29/03/2024

Ted Bundy: el psicópata perfecto

En 2019 se estreno la película «Extremadamente cruel, malvado y perversoLa vida judical de Ted BundyFilmaffinity», película protagonizada por Zac EfronZachary David Alexander «Zac» Efron Zachary David Alexander «Zac» Efron Wikipedia y que muestra la vida de Ted Bundy, centrándose más en su intento de defensa de los cargos por asesinato que en los asesinatos en si. Me pareció interesante el punto de vista de como intento parecer un ser normal.

Bundy nació en 1946, en el estado de Vermont (Estados Unidos), en una casa de acogida de madres solteras. Louise Cowell, que así se llamaba su madre, sólo tenía 22 años de edad y, como vimos en el caso de Charles MansonCHARLES MANSONCharles Manson, vivió en un entorno familiar estricto pues sus abuelos profesaban la religión metodista.

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Tiempo después regresó al seno familiar y los padres de Louise fingen ante familiares y vecinos que Ted es adoptado, aunque no tenemos la certeza de que el mismo supiera si lo era o no. No se sabe si él tenía conocimiento que sus supuestos «padres» eran en realidad sus abuelos y que su madre no era su hermana. Ted declaró que se enteró de que era hijo ilegítimo durante los años de Universidad. Varios compañeros de colegio niegan que creyeran que su madre era su hermana. Ellos tenían claro que Louise era su madre.

Ted y su madre vivieron cuatro años con los padres de esta y después se mudaron a Tacoma, estado de Washington, donde su madre se casa con un cocinero que es el que le daría el apellido: John Culpepper Bundy. Los años de juventud de Ted no parecían aportar nada personalidad del futuro psicópata que pudieran haberlo marcado. Parece que todas sus necesidades de amor, comprensión y cariño estaban cubiertas por la familia. No fue discriminado con respecto a sus cuatro hermanos. Tampoco parece que las relaciones entre hermanos fueran escabrosas. Además, los compañeros de clase que han sido entrevistados posteriormente tienen una buena imagen de Ted, incluso se ha podido comprobar que sus calificaciones son correctas, incluso altas y era una persona con un índice de popularidad bastante elevado.

En el bachillerato la cosa cambia. Comenzó a verse un aislamiento de los compañeros y su rendimiento académico sufrió un bajón considerable. Declaró en esta fase que no comprendía las reglas que había que seguir para tener amigos o para conseguir relacionarse de forma sencilla y normal con las chicas. No tiene que ver todo esto con que fuera maltratado o sufriera bullyingAcoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un alumno sus compañeros., parece que simplemente perdió la admiración de sus compañeros y dejó de ser popular. Simplemente se convirtió en uno más del montón.

No tiene una idea clara de porque sufrió este cambio tan brusco. Quizá tiene que ver con esa parte de la adolescencia en la que no te sientes a gusto con la forma de vida que llevas, ni con lo que crees que te mereces. Sabemos que le gustaba la buena vida y que deseaba de forma especial tener dinero y conseguir prestigio. Ninguna de las dos cosas estaban satisfechas. Conseguir objetos caros, lo llevo a que durante los años de bachillerato cometiera pequeños hurtos en tiendas en las que robaba material de esquiar o ropa de calidad que sus padres no se podían permitir comprarle. En 1965 Ted desembarca en la Universidad y aprueba un curso de acceso, vemos que sigue con su pequeño bache. Pero en 1966 conoce a Stephanie, una joven elegante y guapa, de una buena y acomodada familia de San Francisco, que posee todo lo que Ted desea, pero que le parece que es un sueño inalcanzable. El destino parece que le da va a dar una oportunidad: la invita a esquiar, que es una de las pocas actividades en ñas que se siente seguro, con confianza suficiente como para tratar de enamorarla y lo consigue. Stephanie no estudia en la misma universidad que Ted, así que el pide el traslado a la da ella. Para impresionarla más, se matricula en un programa de lengua china. Seguramente será el único curso de su vida que recordara con felicidad; tiene una novia guapa y con estilo, no lo esconde y le presenta a sus familiares y amigos y, el por su parte esta progresando en los estudios, todo perfecto. Pero la felicidad no dura mucho. En 1967 en el primer cuarto de año, Stephanie parece agotada y cansada de Ted, lo encuentra poco maduro, se aburre con el y por ello decide romper su relación. Entonces ella decide regresar a San Francisco con su familia, y el decide seguirla, pero parece que esta estrategia no da los frutos deseados. No le queda entonces más remedio que regresar a casa, a Tacoma, con sus padres, lo que supone una decepción que seguramente traerá consecuencias inesperadas.

