres; porque la Tierra no se congeló por entero durante una glaciación; porque una pequeña y frágil especie que surgió en África hace doscientos cincuenta mil años se las ingenio para sobrevivir contra viento y marea. Anhelaríamos una respuesta «más elevada», pero no la hay.
La Geología muestra que los fósiles pertenecen a distintas edades. La Paleontología muestra la cadena de los fósiles, las especies que presentan cambios a lo largo del tiempo. La Taxonomía establece las relaciones biológicas entre especies. La Evolución es la explicación que subyace a todas estas ciencias. El Creacionismo es la acción de cerrar los ojos y berrear: «¡No!»
Si Jesús era judío, ¿cómo es que tiene un nombre mexicano?
Dos manos trabajando pueden hacer más que mil manos juntas rezando.
Dale a un hombre un pez, y lo alimentará su día. Dale una religión y se salvará de la muerte mientras esté rezando para conseguir un pez.
Dios quería ese de vacaciones, así que le preguntó a San Pedro adónde podía ir.
—¿Por qué no Júpiter? —le dijo San Pedro.
—No, demasiada gravedad, cuesta mucho caminar por allí —respondió Dios.
—Bueno, ¿qué tal Mercurio?
—No, demasiado calor.
—Vale —contestó San Pedro —. ¿Y la Tierra?
—No —dijo Dios—. Hay mucho chismorreo. Cuando estuve allí hace dos mil años, tuve un asunto con una judía y aún están hablando de ello.
VIAJERO: Dios ha sido increíblemente generoso con sus campos, señor granjero.
GRANJERO: Debería haber visto cómo los dejó cuando no estaba por aquí.
En religión hay tres verdades:
1. Los Judíos no reconocen a Jesús como el Mesías.
2. Los por sextantes no reconocen al Papa como el líder del cristianismo.
3. Los baptistas no se reconocen los unos a los otros ni en las tiendas de vinos ni en las salas de fiestas.
Si te crees que hay un Dios, un Dios que hizo tu cuerpo y aún así piensas que puedes hacer algo sucio con ese cuerpo, entonces el problema es del fabricante.
Si Jesús hubiera sido asesinado hace veinte años, los niños de los colegios católicos llevarían cadenita con sillas eléctricas alrededor de sus cuellos en vez de cruces.
Jesucristo y Moisés están en la catedral de San Patricio, mirándolo todo. Jesucristo está confundido por la magnificencia del interior, su estilo barroco, rococó. Siguen caminando y van a parar al Spanish Harlem, y allí Jesús se pregunta por qué diablos cincuenta puertorriqueños viven en una única habitación cuando aquella vidriera de colores costaba tres mil dólares el metro cuadrado.
Desde el punto de vista de la tenia, el hombre fue creado por Dios para satisfacer su apetito.
Todas las grandes verdades empiezan como herejías.
¿Por qué debemos seguir los consejos del Papa sobre sexo? Si sabe algo del tema, no debería saberlo.
El hecho de que un creyente es más feliz que un escéptico no apunta a nada más que el hecho de que un borracho es más feliz que un hombre sobrio.
El Paraíso, tal como lo imaginamos según la convención, es un sitio tan y Dios, tan soso, tan inútil, tan triste, que nadie se ha atrevido nunca de escribir un día entero en él, a pesar de que muchísima gente ha descrito un día en la playa.
A los ateos a menudo se les acusa de blasfemos, pero ese es un delito que no pueden cometer… Cuando un ateo analiza, denuncia o satiriza a los dioses, no se refiere a personas sino a ideas. Un ateo incapaz de insultar a Dios, porque él no admite la existencia de semejante ser.
Como evidentemente es inconcebible que todas las religiones sean verdad, lo más razonable es pensar que todas están equivocadas.
Todos los niños son ateos. No tienen ni idea de Dios.
Rechazo que ambos seamos ateos. Yo sólo creo en un Dios menos que tú. Cuando tú comprendas por qué rechazas todos los demás dioses posibles, entenderás por qué yo rechazo el tuyo.
Con los misterios de nuestra religión ocurre como con las saludables píldoras para los enfermos, que si uno se las traga enteras tienen la virtud de curar, pero que si se mastican, la mayoría se digieren sin ningún efecto.
