08/12/2023

Problemas del primer mundo: la cancelación

Recordemos que mientras en los siglos XVIII y XIX, durante la IlustraciónLa Ilustración fue un movimiento cultural e intelectual, primordialmente europeo, que nació a mediados del siglo XVIII y duró hasta los primeros años del siglo XIX. Fue especialmente activo en Inglaterra, Francia y Alemania. Inspiró profundos cambios culturales y sociales, y uno de los más drásticos fue la Revolución francesa. Se denominó de este modo por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad mediante las luces del conocimiento y la razón. Existió también una importante Ilustración española e hispánica, la de la Escuela Universalista, aunque más científica y humanística que política. El siglo XVIII es conocido, por estos motivos, como el Siglo de las Luces y del asentamiento de la fe en el progreso. Importantes ideas como la de búsqueda de la felicidad, la soberanía de la razón, y la evidencia de los sentidos como fuentes primarias del aprendizaje nacieron durante esta época. Ideales tales como la libertad, igualdad, el progreso, la tolerancia , la fraternidad, el gobierno constitucional y la Separación Iglesia-Estado tienen su nacimiento también en esta época. Wikipedia, se valoraba a las personas como individuos, el nuevo progresismo identitario las valora en función del grupo al que pertenecen: sexo, etnia, orientación sexual… y aquí es donde nace un nuevo concepto: la víctima. Cuanta mayor pertenencia tengas a un grupo minoritario más «victimización mereces» y «más premio» recibirás, y cuanta mayor pertenencia tengas a un grupo mayoritario más opresor serás, así, sin más, por decreto. Señalando como víctima a Barack ObamaBarack Hussein Obama IIBarack Hussein Obama IIWikipedia o a Kamala HarrisKamala Devi HarrisKamala Devi HarrisWikipedia y como profesor a cualquier mendigo blanco que viva a orillas del Mississippi o a cualquier kellyLa denominación popular que se refiere a las personas que limpian como «kellys». ha acabado por dar nombre a las camareras de piso, es decir, las profesionales que se encargan de la limpieza y adecuación de las estancias de un hotel, no solo las habitaciones, sino también el resto de zonas que lo forman..

[…] Ni que decir tiene que si cualquier cosa se dice o hace como portavoz de una minoría su valor aumenta exponencialmente, hasta tal punto que es casi indiscutible lo que dicen, sea lo que sea lo opinado. Algo que, atención a la paradoja, le ha venido como anillo al dedo al neoliberalismoNeoliberalismoEl neoliberalismo es una «teoría política y económica que tiende a reducir al mínimo la intervención del Estado». También ha sido definido como «una forma de liberalismo que apoya la libertad económica y el libre mercado», cuyos «pilares básicos incluyen la privatización y la desregulación». En su sentido más usual, se refiere a una serie de teorías y propuestas económicas que comenzaron a tomar auge en la década de 1970, cuestionando al keynesianismo dominante hasta entonces, para volverse en los años siguientes predominantes en el mundo occidental. Wikipedia, que se ha apurado en sacar rentabilidad económica de esa defensa de la minoría. Así se ha conseguido que forma parte de nuestro zeitgeistZeitgeistZeitgeist es una palabra en alemán que puede traducirse al español como «espíritu del tiempo», «espíritu del momento» o «espíritu de la época». Hace referencia al clima, ambiente o atmósfera intelectual y cultural de una determinada era. Wikipedia, del aire de nuestro tiempo, el hecho de que cada vez haya más marcas de ropas para minorías étnicas, de que se convoquen concurso para personas racializadas, se creen bancas éticas dependientes de multinacionales, se abran cadenas de comida rápida para veganos, o se convoquen concursos literarios para no binarios… Antes una compañía de refrescos hacia refrescos y una compañía que hacía maquinillas de afeitar hacia maquinillas de afeitar. Ahora las empresas (Coca-Cola, Nike, Adidas, Gillette…) comienzan sus mensajes comerciales manifestando que afectan el credo ideológico imperante, en muchos casos incluso disculpándose de acciones que hicieron años atrás. No pueden, y lo saben, considerase parte de la mayoría, sino asimilarse a la minoría, por más que sea la mayoría la que acabará comprando productos. El poder defensor de la minoría es superior.

Recordemos que la mayoría suele callar por miedo a ser criticada. Dicho de otro modo, en sus anuncios las empresas necesariamente tienen que sumarse al discurso de la víctima, de la minoría, por miedo a perder compradores, por eso se muestran como feministas, antirracistas, atacan la masculinidad tóxica, se ponen como ejemplo de lucha contra el cambio climático… incluso dan cursos a sus trabajadores sobre toda esa ideología mientras siguen explotando igual a sus empleados, consumiendo recursos naturales, perjudicando al medio ambiente con sus fábricas…

En la página web de Amazon, por ejemplo, leemos:

«Somos una empresa de creadores con diferentes antecedentes, ideas y puntos de vista para inventar en nombre de todos los clientes. Diferentes aspectos, incluida la rampa, la etnia, el género, la edad, la capacidad física y mental y la orientación sexual, las creencias religiosas, la cultura, el idioma y la educación, así como la experiencia profesional y de vida, enriquecen diversas perspectivas. Estamos comprometidos con la diversidad, la equidad y la inclusión, y aprovechamos nuestras perspectivas únicas para aumentar nuestro impacto y crecer».