A raíz de su relación con Stephanie algo despertó dentro de él, exactamente una filia que consistía en mirar por las ventanas para ver si podía observar una mujer desnuda, era lo que llamamos vulgarmente un mirón, voyeur para los afrancesados. Según relata Ted un día observó una muchacha desprenderse de su ropa para acostarse y el grado de excitación fue tal que consumía todo su tiempo libre en este nuevo entretenimiento.

Uno de sus hermanos llego a comentar que el abandono de Stephanie lo dejó muy trastornado, con muy pocas ganas de seguir adelante. Se cree que en esa época fue cuando empezó a realizar los primeros ensayos de asesinato. Se dedicaba a ir estropeando los coches de las posibles víctimas: les desinfla las ruedas, le roba alguna una pieza del motor. En este periodo de prueba nunca llegó a terminar ninguna de sus fantasías por que siempre aparecía algún caballero que se prestaba a ayudar a la dama en apuros. Bundy llegó a explicar que no sabía exactamente a que estaba esperando, que sólo era como un juego para poder calcular hasta donde llegaban sus límites. En el curso 67-68 no aprovecho su estancia en la Universidad,  se dedicó unicamente a su vertiente más prosaicaQue resulta vulgar o carece de emoción o interés o elevación, por estar demasiado relacionado con lo material. que consistía en robar. Lo hizo sin control y sin sentido, asaltando casas y tiendas, lo que le llevó a acumular una cantidad ingente de objetos, desde televisores lámparas, y normalmente bebía para poder llevar a cabo estos delitos.

Llega el momento en que despierta la bestia: se engancha a la pornografía. Comienza con material suave con revistas como el Playboy, pero va subiendo de tono y se va a aficionando a la pornografía con sexo violento explícito. Nada parece cumplir sus expectativas y lo único que hace es alimentar su bestia interior con el deseo de protagonizar una historia real, en la que él mismo sea el interprete y que incluya violación y muerte.

Bundy sigue siendo como cualquier persona. En 1970 conoce a Liz, una alegre y guapa divorciada de 24 años, con dos hijos. Se comprometen como pareja y pasa mucho tiempo en casa de ella. Decide aprovechar el año y se apunta en Psicología en la Universidad de Washington, donde se convierte en un brillante estudiante. Incluso un profesor llegó a decir de el en un informe:

Ted es un joven maduro muy responsable y estable emocionalmente. […] No consigo encontrarle ningún defecto significativo.

Con esta apreciación no es extraño que en 1971, justo el año en que acaba de grado de Psicología, empezara a trabajar como consejero en la Clínica de Atención a Personas en Crisis, de Seattle. Atiende con paciencia y profesionalidad las llamadas desesperadas de las personas abandonadas por la sociedad. Conoció también a su futura biógrafa Ann Rule en este lugar, que es agente de policía que se dedica también a escribir novela policíaca.

Estas herramientas fueron descubiertas en la parte trasera del escarabajo VW de Ted Bundy el 21 de agosto de 1975.
Estas herramientas fueron descubiertas en la parte trasera del escarabajo VW de Ted Bundy el 21 de agosto de 1975

Bundy después de unos años en los que los estudios van mal y su vida amorosa es un desastre,  parece que va a enderezarse. En 1972 se gradúa y en 1973 trabaja como consultor, y también pasa tiempo en la Oficina del Gobernador ayudando a preparar una campaña electoral. Cualquiera que hubiera visto a Ted Bundy en este momento, hubiera confiado en él,  y creído que podía ser cualquier persona normal con posibilidades, que era capaz de empatizar con la gente. Además de todo esto, consiguió volver Stephanie que ahora veía en él a un hombre maduro, que se había hecho asimismo en el tiempo que habían estado separados, pero el no le cuenta que está comprometido con otra mujer, Liz.