Marx estaba equivocado. La religión no es el opio del pueblo. El opio sugiere algo narcotizante, paralizante, embotador. Demasiado a menudo la religión ha sido un afrodisíaco para el horror, una Benzedrina para la barbarie. En su mejor versión alza y eleva los espíritus. En la peor ha llevado a civilizaciones enteras al cementerio.
La religión es lo que impide a los pobres asesinar a los ricos.
Yo creería en una religión que pudiera demostrar que ha existido desde el principio del mundo. Pero cuando veo a Sócrates, Platón, Moisés y Mahoma, no creo que exista ninguna. Todas las religiones deben su origen a los hombres.
Si tuviera que escoger una religión creo que me convertiría en una volador del sol. El sol da vida y fertilidad a todas las cosas. Es el Dios verdadero en la Tierra.
Que cosas más viles y crueles pueden hacer los hombres por el amor de Dios.
Bueno, a menudo he pensado que la Biblia debería tener una faja en la cubierta que dijera: «Esto es una obra de ficción». Lo digo por eso de caminar sobre las aguas, que, reconozcámoslo, requiere todo un acto de fe.
Allí donde es un deber adorar el sol, casi seguro que es delito analizar las leyes del calor.
La fe es el fundamento de lo que se espera y la prueba de lo que no se ve.
Cuantos celebran el nacimiento de Nuestro Señor. Que pocos observan sus preceptos. ¡Oh! Es más fácil tomarse unas vacaciones que obedecer unos mandamientos.
{El pensamiento religioso} es un intento de encontrar una salida allí donde no hay puerta.
La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo se que es redonda, porque visto su sombra en la Luna, y yo tengo más fe en una sombra que en la Iglesia.
Tres cuartas partes de los norteamericanos creen realmente en los milagros. El número de los que creen en el demonio, en la resurrección, en que si Dios hace esto o lo otro… es impresionante. Estas cifras no las hallará usted en ninguna parte del mundo industrializado.
Los hombres discuten por la religión, escriben sobre ella, se pelean por ella, mueren por ella… cualquier cosa, excepto vivir por ella.
Cada paso que la inteligencia ha dado en Europa ha sido en contra del partido clerical.
De todas las plagas que afligen a la Humanidad la tiranía eclesiástica es la peor.
Un tirano… siempre debe mostrar un particular celo en el culto a los dioses. La gente teme menos ser tratada injustamente por estos tiranos si piensan que el gobernante teme a los dioses y los tiene en consideración. Y son menos propensos a conspirar contra él si creen que los dioses son amigos de dicho tirano.
Es necio pedir a los dioses lo que un hombre puede conseguir por sí mismo.
Si Dios hubiera escuchado los ruegos de los hombres, estos no hubieran tardado en perecer. Por eso los hombres no dejan de rezar deseando lo peor a su vecino.
La credulidad y la ingenuidad se consideran rasgos indeseables en cualquier aspecto de la vida humana, excepto en la religión, ¿por qué nos animan los hombres piadosos a que renunciemos a nuestro «sagrado don» cuando vamos más allá de sus barreras mentales?
A un creyente no se le puede convencer de nada porque sus creencias no se basan en pruebas, se basan en una muy profundamente arraigada necesidad de creer.
Continuamente recibo cartas de personas que me dicen: «¡Oh, Dios proveerá!» Pero hasta ahora nunca lo hecho. No entiendo por qué creen que lo harán en el futuro.
Nadie trata a un coche tan estúpidamente como tratamos a las personas. Cuando el coche no quiere ir, no le echamos la culpa a su molesta tendencia a pecar. No decimos: «Eres un coche malo y no te volveré a dar gasolina hasta que vayas». Un intenta descubrir que falla y arreglarlo.
Nunca ha habido nada tan absurdo como que miríadas de personas estén tan dispuestos a que le vendió, a menudo tan apasionadamente que lucharían hasta la muerte antes que abandonar sus ilusiones. En mi opinión esta es una buena definición operativa de la locura.
Todas las religiones, con sus dioses, sus semidioses y sus profetas, sus energías y sus santos, fueron creadas por hombres crédulos y fantasiosos que no alcanzaron su pleno desarrollo ni la plena posesión de sus capacidades.