Uno diría que no se ha dejado nada. Lo mismo sucede con la de Nike:

«Nike se compromete a albergar una cultura de inclusión en donde nuestros empleados tengan la oportunidad de desarrollar todo potencial».

Y ni que decir tiene que también se suma a este discurso es de Coca-Cola:

«La inclusión y la diversidad se encuentran en el corazón de nuestra estrategia. Estamos fomentando una cultura en la que todos podamos ser nosotros mismos, sentirnos valorados y sentirnos integrados. Promovemos la integración de talentos diversos, incluyendo el feminismo y el ser generacional, fomentando la multiculturalidad, la integración de personas con discapacidad y el enfoque LGTBIQ+».

Ni mención, en ninguna de ellas, los derechos laborales, ni de los días de baja a los que una trabajadora puede acogerse por maternidad, a la remuneración que recibirán los trabajadores por horas extras o a los días de vacaciones estipulado por ley. En realidad, a nadie sorprende que de todas estas empresas se habitual y constante leer acerca de las denuncias de los sindicatos, consecuencia de su práctica laborales. Pero las «víctimas» de eso «colectivos diversos», esas sí serán tenidas en cuenta.

Como si tan sólo por hacer un refresco o maquinillas de afeitar pensando en LGTBIQ+, o contratar a trabajadores de distintas procedencias, sirviera para tranquilizar nuestra conciencia, la suya está claro que no quieren tranquilizarla, más bien desean llenar su bolsillo, y su inclusión está basado en eso. Ha llegado un momento en el que «primero tienen que señalar virtud y comulgar con el catecismo imperante y luego ya pueden vender sus productos», asegura Pablo Malo y así, casi sin darnos cuenta, saltamos de la política a los sentimientos, no a los derechos, y también casi sin darnos cuenta los progresistas ya no creen en la política de verdad y pasan también a darle prioridad a lo sentido, «tan sólo se dedican a ser testigo del sufrimiento. El culto al sufrimiento, la debilidad y la urna elevada habilidad se ha convertido en algo fundamental para la identidad política progresista contemporánea», explica Ángela NagleAngela Nagle (nacida en 1984) es una académica irlandesa nacida en Estados Unidos y escritora de no ficción. Es autora del libro Kill All Normies, publicado por Zero Books en 2017, que analiza el papel de internet en el auge de los movimientos alt-right e incel. Nagle describe la alt-right como un movimiento peligroso, pero también critica aspectos de la izquierda que, según ella, han contribuido al auge de la alt-right. Desde 2021, publica artículos sobre una amplia gama de temas personales, políticos y culturales a través de la plataforma de publicación en línea Substack. Wikipedia en inglés Ángela Nagle. En definitiva, acaban instalados en lo que se ha dado en llamar una especie de capitalismo moralista, oculto tras una falsa socialdemocracia.

No estará de más recordar, llegados a este punto, que ya MarxKarl Heinrich MarxKarl Heinrich MarxWikipedia dijo que si alguna virtud tenía el capitalismo era su gran capacidad de reinventarse a sí mismo. Y a nadie se le escapa que lo anterior es una prueba de ello. Gobernantes y empresas conceden o pagan sentimientos, pero no derechos sociales ni mejoras salariales.

Para quienes están en un gobierno que se presenta como de izquierda, y que decir tiene que la opción moralista es estupenda, basta con utilizar sentimientos, emociones, solidaridades, banderas intrusivas, sueños, abrazos, utopías, defensa de lo de racializado y vocabularios, claro está, que aludan a todo ello. La palabrería siempre es más fácil que apelar a la necesidad de cambios estructurales y mayores prestaciones sociales que requieren de presupuesto público, y en no pocos casos se encontrarían con la oposición frontal de las empresas. De las palabras nadie pide cuentas. Lo de los sentimientos es una gran medalla para los gobiernos de izquierda que no se atreven a molestar a los ricos pidiéndoles más dinero para prestaciones sociales.

Este texto extraído de la obra #CANCELADO → El nuevo macartismo de Carmen DomingoCarmen Domingo Soriano Carmen Domingo Soriano Wikipedia contiene argumentos con los que estoy de acuerdo y otros con los que no. De eso se trata, de leer personas que tienen un argumentario contrario al tuyo pero que poseen el derecho de expresarlo y que puede ser válido, tanto como el tuyo. Es verdad que la izquierda progresista a abierto una catarata de ideas que no puede controlar. Hace mucho tiempo escribí una entrada explicando que había muchas cosas que se nos estaban yendo de madre y que acabaríamos pagando caro. No se puede dar libertad y, sobre todo, poder, entendiendo libertad por hacer lo que les dé la gana, decir lo que les venga en gana y como poder, decidir unos pocos lo que tenemos que hacer todos.  Al final se convertirán en unos pequeños tiranos que nos tendrán amedrentados e incomodados sin que podamos tener un discurso matizado al suyo, aunque los apoyemos, pues seremos señalados como tiranos, cuando realmente no somos tales, somos de ideas divergentes, que no opresoras.

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