El 4 enero 1973 una joven estudiante de 18 años regresa a su habitación cerca de la Universidad de Washington. Al día siguiente no aparece para desayunar ni a la hora del almuerzo. Ya por la tarde los compañeros deciden entrar en la habitación. Parece dormida, pero al acercarse comprueba que tiene el rostro y los pelos manchados de sangre. Habían arrancado una barra de metal de la cama y le había golpeado brutalmente. Pero al investigar un poco más a fondo, descubrieron que tenía introducido en la vagina un estetoscopioInstrumento médico en forma de trompetilla que sirve para explorar los sonidos producidos por los órganos de las cavidades del pecho y del abdomen.. La chica sobrevivió a la brutal paliza, permaneciendo 10 días en coma y por supuesto quedándole secuelas de por vida.

Éste es el primer paso que dio Ted Bundy para convertir todas sus fantasías en realidad. Se ha graduado en la facultad de Derecho y a partir de ese momento su forma de vida va a ser asesinar. Lleva toda su vida preparando este momento y ha comprobado de lo que es capaz, ya no hay vuelta atrás.

El 31 enero 1974, una estudiante de Psicología de la Universidad de Washington, Linda Healy, regresa a su dormitorio. Cuando su compañera de habitación en la residencia de estudiantes se levanta a las seis de la mañana, escucha que el despertador de Lynda que no se para. Se levanta, lo apaga y se marcha. Al final de la jornada, cuando regresan todos los estudiantes, se dan cuenta de que nadie la ha visto. Los padres de la muchacha habían quedado con ella para cenar y como no aparece, deciden avisar a la policía. Los agentes registran el dormitorio y al destapar la cama, lo primero que ven es sangre, mucha. En el armario está colgado su camisón que también esta lleno de sangre. La policía sospecha que alguien entró en su dormitorio, la golpeó hasta dejarla inconsciente y, después de hacer la cama, la secuestro. No había ningún rastro, no había nada que hubiera dejado indicios, ni cabellos, ni huellas dactilares, nada que se pudiera procesar.

El 12 marzo 1974, una joven de 19 años, Donna Manson, acudió por la noche un concierto de jazz. Nunca más regresó y nadie la volvió a ver. El 17 abril, Susan Rancourt, que también vivía en la residencia de la Universidad de Washington, fue con unos amigos al cine, después fue a lavar la ropa a un local de lavadoras automáticas a monedas, también desapareció y no dejó ningún rastro.

La policía comenzó una investigación antes que nada, preguntando a todos los estudiantes para saber si habían observado a algún extraño, alguien no habitual, que estuviera merodeando por el campus. Dos jóvenes estudiantes le comentaron a los agentes que un hombre bastante atractivo con un brazo en cabestrillo les había pedido si le podían ayudar a llevar unos libros al coche, un Escarabajo de la marca Volkswagen. No se sabe por qué, pero se negaron a ayudarle. Hubo mucho más informes como este, pero ignoramos por qué la policía no sacó ninguna conclusión de ellos.

Mientras Ted Bundy, sin comentarle nada a su novia Liz, volvía a tener un bajón con los estudios. Liz, posteriormente, recordó que durante este tiempo, Ted se comportaba de un modo un tanto «raro», sobre todo por el hecho de que le hacían peticiones sexuales poco habituales. Le solicitaba asiduamente el sexo anal, que se dejase atar los brazos a la cama y que se dejara, eso sí de una forma controlada, asfixiar.

Todo esto está ocurriendo en el estado de Washington, pero ahora Ted Bundy se desplazará a Oregón. El 6 mayo ya no regresa a la habitación que tenía en el colegio mayor Kathy Parks y por supuesto no deja rastro ninguno. Brenda Ball, de 22 años, aunque era muy independiente y se sabía cuidar perfectamente, lo demuestra el hecho de que sus compañeros decían que desapareciera durante días. En consecuencia no denuncian su desaparición hasta tres semanas después con lo que ya no hay pistas que seguir. Esto fue el 1 de junio.

Liz, la novia de Bundy es la única que está viendo los cambios raros que están ocurriendo. En su coche descubre unas muletas, una bolsa con ropa interior femenina y llaves inglesas de considerable tamaño y peso ocultada debajo del asiento delantero del conductor. Pero como está enamorado de él no le comenta esto a nadie.