El hecho de que, aparentemente de boquilla, una misteriosa deidad te permite hacer salvajadas los miércoles y te da la absolución el domingo es como tener una línea de crédito sin límite en el banco.
Todas las religiones prometen una recompensa en la otra vida eterna por las excelencias del deseo o del corazón, pero ninguna por las excelencias del intelecto hola comprensión.
Si ése es tu Dios, no es tan impresionante. Tiene muchos problemas psicológicos. Es muy inseguro. Pide que lo adoren siete días a la semana. Se descuida y crea a un uso humano defectuosos y luego les echa la culpa por sus errores. Es muy pobre excusa para un Ser Superior.
Todo el asunto de la religión me parece profundamente interesante. Pero lo que me deja perplejo es que haya personas inteligentes que se lo tomen en serio.
Tal vez la raíz de nuestros problemas, los problemas de los hombres, es que queremos sacrificar toda la belleza de nuestras vidas, que queremos encadenarnos a tótems, tabúes, cruces, sacrificios sangrientos, campanarios, mezquitas, razas, ejércitos, banderas, naciones, a fin de negar el hecho mismo de la muerte, que es el único hecho cierto que tenemos.
La idea de que Él apartada su atención del Universo para concederme una bicicleta con tres velocidades es tan inverosímil que no puedo creérmela.
La fe es una bonita invención
para los caballeros que creen.
Pero los microscopios son más prudentes
en una emergencia.
La fe es creer en ciertas cosas por definición, cosas que no se justifican por la razón. Si las pudiera justificar la razón, ya no serían fe.
Recuerdo la historia del filósofo y el teólogo. Ambos se enzarzaron en una disputa y el teólogo recurrió a la vieja frase de que un filósofo es como un ciego en una habitación a curar, buscando un gato negro que no está allí. «Puede ser —dijo el filósofo—, pero un teólogo lo habría encontrado».
Es un insulto adiós creer en Él. Por un lado se supone que ha cometido actos de una inaudita crueldad. Por otro se supone que ha dado perversamente a las criaturas humanas un instrumento —su intelecto— que debería llevarlos inevitablemente, si son desapasionados-estos, a negar su existencia. Es una tentación llegar a la conclusión de que si Él existe, a quien ama más es a los ateos y agnósticos, entre todos los que se reclaman instruidos. Porque ellos son los únicos que se lo toman en serio.
Antiguamente se acababan aceptando los milagros, una explicación científica no admite discusión.
Si vamos a enseñar «la ciencia de la creación»… como una alternativa a la evolución, también debemos enseñar «la teoría de la cigüeña» como una alternativa a la reproducción biológica.
La ciencia… ha abierto nuestros ojos al vasto universo y nos ha aportado luz, verdad y nos ha liberado del miedo allí donde antes había oscuridad, ignorancia y superstición.
Éste siglo será llamado el siglo de Darwin. Fue uno de los hombres más grandes que nunca pisó la Tierra. Explicó más fenómenos de la vida que todos los maestros de la religión. Su doctrina de la evolución, su doctrina de la supervivencia del más apto, su doctrina del origen de las especies han arrancado de todas las cabezas pensantes el último vestigio del cristianismo ortodoxo. No sólo afirmó sino que demostró… que la Biblia es un libro escrito desde la ignorancia y para infundir miedo.
El laicismo no tiene ningún misterio, ni santos, ni clérigos, ni ceremonias, ni falsedades, ni milagros, ni persecuciones. Valora los lirios del campo y piensa en el mañana. Mira al mundo. Hace que puedas comer, beber e ir vestido; hace que puedas disfrutar; hace que no tengas que anhelar, hacer que puedas dar y que nunca necesites nada.
Se cuenta que el gran Miguel Angel, al decorar una iglesia, pintó unos ángeles llevando sandalias. Un cardenal le dijo al pintor al verlo: «¿Quién ha visto unos ángeles llevando sandalias?» Miguel Angel le respondió con otra pregunta: «¿Quién ha visto un ángel descalzo?»
Con jabón, el bautismo es una buena cosa.
La vieja doctrina de que… Dios premia al virtuoso y castiga al malvado se esfuma si reflexionamos. Sabemos que algunos de los peores hombres tienen lo que se llama éxito. Sabemos que algunos de los mejores hombres duermen en la paja del fracaso. Sabemos que los honrados pasan hambre, mientras que los ladrones se dan el banquete. Sabemos que los viciosos tienen todas las comodidades, mientras que el virtuoso vestido con andrajos.
