24/04/2024

Los jouhatsu, el arte de desaparecer

En todo el mundo, desde Estados Unidos hasta Alemania y Reino Unido, siempre ha habido personas que deciden desaparecer, abandonar sus vidas sin dejar rastro, abandonando hogares, trabajos y familias en plena noche para empezar una segunda vida, a menudo sin mirar nunca más atrás.

En Japón, a estas personas, a veces, se les llama jouhatsu. Esta es la palabra japonesa utilizada para evaporación, pero también se refiere a las personas que se desvanecen a propósito, esfumándose en el aire, y que continúan ocultando su paradero durante años, incluso décadas.

Aunque no existe dato oficial sobre este fenómeno, se calcula que 100 000 personas desaparecen cada año en el país. Ninguna desaparece físicamente: la evaporación es más bien una desaparición administrativa. Cambian su nombre, dirección y su trabajo. Empiezan de cero. Inician una nueva vida sin conexión con la anterior.

Acto de evaporarse

Los primeros casos de johatsu aparecieron a finales de la década de 1960, impulsados por la película «Un hombre desaparece»Un hombre desaparece Un hombre desaparece Filmaffinity. En este film, el protagonista abandona su trabajo y a su prometida para «evaporarse».

En la década de 1970 aparecieron muchos casos de jóvenes de zonas rurales que huían de sus duros trabajos en las grandes ciudades, según cuenta Hikaru YamagishiHikaru Yamagishi Hikaru Yamagishi Wikipedia, estudiante de Ciencia Política en la Universidad de Yale.

Me harté de las relaciones humanas. Me preparé una pequeña maleta con equipaje y desaparecí, dice Sugimoto, de 42 años, que sólo usa este apellido para esta historia. Simplemente escapé. Dice que, en su pequeña ciudad natal, todo el mundo le conocía gracias a su familia y a su prestigioso negocio local, que todos esperaban que llevara a buen puerto. Pero el hecho de que se le impusiera ese papel predeterminado le causó tal angustia que abandonó el pueblo, para siempre y no le dijo a nadie a dónde iba.

Desde una deuda ineludibleIneludible1. adj. Que no se puede eludir. ─ eludir ─ Del lat. eludĕre. ─ 1. tr. Evitar con astucia una dificultad o una obligación. Eludir el problema. Eludir impuestos. ─ 2. tr. Esquivar el encuentro con alguien o con algo. Eludió su mirada. U. t. c. prnl. ─ 3. tr. No tener en cuenta algo, por inadvertencia o intencionadamente. Eludió su reproche. hasta matrimonios sin amor, las motivaciones que empujan al jouhatsu a «evaporarse» pueden variar. Independientemente de sus razones, recurren a empresas que les ayudan en el proceso. Estas operaciones se llaman servicios de mudanzas nocturnas, un guiño a la naturaleza secreta de convertirse en jouhatsu. Ayudan a las personas que quieren desaparecer de forma discreta de sus vidas, y pueden proporcionarles alojamiento en paraderos secretos.

Mujer desapareciendo de forma voluntaria

Normalmente, la razón para mudarse suele ser algo positivo, como entrar en la universidad, conseguir un nuevo trabajo o matrimonio. Pero también hay mudanzas tristes, por ejemplo, abandonar la universidad, perder un trabajo o escapar de un acosador, dice Sho Hatori, que fundó una empresa de mudanzas nocturnas en los años 90 cuando estalló la burbuja económica en Japón. Al principio, pensó que la ruina financiera sería lo único que impulsaría a la gente a huir de sus vidas problemáticas, pero pronto descubrió que también había razones sociales. Lo que hicimos fue apoyar a la gente a comenzar una segunda vida, nos explica.

El sociólogo Hiroki Nakamori ha investigado el fenómeno jouhatsu durante más de una década, opina que el término jouhatsu comenzó a usarse para describir a las personas que decidieron desaparecer en los años 60. Las tasas de divorcio eran (y siguen siendo) muy bajas en Japón, por lo que algunas personas decidieron que era más fácil levantarse y dejar a sus cónyuges en lugar de tener que pasar por elaborados procedimientos del divorcio formal.

En Japón, es más fácil evaporarse, dice Nakamori. La privacidad está ferozmente protegida: las personas desaparecidas pueden retirar dinero libremente de los cajeros automáticos sin que se les señale, y sus familiares no pueden acceder a los vídeos de seguridad que podrían haber capturado a su ser querido mientras huía. La policía no intervendrá a menos que haya otra razón, como un crimen o un accidente. Todo lo que la familia puede hacer es pagar mucho a un detective privado. O simplemente esperar. Eso es todo.