El 11 junio, Bundy aparca su coche cerca de la residencia femenina de la Universidad de Washington. Entre los arbustos, ha ocultado una palanca y unas esposas. Ayudándose de unas muletas transporta unos cuantos libros. Cuando se acerca una muchacha utiliza la táctica de pedir que le ayuden a llevar los libros al coche, pero siempre es rechazado, es como si supieran que no es de fiar. Pero siempre hay un alma caritativa que en este caso era Georgeann Hawkins, de tan sólo 18 años. Cuando la confiada joven se introduce en el coche para dejarlo los libros en el asiento trasero, Bundy la golpea con la palanca y le pone las esposas. Se dirige a un sitio alejado y solitario en el campo con su presa, en ese momento la joven se despierta y le dice que no puede ir con el que mañana que un examen de español. Esta desorientada y confundida.

Bundy la golpea de nuevo y ya inconsciente es una simple muñeca de trapo sus manos. La estrangula con una cuerda y se la lleva un busca un lugar oculto, viola al cadáver hasta que amanece. Por la mañana y de regreso a su casa, va arrojando las ropa interior de la chica por la ventanilla y todos los objetos que ha utilizado para llevar a cabo su felonía. Pero por la tarde se da cuenta de que lo que ha hecho es una estupidez, así que regresa por el camino que vino y recogió todos los objetos que había ido tirando, observando en ese momento que le falta un zapato de la chica. Pero recuerda vagamente que se zapato no lo tiro por la ventanilla, así que debe estar en el lugar donde cometió el crimen. Tenía que regresar al sitio, pero decidió hacerlo en bicicleta ya que la policía podía estar por allí y si lo interrogaba con su propio vehículo y alguna persona recordaba e identificaba el coche o su paso por allí. Recuperó el zapato y también un pendiente que se había cido de la violencia con la que violo el cadáver.

El 14 julio es el día en el que lleva a cabo el doble crimen del lago Sammamish que está a 20 km de Seattle. Quizás su crimen más estudiado y recordado. En este crimen es donde la policía por primera vez encuentra pruebas sólidas para iniciar una investigación, sobre todo gracias al relato de una joven, Janice Graham, que aportó a la policía datos concretos sobre un sujeto: era un hombre atractivo, vestido completamente de blanco y con un brazo en cabestrillo que se le acercó mientras ella tomaba el sol. Era muy educado y le explicó con todo lujo de detalles que se había roto el brazo practicando deportes. Le pidió por favor se le podía ayudar a subir un botecillo en la vaca de su vehículo. La chavala se dispuso a ayudarle y conforme se acercaba el coche se dio cuenta de que allí no había ningún bote. Entonces Bundy le dijo que éste se encontraba muy cerca, en casa de sus padres. La chavala se negó a acompañarle porque sus compañeros la estaban esperando. Bundy le pidió disculpas por no haberse documentado detalladamente antes y la compañía de regreso a donde se encontraban sus cosas.

En este caso la víctima pudo escapar. Pero otras dos no lo consiguieron. Jan Ott de 23 años y Denise Naslund de 19. La primera desapareció cuando se disponía a ayudar a alguien que tenía un brazo en cabestrillo, que curiosamente se presentó como Ted. La segunda cuando fue al baño.

La policía ya tenía por lo menos el semblante de una persona física, pero descartaron que fuera el que estaba implicado en todos los casos. Se hizo un retrato robot, se recogió información sobre el vehículo y se envío toda la información a los periódicos. Se produce, entonces, un hecho insólito: Liz, la novia de Ted y Ann Rule, su biógrafa, llaman a la policía explicando que el retrato robot que han emitido es Ted Bundy, la policía recoge el dato, pero hay una lista de 3.000 sospechosos y Ted es uno más. Además las dos continúan manteniendo relaciones con el porque no creen que sea el asesino.

En septiembre aparecieron los cadáveres de las dos chicas del lago. Bueno, aparecen los huesos nada más,  ya que los animales del bosque han dado buena cuenta del resto. Bundy explicó posteriormente, que disfruto mucho en esta ocasión, ya que cuando raptó a Denise, Jan estaba todavía viva. Pudo comprobar las caras de terror de ambas cuando se dieron cuenta de que iban a ser violadas y asesinadas. Fue la primera y única vez que Bundy hizo esto.