La Biblia sirve de inspiración dependiendo de la ignorancia de quien la lee.
Tengo muy poca confianza en cualquier empresa, negocio o inversión que prometa dividendos sólo después de que se mueran los accionistas.
La ciencia a hecho más por el desarrollo de la civilización occidental en cien años que el cristianismo en ochocientos.
FRANCISCO FERRER Y GUARDIA
Cuando las masas estén mejor informadas sobre la ciencia, menos sentirán la necesidad de recibir ayuda de unos elevados poderes sobrenaturales.
No creas sin pruebas. Trata las cosas divinas con gran respeto. Ni te acerques a ellas.
La Naturaleza y las leyes de la Naturaleza yacen ocultas en la noche;
Dijo Dios: «Hágase Newton» y todo fue luz.
Es obvio que quien se adhiere a las enseñanzas de la Iglesia como si fueran unas normas infalibles, asume todos los puntos de dichas enseñanzas.
Si no existiera Dios, no habría ateos.
Sólo el ateo se da cuenta de cuán moralmente inaceptable es para los supervivientes de una catástrofe haber sido perdonados por un Dios amoroso mientras que ese mismo Dios ahogado a unos niños en sus cunas.
Parece que si nuestra especie alguna vez se extingue a sí misma por una guerra, no será porque está escrito en las estrellas sino porque está escrito en nuestros libros. Esto es lo que pasa con palabras como «Dios» o «Paraíso» y «pecado» en el presente y lo que determinará nuestro futuro.
Si es infinitamente bueno, ¿por qué razón debemos tenerle miedo? Si es infinitamente sabio, ¿por qué tenemos dudas sobre nuestro futuro? Si lo sabe todo, ¿por qué le informamos de nuestras necesidades y lo fabricamos con nuestras plegarias? Si está en todas partes, ¿por qué le erigimos templos?
Si la ignorancia de la naturaleza dio lugar a los dioses, el conocimiento contribuye a su destrucción.
Cuando estaban en Irlanda interpretando mi espectáculo de monólogos… le dije al público que yo era ateo y una mujer se levantó y dijo: «vale, pero ¿en que Dios no creen? ¿En el de los católicos o en el de los protestantes?».
En su lecho de muerte, a Henry David Thoreau le preguntó su tía: «Henry, ¿estás en paz con Dios». Thoreau le respondió: «No sabía que nos hubiéramos peleado».
No me acuerdo donde leí que un cazador esquimal le preguntó a un misionero: «Si no se nada sobre Dios y el pecado, ¿iré al Infierno?» «No —le dijo el misionero—. No irás por no saber nada». «Entonces ¿por qué me cuenta nada?»
¡No soy un mal tipo! Trabajo duro y quiero mis chavales. Entonces ¿por qué tengo que pasarme medio domingo escuchando que voy a ir al Infierno?
Por lo general no soy un hombre que rece, pero si estás por aquí, por favor, sálvame Supermán.
Una cosa que no me preocupa es si Dios existe o no. Pero sí que pienso que Dios tiene Alzheimer y que se ha olvidado de que los que existimos somos nosotros.
Cuando era un muchacho mi padre me enseñó que para ser un buen católico tenía que confesarme en la Iglesia si alguna vez tenía pensamientos impuros con una chica. Cada tarde tenía que ir corriendo a confesar mis pecados. Y a la otra, y a la otra. Al cabo de una semana decidí que la religión no estaba hecha para mí.
Dios, Satán, el Paraíso y el Infierno, todo se desvaneció un día cuando tenía 15 años, cuando, casi de repente, pero no la fe. Lo recuerdo muy vivamente. Yo iba un colegio inglés por entonces. La revelación ocurrió durante una clase de latín y luego, para poner a prueba mi recién descubierto ateísmo, me compré un sándwich de jamón bastante insulso y de esta forma tomé por primera vez la carne prohibida del cerdo. Ningún rayo llegó para abatirme. Recuerdo que pensé que el hecho de que hubiera sobrevivido me confirmó lo acertado de mi nueva actitud.