SORPRENDIDA
Para los seres queridos que se quedan atrás, el abandono ─y la consiguiente búsqueda de su jouhatsu─ puede ser insoportable.
Me sorprendió, dice una mujer que ha permanecido en el anonimato, y cuyo hijo de 22 años desapareció y no se ha puesto en contacto con ella desde entonces. Fracasó después de dejar su trabajo dos veces. Debe haberse sentido miserable con su fracaso. La mujer viajó hasta donde vivía su hijo, registró el lugar y esperó en su coche durante días para ver si aparecía. Jamás apareció.

Dice que la policía no ha sido de ayuda, que le dijeron que sólo podían involucrarse si era sospechoso de indicio de suicidio o algún delito. Pero como no había ninguna nota a tal efecto, no pueden prestarle ayuda.

Entiendo que hay acosadores ─la información puede ser mal utilizada. Esta, tal vez, es una ley necesaria. Pero los criminales, los acosadores y los padres que no pueden buscar a sus propios hijos… Todos son tratados de la misma manera debido a la protección. ¿Qué significa esto? Que con la ley actual, sin dinero, todo lo que puedo hacer es comprobar si algún cadáver es mi hijo─ lo único que me queda.

LOS DESAPARECIDOS
Para los propios jouhatsu, los sentimientos de tristeza y arrepentimiento se quedan con ellos mucho tiempo después de dejar atrás sus vidas.
La presión de mantener una buena reputación se manifiesta también de otras formas. Por ejemplo, en japonés hay una palabra específica para los suicidios a causa de estrés laboral: karoshiKarōshiKaroshi (過労死 karōshi?, literalmente, exceso-trabajo-muerte) es una palabra japonesa que significa «muerte por exceso de trabajo» y se usa para describir un fenómeno social en el ambiente laboral que existe desde hace varias décadas en Japón, que consiste en el aumento de la tasa de mortalidad por complicaciones debido al exceso de horas de trabajo, sobre todo a derrames cerebrales y ataques cardíacos. El Ministerio de Salud de Japón reconoció este fenómeno en 1987. Wikipedia.

Mujer escondiéndose

Un informe publicado en octubre reveló que los empleados de más del 20% de las empresas de Japón trabajan al menos 80 horas extra y la mitad de ellos admitía que había renunciado a las vacaciones pagadas. En los últimos meses, el gobierno japonés empezó a tomar medidas para reducir los casos de karoshi, como promover que las empresas reduzcan la jornada laboral los viernes. No obstante, varios expertos han señalado que la cultura de trabajo japonesa es tan fuerte que los incentivos no son suficientes para compensar la posibilidad de que la presión convierta a muchos otros japoneses en johatsu y se evaporen.

Tengo constantemente la sensación de haber hecho algo malo, dice Sugimoto, el hombre de negocios que dejó a su mujer e hijos en la pequeña ciudad. No he visto [a mis hijos] en un año. Les dije que estaba en un viaje de negocios. De lo único que se arrepiente, dice, fue dejarlos.

La Asociación de Apoyo a la Búsqueda de Personas Desaparecidas del Japón (MPS), una organización sin fines de lucro creada para prestar apoyo a las familias de los evaporados, sostiene que las cifras oficiales reflejan una notificación insuficiente y son demasiado bajas. El número real, no registrado, se estima en varias veces 100 000, afirma el sitio web de la organización.

Sugimoto está actualmente en una casa desconocida en un distrito residencial de Tokio. La compañía de mudanzas que lo alberga está dirigida por una mujer llamada Saita, que también se hace llamar por su apellido sólo para preservar el anonimato. Ella misma era una jouhatsu, que desapareció hace 17 años. Ella desapareció después de tener una relación abusiva físicamente, y dice en cierto modo, soy una persona desaparecida, incluso ahora.

Tengo varios tipos de clientes, continúa. Hay gente que huye de la violencia doméstica grave o del ego y el interés propio. Yo no juzgo. Nunca digo, «Su caso no es lo suficientemente serio». Todo el mundo tiene luchas individuales.

Desaparecer para tener una nueva identidad

Para gente como Sugimoto, su compañía le ayudó a enfrentar esas luchas internas. Pero, aunque se las arregló para desaparecer, no significa que no queden rastros de su antigua vida. Sólo mi primogénito sabe la verdad. Tiene 13 años, comenta. Las palabras que no puedo olvidar son: «Lo que papá decidió es la vida de papá, y no puedo cambiarla». Suena más maduro que yo, ¿no?