En este mismo mes se traslada a Salt Lake City donde iba a retomar sus estudios de Derecho en la Universidad nocturna. Era un método para conseguir que la policía del estado de Washington se olvidara de el, ya que estaba en otro estado, en Utah. Pero éstos no significa que deje de matar, de hecho entre octubre de 1974 y enero de 1975, mató a cuatro muchachas más. Pero aquí se produce un punto de inflexión, cuando Carol DaRonch, se libra, gracias a su gran valor, ya que estuvo atenta y no le faltaron reflejos para no ser apresada por Bundy.

Carol estaba comprando en un centro comercial a las afueras de Salt Lake City, cuando se le acercó un hombre atractivo y bien parecido que le comento que era oficial de la policía. Le preguntó si una matrícula determinada correspondía con la de su vehículo y ella le confirmó que sí. Le comentó que habían detenido a un individuo que estaba intentando robar sus pertenencias. Le pidió, por favor, si podían ir al vehículo y comprobar si echaba algo en falta. Cuando caminaban por el aparcamiento, Bundy dejó que ella fuera la que le llevará hasta donde estaba el vehículo, cosa que hizo sospechar a la muchacha. Entonces le pidió que se identificara. Bundy le enseña algo que parecía una placa y ella se tranquilizo. Cuando llegaron al coche vio que no le faltaba nada y además parecía que no había sido abierto.

Bundy, rápidamente, le comenta que su compañero seguramente habrá llevado al sospechoso a la delegación de la comisaría que tenían en la otra punta del centro comercial, que si le podía hacer el favor de acompañarle. Ella volvió a sospechar, pero el aplomo y la seguridad del policía la desmotivó a seguir haciendo preguntas. Cuando llegaron a la supuesta delegación está estaba cerrada y a ella le pareció más un local de lavadoras automáticas que otra cosa. Bundy, improvisando de nuevo, le comentó que seguramente su compañero se había llevado al ladrón a la comisaria central y que si podía hacer el favor, una vez más,  de acompañarlo. Ella dijo que no había ningún problema, pero se quedó muy sorprendida cuando vio que el policía se subió a un Volkswagen Escarabajo; aún así, lo acompaño. Al estar más cerca del policía impostor, se da cuenta de que su aliento apesta a alcohol y en el momento en que se pone en marcha el vehículo, ve que se dirige en dirección contraria a donde se supone que estaría la comisaría central.

El cráneo de la novena víctima de Ted Bundy, Denise Naslund, descubierto por dos cazadores cerca de Issaquah, Washington.
El cráneo de la novena víctima de Ted Bundy, Denise Naslund, descubierto por dos cazadores cerca de Issaquah, Washington

En este momento Carol empieza a ponerse tensa y cuando el coche se detiene en un STOP en una calle muy mal iluminada es cuando toma conciencia de que está siendo secuestrada y va a tener que espabilarse y pelear por seguir viva. Decide abrir la puerta del vehículo y bajarse pero Bundy la agarra por la muñeca,  utiliza las esposas, colocándoselas en una muñeca sola. Luego intenta esposarle la otra muñeca, pero falla y se coloca en la misma. Sin más miramientos, Bundy saca una pistola y se la pone la cabeza amenazándola de que le pegaría un tiro si no se estaba quieta. Carol que está cegada por el miedo y la tensión, sin pensárselo más, abre de nuevo la puerta del coche y sale corriendo como alma que lleva el diablo. Viendo como huye la chica, Bundy decide salir tras ella, coge una palanca y sale a la caza. Cuando comienza a perseguirla aparece un coche que viene en su dirección, por lo que decide abandonar la caza, montarse en su vehículo y desaparecer. Al poco Carol le cuenta todo lo que le acaba de suceder a un agente de policía que se ha encontrado y, por suerte, hay restos de sangre de Bundy en la ropa de ella, gracias al forcejeo que hubo en el interior del vehículo.

Ahora Bundy está frustrado y secuestra en un instituto a una muchacha llamada Debbie Kent y la asesina. Entre 1974 y 1975 en el estado de Colorado desaparecen cuatro mujeres. Hay que tener en cuenta que en aquellos tiempos la informática no era un método habitual de buscar información y a nadie se le ocurrió o simplemente no había los medios adecuados para relacionar las mujeres asesinadas en parecidas condiciones en los cuatro estados: Washington, Utah, Colorado y Oregón.