Los tres grandes apóstoles del ateísmo práctico, los que hacen prosélitos sin pretenderlo, y los que los conservan sin rezos son la Riqueza, la Salud y el Poder.
MONSEÑOR LORENZO ALBACETE
Cuando miré por primera vez ese horror del 11 de septiembre, esa bola de fuego, en esa explosión de horror, lo supe. No supe antes de que se dijeron nada sobre quien lo había hecho o por qué. Reconocía una vieja amiga. Reconocí a la religión.
Todos los dioses están muertos excepto el Dios de la guerra.
No esperes el Día del Juicio Final. Se celebra cada día.
Correctamente leída, la Biblia es el más potente refuerzo del ateísmo jamás concebido.
Nuestra Biblia nos revela el carácter de nuestro Dios con minuciosa e implacable exactitud… Es quizás la biografía más condenatoria que nunca se ha impreso.
El hombre es un animal religioso… Es el único animal que tiene la religión verdadera, al menos bastantes de ellos. Es el único animal que ama al prójimo, asimismo, y le corta la garganta si su teología no es la correcta. Hay que un cementerio del mundo tratando de hacer el máximo bien para su hermano allanándole el camino para que obtenga la felicidad en el Cielo.
Tú crees en un libro en el que hablan animales, magos, brujas, demonios, en el que los palos se convierten en serpientes, la comida cae del cielo, la gente camina sobre las aguas, y toda clase de historias mágicas, absurdas y primitivas. ¿Y dices que yo soy el que está loco?
Estoy convencida ahora de que los niños no deben someterse al horror que es la religión cristiana… Si la idea de un padre que trama como darle muerte a su hijo se presentan los niños como algo hermoso y merecedor de la migración de la sociedad, ¿qué tipo de comportamiento se les pueden presentar como reprensibles?
Los Evangelios realmente enseñan esto: antes de matar a alguien, asegúrate de que no esté bien relacionado.
La civilización no alcanzará su perfección hasta que la última piedra de la última iglesia caiga sobre el último sacerdote.
La religión ha provocado más disensiones entre los hombres que cualquier otra cosa.
Me parece necesario lavarme las manos después de haber estado en contacto con los creyentes.
{Stendhal} me robó el mejor chiste ateo que yo podría haber hecho: «La única excusa de Dios es que Dios no existe».
«Tener fe» es no querer saber la verdad.
Todas vuestras teologías occidentales, toda su mitología, se basan en la idea de que Dios es un delincuente senil.
El cristianismo es la más ridícula, absurda y sangrienta religión que nunca ha asolado el mundo.
La gente común de la religión como si fuera algo cierto; los filósofos como algo falso y los gobernantes como algo útil.
Para conocer la religión de una persona no necesitamos saber su profesión o su fe, debemos, descubrir su tipo de intolerancia.
De la misma forma que la oruga pone sus huevos en las hojas más bonitas, el cura coloca sus maldiciones entre los gozos más excelsos.
La religión es para la gente que teme ir al infierno, mientras que la espiritualidad es para la gente que, como yo, ya a estado allí.
En cada pueblo un hombre enciende una llama, el maestro. Y otro la apaga soplando, el cura.
Rezar es como una mecedora, te da algo que hacer pero no te lleva ningún sitio.
Dios es amor, pero es mejor el amor con papeles.
MICHEL EYQUEMDE MONTAIGNE
En nada secretan firmemente como en lo que apenas se conoce.
Todas las religiones son igual de sublimes para el ignorante, igual de útiles para el político e igual de ridículas para el filósofo.
La mayor tragedia de toda la historia de la Humanidad quizá sea que la religión ha secuestrado la moralidad.
Parece ser que hay un espantoso error que comete la gran mayoría de la gente y que produce que, cuando uno deja de creer, deja de comportarse como es debido.
Allí donde la moralidad se basa en la teología, allí donde lo correcto siempre depende de una autoridad divina, pueden justificarse e instaurarse las cosas más inmorales, injustas e infames.
No creo que creer en Dios tenga mucho que ver con la calidad moral de las personas.
Las personas más felices que he conocido eran aquellas que no tenía ninguna preocupación por su alma, aquellas que ponían su mejor empeño en mitigar las desgracias de los demás.
La responsabilidad del hombre aumenta en la medida en que decrece la de los dioses.
