El abate Juan Pablo RegimbalRégimbald denuncia también los supuestos mensajes subliminales de la música rock en su libro Rock"n roll. Viol de la conscience par les messages subliminaux. Para el sacerdote canadiense, la música a altos niveles de sonido, propiciada principalmente en las discotecas, como el rock"n" roll, no hacen más que aislar a la persona de los demás, como si en el mundo únicamente existiera ella sola, permitiendo así que sea presa fácil de los llamados mensajes subliminales. WIKIPEDIA (1931-1983) había despertado un movimiento de gracias, oración y de vocaciones. Todo en la ciudad canadiense de Quebec, donde era visitador de prisiones y especialista en psicología criminal, se apasionó, no sin exceso, con un amplio equipo, por la búsqueda y detección de estos mensajes. Regimbal era un hombre de un temperamento fuera de lo común, dotado de un carisma arrollador, había lanzado la Renovación carismática en 30 países del mundo entero, durante los años 70, antes de entregarse su investigación crítica contra el rock, a comienzos de los 80.
Estos mensajes satánicos se podían ver por ejemplo en la cubierta de un álbum de The Beatles, Sargeant Pepper”s Lonely Hearts Club BandWIKIPEDIA, que fue, además, uno de los primeros en donde aparece el culto satánico.
Se dedicó analizar de manera incisiva, aunque a veces demasiado sistemática, los orígenes de esta música que hizo y todavía hace furor. Veamos un ejemplo de la historia de esta satanización:
Resumiendo, rock’n’roll, tomados del argot americano, significaba «fornicación».
Un joven bautistas del Sur, Elvis Presley, nacido el 8 de enero de 1935, tuvo una celebridad sin dar explotando el beat (percusión con un ritmo repetitivo) de esta nueva música, que seducía a la juventud. Mezcló en estado musical gestos obscenos y sugerentes, particularmente movimientos migratorios de la pelvis por lo que le apodaron Elvis Pelvis, apodo que por cierto odiada.
La canción proclamaba al final de la sexualidad imaginada, de la represión, de las convenciones sociales. Fue, pues, el autor de la nueva música consagrado como el «Rey del rock’n’roll», y llegó a ser objeto de una especie de culto, en vida y después de su muerte. Así, se encendió el fuego de la revolución sexual de los jóvenes, haciendo juego con ella una revolución de las vestimentas y el inicio de la moda de los pelos largos. O al menos eso es lo que creía del Regimbal.
La música rock reunía auditorios inmensos, decenas de millones de personas (eso quisieran los grupos de rock, parece una errata) entregadas a al causa al aire libre. Era tan popular fue acogida en los colegios católicos, preocupados por estar al día.
Elvis Presley no sobrevivió mucho tiempo al abuso de las drogas. Apareció en público por última vez el 16 de junio de 1977, y murió el 17 de agosto siguiente, a los 42 años, de un paro cardíaco. En Memphis se le erigió una pirámide de oro. Pero, en 1989, la prensa reveló después su colaboración con el FBI, el 8 de enero de 1991, y su muerte suicida por sobredosis, según luto ser firmada por el Dr. Eric Muirhead.
A pesar de todo sus discos siguen siendo vendidos de forma espectacular. Se le considera uno de los cadáveres que más beneficios producen sus herederos que ha seguido recibiendo sobre 200 millones de dólares en beneficios por su grabaciones y más de cinco millones de dólares por sus objetos-recuerdos.
Al primer tipo de rock que saltó escena se le llamó rock blando (soft rock), vino posteriormente el rock duro (hard rock), al que se le dio el nombre de metal (heavy metal), de un ritmo más alocado, pesado y repetitivo, que hizo aumentar el volumen sonoro hasta más allá de los 100 decibelios, escala que ya empezó ser peligrosa para el oído humano y para el ciclo sumergido con instrumentos de percusión destinados a exasperar las pulsiones sexuales. El punk rock nos acercaría a la prostitución. El acid rock integró la droga al sexo.
La alternancia de flashes y de tinieblas con nubes de humo estroboscópicas aumentaron los efectos perversos.
El rock tomaba una parte de sus recursos y estimulantes de los seudo misticismos orientales y el ocultismo. Fue a partir de 1965 cuando The Beatles integraron el culto satánico con Norvegian Wood del albúm Ruber Soul. Esto inspiró el film de televisión Magical Mystery Tour (1968) y el Devil White Album (el Álbum blanco del Diablo), donde se encontraba Revolution 1 y Revolution 9. Fue ahí donde fueron introducidos los primeros mensajes subliminales para trasmitir el evangelio de satán (Regimbal, op. cit., p. 11). OHoy conoce este medio sutil de influencia en psiquismo de los oyentes por debajo del nivel consciente.