Pero un despiste puede acabar con todo, incluso con la vida criminal de una bestia como Ted Bundy. En agosto de 1975, un policía al ir a comprobar un coche modelo Volkswagen Escarabajo, observa sorprendido que arranca y se da a la fuga. El agente le persigue y le hace indicaciones para que se detenga. Bundy se detiene y en el breve registro que le hacen en el maletero encuentran unos artículos en tanto sospechosos, como los que se suelen utilizar en el robo de casas, además de un pasamontañas y un objeto un tanto extraño para un ladrón, unas esposas.

Por ello fue encarcelado. La policía de Seattle recibe información de que un tal Bundy sospechoso de crímenes en Seattle, ha sido arrestado en Salt Lake City.  Con la información que tienen, solo pueden acusarlo de intento de secuestro de una chica haciéndose pasar por oficial de policía. La única ventaja que tendrán es Carol DaRonch, que se salvó por los pelos del ataque del asesino, se presta a identificarlo y esta dispuesta a testificar en su contra. Bundy podría ser condenado a una pena de cárcel de entre 1 y 15 años.

Ahora la policía está tratando de relacionar todos los crímenes que han ocurrido en todos los estados con el sospechoso que tienen encarcelado. El retrato robot, el vehículo coincidente, hacen que la investigación se acelere. Registrando sus pertenencias encontraron un mapa en el cual estaba marcado un motel que está en el lugar donde había desaparecido una de las muchachas de Oregon. Así que la policía lo traslada a la ciudad de Aspen para que así pueda ser acusado por este delito.

En una de las sesiones de juicio Bundy, durante un receso, se fuga, salta desde la segunda planta a la calle y se refugia en un bosque cercano. Sólo consiguió fugarse durante unas horas. Meses después se vuelve a fugar, se dirigió a Tallahassee, en Florida, allí alquiló una habitación y se dedicó a lo que más le gustaba, sembrar muerte, practicar sexo con cadáveres y aplicar violencia sin sentido. Pero la presión y malas condiciones a la que había estado sometido durante su encierro, hicieron que se resintieran sus condiciones físicas y mentales.

La policía evalúa la escena de uno de los muchos crímenes de Ted Bundy.
La policía evalúa la escena de uno de los muchos crímenes de Ted Bundy

El 15 enero 1978 entra de noche en una residencia para chicas, la Chi-Omega y ataca a cuatro de ellas en una sucesión de locura y sangre. Con una porra de madera. Llevaba dos años en la cárcel y había estado privado de este «placer». Margaret Bowman tenía la cabeza abierta por un golpe terrible que le había proporcionado en la frente. Lisa Levy había sido sodomizada con un bote de laca, además de que Bundy le había dado un mordisco en el pezón derecho que llegó casi arrancárselo del todo. Luego le dio la vuelta y se dedico a morderle el culo. Otras dos chicas sufrieron ataques y quedaron marcadas tanto física como psíquicamente, después recuperarse de las lesiones.

Unas dos horas después, con Bundy suelto y sin haber satisfecho del todo sus instintos sexuales y criminales, entra en otro hostal de estudiantes y ataca a una chica que está durmiendo. Se salvó porque la compañera oyó ruidos y decidió llamar a la policía. No llegó a hacer efectiva la agresión sexual, pero se encontró manchas y restos de semen en la ropa de la cama. La muchacha, por cierto, perdió la audición de un oído para siempre.

El 9 febrero 1978, secuestra y mata a la que sería su última víctima: una niña de 12 años en Orlando, Kimberly Leach. Encontraron su cadáver dos meses después y en aquel momento, Bundy ya había sido apresado por conducir un vehículo de forma peligrosa, que además era robado. Cuando fue detenido intentó dar otro nombre, pero sus huellas estaban relacionadas con un tipo muy peligroso que había huido dos veces de la justicia y que estaba acusado de ser un asesino en serie.

Bundy se enfrenta a la pena de muerte que fue vuelta a instaurar en 1973 por la Corte Suprema de Estados Unidos. El cargo que se le imputa es el asesinato de tres jóvenes y el intento de asesinato de otras tres. Si se hubiera declarado culpable podría haber evitado la silla eléctrica, pero sabemos como se las gastan los psicópatas. Lo único que hacía era insistir en que él no era culpable de absolutamente nada.