El problema con la moralidad religiosa deriva no de que sea una moralidad esencialmente pura, sino de que sea una religión irremediablemente inintangible.
Creo que nuestra obligación es mejorar la vida porque esa es nuestra obligación para con los demás como seres humanos. Nada que ver con recompensas eternas ni castigos infernales.
Se cuenta una historia… bastante conocida, de cuando los misioneros vinieron a África. Ellos tenían la Biblia y nosotros, los nativos, la tierra. Y entonces ellos dijeron «Vamos a rezar» y nosotros, obedientemente, cerramos los ojos. Y cuando volvimos a abrirlos ellos tenían la tierra y nosotros la Biblia.
Maravilla ver cuánto tiempo pasan las buenas gentes luchando contra el mal. Si sólo emplearán esa misma energía en amar a sus semejantes, el diablo se moriría de aburrimiento.
El ateísmo da el sentir; la filosofía, la piedad natural; las leyes, la reputación. Todo ello pueden ser guías para la virtud moral exterior, aunque la religión no. Pero la superstición anula todo esto y elige una monarquía absoluta en las mentes de los hombres.
Todas las religiones han basado la moralidad en la obediencia, esto es, en la voluntaria esclavitud. Ésta es la razón por la que siempre han sido más perniciosas que cualquier organización política. Éstas usan la violencia, aquellas de la corrupción de las voluntades.
La religión es un insulto a la dignidad humana. Con ella o sin ella hay gente buena haciendo cosas buenas y gente mala haciendo maldades. De que haya gente buena haciendo maldades ya se ocupa la religión.
Dios es un contenedor para todo lo que no entendemos.
Puedo vivir con dudas y con incertidumbre. Creo que es mucho más interesante vivir sin saber que teniendo respuestas que pueden ser erróneas.
Nunca verás que los animales caigan en el absurdo y que cometan frecuentes locuras a causa de la magia y la religión… Sólo el hombre se comporta con esta gratuita locura. Es el precio que tiene que pagar por ser inteligente, pero sin serlo bastante.
Bueno, no creo que estemos aquí para algo en concreto. Sólo somos un producto de la evolución. Uno puede decir: «Oye, tu vida será muy gris si crees que no tiene un propósito». Pero yo prefiero imaginarme un buen almuerzo.
La religión está en contra de todo lo que venero: el valor, la claridad de pensamiento, la honestidad, la justicia y sobre todo el amor a la verdad.
CREADOR: Un cómico cuya audiencia tiene miedo reír.
Puedo pasar sin Dios muy bien tanto en mi vida, como en mis cuadros, pero, enfermo como estoy, no puedo pasar sin una cosa que es más grandes que yo, que es mi vida, el poder de crear.
Una vez quise convertirme en ateo. Desistir de la idea. No tienen días de fiesta.
La total ausencia de humor en la Biblia es uno de los hechos más singulares de toda la literatura.
El hombre es para los perros el ideal de lo que debería ser Dios.
Por qué será que cuando conoces a uno de esos que se llaman cristianos renacidos deseas que ni siquiera hubiera nacido la primera vez.
La ortodoxia es mi chica. La heterodoxia es la chica de otro.
Cuando estamos sufriendo anhelamos una señal de Dios, sin darnos cuenta de que ya tenemos una.
Quiero el papel de Jesús. Mi elección es lógica. Conozco el papel. Soy judío. Y soy actor… Y soy ateo, así que pueda aproximarme al personaje objetivamente. ¿Quién más podría hacerlo así?
Se hace difícil ser religioso cuando ves a algunos que no los ha fulminado un rayo.
Cuando era niño rezaba todas las noches para tener una bicicleta. Entonces medí cuenta de que el Señor no actuaba así. Así que robé una y le pedí que me perdonara.
Un tirano omnisciente y omnipotente no es tan diferente de los tiranos terrenales que hacen cualquier cosa, y para quienes las personas no son más que meros engranajes de la máquina que ellos controlan. Un ateísmo que rechace a tal dios está ampliamente justificado.
Desconfío de aquellos que saben también lo que Dios quiere que hagan, porque veo que eso a menudo coincide con sus propios deseos.