Los mensajes subliminales inculcaban:
la perversión sexual bajo todas sus formas;
la incitación a la rebelión contra el orden establecido;
la incitación al suicidio;
el llamamiento a la violencia y al asesinato;
la consagración a satán (ibid., p. 15)
Los Rolling Stones, que suplantaron a The Beatles durante los años 70, tomaron una orientación más abiertamente satánica, bajo el impulso de Mick Jagger. De ahí el número de himnos satánicos en su repertorio musical:
Sympathy for the Devil (Simpatía por el diablo)
Dancing with Mister D (Danzar con Don Diablo)
To Their satanic majesties (A sus satánicas majestades)
Sus conciertos acababan en violencia, con muertos a veces. Sin anunciar a satán, el grupo The Who, nacido en Inglaterra en 1965, al mismo tiempo que los Rolling Stones, glorificaba el Mal por el Mal, la violencia puramente gratuita, al revolución total y sin fronteras. En cambio, el grupo Black Sabbath, lanzado en 1969 por Ozzy Osbourne, anunciaba, con su mismo título (sábado negro), un desenfreno satánico y macabro, marcado por la droga, la explosión y el infierno. El éxito fue enorme hasta 1978. Ozzy Osbourne cultivaba el happening. Decapitaba un murciélago de una dentellada y arrojaba los restos al público sobreexcitado (esto se ha demostrado que es una leyenda urbana). Alice Cooper simulaba la horca en la que jugaba con una enorme serpiente que la lanzaba a la turba. Se traían también calderas llenas de entrañas e instentinos y de sangre animal que era lanzado sobre los oyentes (ibid. p. 121). Black Sabbath era también llamado Satan Rock. Explotaba todos los filones de del ocultismo, de la misa negra, hasta el sacrificio humano. Sus álbumes presentaban el número de la bestia del Apocalípsis, el 666, ya revindicado por sus predecesores.
El éxito de los Rolling Stones se prolonga. Durante el verano de 1990, dieron 4 conciertos en Italia, 4 en España, 2 en Berlín Este, y otros muchos más. El lunes 1 de agosto de 1994, inaguraron, en Washington, una gira mundial. Le Figaro la anunciaba con un retrato de Mick Jagger enarbolando una mueca diabólica bajo el signo del vudúVudúVoz de or. africano occid., que significa «espíritu». → 1. m. Cuerpo de creencias y prácticas religiosas que incluyen fetichismo, culto a las serpientes, sacrificios rituales y empleo del trance como medio de comunicación con sus deidades, procedente de África y corriente entre los negros de las Indias Occidentales y sur de los Estados Unidos de América.. El artículo decía:
El periódico concluía:
Entre las figuras mas relevantes satánicas son más visibles:
Uno de los creadores del hard rock (el rock duro), apóstol de todas formas de perversiones sexuales: desde la masturbación hasta la necrofilia y desde el travestismo hasta el exhibicionismo. Se había entregado al espíritu del Mal en una velada del espiritismo en la que adoptó su nuevo nombre para identificarse a ese espíritu del que decía:

Se entregó a satán bajo inflencia de dos hechiceras que le iniciaron en la magia: Marianne Faithfull y Anita Pallenbergh.
Creador de Black Sabbath manifestaba su fe ostentando los signos de culto satánico, particularmente la cruz invertida, al revés o cabeza abajo. Antes de cada concierto, participaba en una misa negra, ofrecida a satán sobre el cuerpo de una mujer (ibid. pp. 130-131).
Este movimiento pasó a Italia, en 1977, adaptado, pero con los mismos caracteres fundamentales: hostilidad declarada a la familia, a la política, a la escuela, perversidad, droga, delincuencia, violencia, suicidio, y, ne primer lugar, satanismo inculcado mediante mensajes subliminales, cuyo mecanismo ha detectado Regimbal:
Satán es dios (Black Oak/Arkansas).
El poder es satán. Te salvará enviándote 666. Tengo que vivir para satán. (Led Zeppelin, Starway to heaven).
Señor satán, yo te deseo (Led Zeppelin).
Bienvenido satán, consciente un pacto, bienvenido el show (ELO, Electric Light Orchestra, la banda de Jeff Lynne).
Satán esta en mi (Michael Jackson)
Mi dulce satán… él está en mí (Queen, One vision, banda sonora de Águila de Acero).
Satán, fortaleza del holocausto, tu eres a quien amo (Rush, Anthem)
Satán, manifiéstate por nuestras voces (Styx, Snowblind)
Dios me ha ordenado desollarte vivo
Mato niños
¡Me gusta verlos morir!
Mato niños
Hago llorar a las mamás
Los aplasto bajo mi auto
¡Quiero oírlos gritar!
¡Darles bombones envenenados!
El número de la Bestia (de nuevo el 666) de Iron Maiden, que se acompañaba de un sacrificio a satán, fue el disco más popular de los años 80.
Bajo el nombre de KISS (compuesto con las iniciales de Kings in Satan Service (Reyes al servicio de satán), The God of Thunder (el Dios del Trueno)) cantaba:
Yo fui educado por un demonio
preparado para reinar como “el que es”,
soy señor del desierto
un hombre de hierro de los tiempos modernos.