Nadie contaba con que Bundy no era un idiota. No hay ninguna huella o rastro que lo vincule directamente a los asesinatos de la hermandad Chi-Omega. Es más, cuando la policía científica acude a su casa descubren con asombro que no hay huellas dactilares por ningún sitio. Lo que si había era una foto de la escena del crimen que mostraba los bocados en los glúteos que había sufrido Lisa Levy. Y por aquí fue donde se agarró la fiscalía y la policía pidió a un odontólogo forense que hiciera una radiografía dental de Bundy, ya que se dice que no hay dos dentaduras idénticas. En un principio, Bundy, se niega, aunque después da su brazo a torcer ya que el juez ha autorizado la prueba, y si no lo hace de buena voluntad le van a obligar a ello. Al final crean un molde negativo de la mordida de los dientes, como las que se usan para hacer dentaduras postizas, pero de la dentadura de Bundy.

El 25 junio 1979 comienza el juicio la única prueba que hay es la dentadura del sospechoso. El semen no se podía utilizar porque la prueba de ADN son posteriores. Tampoco nadie puede acusarle, pues nadie lo vio. El rostro de Bundy está tranquilo durante la declaración de los primeros testigos del fiscal, pero en cuanto el doctor Souviron, el que hizo el molde de la dentadura, entra en juego, la actitud cambia. Decide entonces hablar con sus abogados para que sean ellos los interroguen al testigo y traten de desmontar el argumentario.

Muestran al jurado la foto del mordisco y juntó a las mordeduras hay una regla que muestra el tamaño de las heridas. La regla ha desaparecido y la defensa aprovecha este pequeño fallo para desacreditar la prueba. El doctor es rápido y explica que la falta de la regla no supone ningún problema, la regla existió, como se puede observar. Entonces el odontólogo proyecta la imagen de la dentadura de Bundy sobre la foto de la mordedura del glúteo. Se comprueba entonces que encajan perfectamente. El único paso que le queda por dar al abogado de la defensa es desacreditar esto que acaban de ver de la siguiente manera:

ABOGADO: ¿está usted seguro, doctor Souviron, de que los dientes del acusado son los que realizaron esas marcas de mordisco?

DOCTOR SOUVIRON: sí, lo estoy.

ABOGADO: dígame, doctor, ¿no es cierto que el análisis de la herida que deja un mordisco es en parte ciencia y en parte arte?

DOCTOR SOUVIRON: creo que es una forma correcta de expresarlo.

ABOGADO: entonces, su conclusión en buena medida es sólo una opinión ¿no es así?

DOCTOR SOUVIRON: desde luego, se trata de mi opinión como consultor forense.

Pero este argumento no es suficiente para tumbar la prueba y cuando el doctor Lowell Levine, jefe del Servicio de Odontología del Hospital de New York, apoya ciegamente la opinión del doctor Souviron, es cuando Ted Bundy se ve sentenciado a muerte. El 23 julio se le declara culpable de todos los cargos y es sentenciado a la silla eléctrica. Todavía vivió 10 años más en el corredor de la muerte, y Bundy siguió teniendo la atención de muchas personas y de los medios. A partir de este momento es entrevistado con profusión y ofrece diferentes versiones de los hechos, a todo aquel que le presta un micrófono. Una de sus declaraciones más famosas, es su rechazo total a la pornografía, a la que acusa de ser la instigadora de todos sus males. También colaboró con el FBI para intentar atrapar al Asesino del Río Verde.

En los últimos días de su vida pasaron por su celda bastantes agentes del FBI para intentar aclarar los asesinatos que no fueron descubiertos. Pero un día antes de morir, el mismo y un agente llamado Bill Hagmaier realizaron un recuento de las víctimas totales:

  • 11 en el estado de Washington, tres no identificadas.
  • 8 en Utah, tres no identificadas.
  • 3 en Colorado.
  • 3 en Florida.
  • 2 en Oregón, ambas no identificadas.
  • 2 en Idaho, una no identificada.
  • 1 en California, no identificada.
Esto nos da 30 en total. Bundy fue ejecutado el 24 enero 1989 y, de acuerdo con la prensa, «murió con una sonrisa en la cara».


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