La Biblia enseña que un padre puede vender a su hija como esclava (Éxodo, 11:7), que puede sacrificar su pureza (Jueces 19:24) y que puede matarla, y aún así seguir siendo un buen padre y un santo varón. La Biblia enseña que un hombre puede tener numerosas esposas, que puede venderlas, repudiarlas o cambiarlas y aún así sigue siendo un perfecto caballero, un buen marido, un hombre recto y próximo a Dios. Vaya una manera de empezar.
Encuentro muy interesante que la vida más humilde, la existencia más mísera, se atribuya a la voluntad de Dios; pero a medida que los seres humanos tienen más dinero, que su nivel de vida y su estatus empiezan a aumentar en la escala material, la responsabilidad de Dios desciende a una velocidad proporcional.
La religión es, probablemente, después del sexo, el segundo recurso más viejo que han utilizado los hombres para perder la cabeza.
No hay respuesta. No hay que buscar ninguna respuesta. Nunca ha habido una respuesta. Ésa es la respuesta.
Un buen maestro de escuela es más útil que cien sacerdotes.
DOGMA:Una mentira autoritariamente reiterada y despóticamente inculcada en la mente de una o más personas que creen que ellos creen en lo que algunos más creen.
La teología es un intento de los hombres de explicar un tema que no entienden. El intento no consiste en hallar la verdad si no es satisfacer al interesado.
La teología, al distraer la atención de los hombres de este mundo al otro, y al esforzarse en imponer a todos los hombres la religión, predicando constantemente que este mundo está lleno de miserias pero que el otro será más hermoso —o no, como puede ser el caso— ha inculcado a los hombres la idea del miedo, cuando, de lo contrario, se hubieran abandonado felizmente a la
Naturaleza.
PARAÍSO: el parque temático del imaginario cristiano.
FE: n. Creencia sin pruebas en lo que dijo uno que hablaba sin saber sobre cosas que no tienen un punto de referencia.
PAGANO: n.Criatura ignorante que comete la locura de adorar algo que puede ver y sentir.
INFIEL: n. En Nueva York, el que no cree en el cristianismo. En Constantinopla, el que cree en él.
SANTO: n. Un pecador muerto revisado y editado.
ESCRITURAS: n. Los libros sagrados de nuestra sagrada religión, que se distinguen de los escritos falsos y profanos en los que se basan todas las otras fes.
Si se me demostrara ahora mismo la luminosa existencia de Dios, ello no cambiaría estrictamente nada mi comportamiento.
Estado dentro de muchas catedrales antiguas, magníficas, maravillosas, misteriosas. Pero siempre me ido de ellas con un sentimiento de indignación debido a las generaciones de seres humanos que tuvieron que luchar contra la pobreza para construir esos altares a un dios desconocido.
EPITAFIO EN UNA LÁPIDA ROMANA
No pases de largo de mi epitafio, viajero
párate, escucha y aprende, luego sigue tu camino.
No hay ninguna barca en el Hades, ni el barquero Caronte,
Ni Eaco, el Juez, ni el perro Cerbero.
Todos los que estamos muertos aquí abajo
Nos hemos convertido en huesos y cenizas, en nada más.
Te hablado con sinceridad, vete ya, viajero,
no sea que, aunque muerto, te parezca un charlatán.
¿Qué sé yo del destino del hombre? Puedo contarte más cosas sobre los rábanos.
El escéptico no se hace ilusiones con esta vida, ni cree en la Habana promesa de la inmortalidad. Dado que esta vida, aquí y ahora, es todo lo que conocemos, nuestra opción más razonable es vivirla plenamente.
Personalmente, no me preocupa la inmortalidad lo más mínimo. No hay nada mejor que el olvido, dado que en el olvido no hay deseos insatisfechos. Estábamos en el olvido antes de nacer y no nos quejábamos. ¿Vamos a mayoritear porque sabemos que volvemos a él?
Mi posteridad está aquí. Estoy allí a donde voy, porque soy tierra de abono. Conforta mucho saber que seré el abono de un surco plantado de chirivías.
No se necesita una religión y unos castigos eternos para respaldar la idea de una sociedad bondadosa. Uno necesita una religión si le aterroriza la muerte.
No creo que los ateos deban ser considerados como ciudadanos, ni que se les deba considerar patriotas. Ésta es una nación sometida a Dios.
Aquí yace un ateo,
Todo bien vestido,
Y sin ningún sitio al que ir.
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