Llamo a las tinieblas para complacerme,
¡y te ordeno ponerte de rodillas!
ante el dios del trueno
el dios del rock’n’roll
Otra canción del grupo Megadeth (Estados Unidos, 1980) concluía con estas palabras:
Quien tiene la juventud posee el porvenir
Venid pues ahora, hijos de la bestia y sed fuertes.
Cantad himnos de alabanza al diablo (Balducci, op. cit.,p.147).
enfermedades cardiovasculares,
trastornos de equilibrio,
perturbaciones de las hormonas sexuales y suprarrenales,
cambio radical de la tasa de insulina en la sangre, además de otras de menor calado.
En cuanto a las consecuencias psíquicas, muchos médicos ─los doctores Mac Rafferty, Granby Blaine, Barnard, Saibel, Walter Wright─ las detallan así:
reacciones emotivas que van de la frustración a la violencia incontrolable;
disminución del control de la inteligencia y de la voluntad, entregadas a pulsiones subconscientes;
sobreexcitación neurosensorial que produce euforia, sugestibilidad, histeria y alucinaciones;
trastornos de la memoria y de la coordinación neuromuscular;
estados hipnóticos o catalépticos;
estados depresivos que van hasta la neurosis;
tendencias suicidas;
automutilaciones y autopuniciones, sobre todo en las grandes aglomeraciones.
El caso más espectacular se produjo en el curso de un fin de semana en Los Ángeles donde 650 jóvenes encontraron la muerte. Judy Aragasoni, periodista de la televisión americana (Canal 40), hizo un reportaje sobre este hecho. Cuando las cámaras frías del depósito de cadáveres municipal estuvieron llenas, los cuerpos de las víctimas fueron depositados por centenares a ambos lados de los pasillos.
En octubre de 1988, Familia cristiana relataba el dram análogo de Altamont, con ocasión de un concierto de los Rolling Stones, que había reunido a 300 000 personas en los Estados unidos, en 1969.
No tengas miedo del suicidio (Blue Oyster Cult).
Muere joven, muere en plena belleza (Blondie).
Si quieres ver sangre, está la tuya (Iron Maiden).
Suprímete (The Greatfull Dead)
En los Estados Unidos, padres de hijos… fans del rock que se habían suicidado, se querellaron. Pero aquí también, Massimo Introvigne, director del Centro de estudios sobre las nuevas religiones (Indagine sul satanismo, 1994), subraya, a favor del rock y del satanismo, que los padres denunciantes no ganaron ante los tribunales. Loas acusados les opusieron que las estadísticas no eran suficientes para probar un incremento de la tasa de suicidios entre los innumerables clientes del rock. Pero Massimo Introvigne reconoce los hechos señalados: la incitación al suicidio y el pasar al acto que es lo que únicamente se ha exagerado.
Su análisis puramente sociocultural del satanismo tiende a exculpar esta corriente, incluso más, a poner sobre el mismo plano a antisatanistas y satanistas como fundamentalismo cazador de brujas y de movimientos de contracultura normales en nuestra civilización. Sin embargo, existen diferencias: violencia patológica, moral y psicológica, destrucción del orden humano, exaltación de la voluntad de poder y desprecio de los débiles, así como blasfemias y sacrilegios que acusan a rock actual. Si Introvigne no se detienen este aspecto de la cuestión, admite al menos lo esencial de los hechos.
En Matamoros, México, fueron llevados a cabo 24 homicidios consecutivos por personas que querían asegurarse las ayudas del demonio para tráfico de drogas.
Si bien la mayor parte de estos homicidios permanecen secretos, algunos llegan hasta la prensa. En Italia, la Stampa del 16 de noviembre de 1988 titulaba: «Noche satánica en Turín, 2 muertos». El artículo detallaba:
He aquí lo que cuenta Gáspar Gullo, el inculpado:
«El diablo había infestado a nuestra amiga Fosca y hemos tenido que golpear sobre ella hasta que saliera. Entonces, se introdujo a mí, y por esta razón mi Hermano me cortó la lengua de una dentellada». Los carabineros llamados por una vecina pusieron fin a la masacre. Apenas habían entrado en el apartamento de Gásparo, su hermano se desplomó víctima de un malestar misterioso (Balducci,Adoradores, pp. 63-69).
Pero no es evidente que este último caso, así como lo otro mencionados en esta página, pertenezcan formalmente a los cultos satánicos.
¿el satanismo produce muertos? La pregunta sido discutida apasionadamente los Estados Unidos. Alguno policía han objetado que era imposible ocultar millares de cadáveres. Es cierto. Y sin duda los sacrificios humanos, que sustituyen las torturas y los sacrificios sangrientos de animales, se dan en menor escala. Pero por ingenioso que se haya sido para reducir a lo imaginario los excesos y las monstruosidades de las corrientes satanistas con cantidad de argumentos (muertes insuficientemente probadas o no pertenecientes formalmente al satanismo), es un hecho que esta vasta corriente ha causado muertes bien establecidas. Incluso el mismo Máximo Introvigne, criticó (si no hiper crítico) en favor del satanismo, reconoce que algunos muertos están comprobados en América y en Italia; y no sabemos todo lo lo que disimula el secreto de estos grupos.