La potencia del mito escrito es proporcional a la sobre determinación que exhibe cada detalle de sus peripecias, pues la serpiente del Edén tiene razón, y por ejemplo comer el fruto prohibido «ardió los ojos» haciéndonos «como Dios». Dicha determinación enriquece los ritos arcaicos con un sentido intelectual propiamente dicho, donde el pensamiento discierne estratos de significado y los combina, incluyendo relaciones como coexistencia, expulsión y sucesión. La luz producida por ella torna progresivamente arduo sostener el sueño de omnipotencia. La ironía implícita en el mito mueve de un modo u otro a considerar las razones de la muerte, y las consecuencias de la civilización, introduciendo como mensaje subliminal una renuncia anexo inmediato del impulso interno con lo exterior.
Descubrir en la oposición el fondo último determina que el Sol allá de «vencer» cada día a las tinieblas, los dioses benéficos a los maléficos, los héroes a los monstruos, el orden al caos, las aguas al fuego y el fuego a las aguas; pero esto no está lejos de reconocer que el hombre debe vencerse asimismo, dominar el miedo, someter sus inclinaciones más particulares a lo común, hacerse capaz de soportar su propia insignificancia en el concierto cósmico. Para quien lo logre el premio es un presentimiento oscuro aunque consolador: conocer, y no sólo invocar, los principios de las cosas. Entretanto, la gran cuestión pendiente seguirá siendo si lo sagrado puede desligarse de la violencia en sí, denominador común de invocaciones canalizadas mediante sacrificios sangrientos.
Antonio Escohotado – Hitos del sentido
Notas sobre la Grecia arcaica y clásica – Edición Espasa, pág. 33
Me explicó que cuando ella estudiaba literatura medieval, no se hace directamente sobre el texto, sino que se utiliza un texto analizado por un especialista en literatura medieval que te va comentando todo lo que hay en el texto de lo que tú no tienes conocimiento por falta de contexto. Hay fechas, acontecimientos, vocabulario y algunas cosas más que el especialista tienen cuenta a la hora de interpretar y así poder comprender lo que se está leyendo.
Me he quedado mucho más tranquilo y he continuado leyendo. Sobrepasado este punto crítico inicial la cosa se pone mucho más adecuada al resto de los mortales, pero hay que tener en cuenta que es Antonio Escohotado, lo que quiere decir que por lo menos hay que tener una base para enfrentarse a la mayoría de sus textos. Esa frase que es un referente el los tiempos que nos ha tocado vivir, con la que nos azuzan a «puedes ser lo que tú desees» podría ser cierta, pero requiere un poco de esfuerzo, por lo menos. Y además ha creado un modelo de sociedad llena de personas descontentas por no enseñarles la realidad y adaptarte a ella y no al revés. Suerte a todos los premiados.