Takehiko Kariya, profesor de sociología de la Sociedad Japonesa en el Instituto Nissan de la Universidad de Oxford, explica que, aunque en todos los países desaparecen personas, hay algunos factores que hacen más probable la existencia del johatsu en Japón. Durante los últimos 20 años, dice, las escuelas han alimentado oficialmente la creatividad y la expresión individual, pero el entorno social y el lugar de trabajo no han cambiado. Un recién graduado puede encontrarse en un ambiente jerárquico de oficina siendo tratado no mejor que un asalariado recién salido de la década de 1980.

Además de eso, la disciplina y el trabajo en equipo que fueron una ventaja durante los años de auge de Japón se han osificadoOsificarseDicho de una materia orgánica: Volverse, convertirse en hueso o adquirir la consistencia de tal. en el transcurso de dos décadas de estancamiento económico. El tiempo de vacaciones se ha reducido, las horas de trabajo se han alargado, y las demandas de la empresa sobre el individuo son más exigentes. De acuerdo con un libro blanco del gobierno de octubre de 2016, más del 20 % de las empresas japonesas dijeron que sus empleados trabajaban más de 80 horas extras al mes. Estas condiciones han perpetuado el conocido fenómeno de karoshi o muerte por exceso de trabajo (oficialmente hay unos 200 casos de karoshi cada año pero un experto estima que la cifra real podría superar los 10 000).

COGÍ EL COCHE Y EL PERRO Y DESAPARECÍ
El johatsu puede estar envuelto de misterio, pero los negocios que lo atienden son fáciles de encontrar. Colectivamente se llaman yonige-ya, lo que se traduce como «tiendas de vuelo nocturno». Sus sitios web están repletos de fotos estándar de salas de juntas inmaculadas y personal seleccionado.

Un yonige-ya ficticio llamado Sol Naciente fue el tema de un drama de los 90 llamado Yonigeya Hompo. La sinopsis del programa decía:

¿Necesitas ayuda para manejar tus finanzas? ¿Tienes deudas hasta las orejas? Rising Sun es la empresa de consultoría que necesitas a tu lado. ¿Demasiado tarde para medidas de emergencia? ¿Es huir o suicidarse la única salida? Vuelva a recurrir a Rising Sun. De día, Genji Masahiko dirige una reputada empresa de consultoría, pero de noche, ayudan a los desesperados a encontrar una nueva vida.

Miho Saita es el CEO de la Corporación Yonigeya TS, una empresa que existe en realidad, habla, encogiéndose de hombros, de la extraña llamada que recibió de un cliente potencial que estaba asustado esa mañana. Era de una mujer cuyo joven hijo no había estado durmiendo. Su marido, que trabajaba en una compañía farmacéutica, le había estado dando al chico sedantes muy potentes. A la mujer le preocupaba que su hijo resultara afectado, o incluso que tuviera una sobredosis. Así que le preguntó a Saita si ella y su hijo podían desaparecer.

Saita, 46 años, no intenta ignorar su desaparición. Hace unos 15 años, dice, usando un clavo lacado para marcar una cicatriz en su mejilla, escapó de un marido violento que dirigía varios restaurantes. En aquel momento no había ninguna ley que protegiera a las víctimas de la violencia doméstica; la policía sólo podía pedirle [al agresor] que parara, nos indica. Cogí el coche y el perro y desaparecí.

A veces, no siempre, todo un equipo trabaja en la desaparición de un cliente, barriendo rápidamente un apartamento en plena noche. En TS, cobran entre ¥50 000 ($450/380€ aprox.) y ¥300 000 ($2600/2198€ aprox.) dependiendo de la cantidad de objetos con los que se quiere desaparecer/huir, lo lejos que se quiera marchar, y si la mudanza debe hacerse amparándose en la oscuridad. Llevarse a los niños, o esquivar a los cobradores de deudas, puede hacer que los precios aumenten. Cada día, TS recibe de cinco a diez consultas como la que describe Saita. La mayoría de la gente simplemente necesita asesoramiento o consejo legal pero la compañía nos confirma que ayuda a unas 100 o 150 personas a desaparecer a lo largo del año.

Voluntad de desaparecer

El sitio web de TS ─en japonés─ subraya que su consultoría considera cada solicitud de vuelo individualmente y no ayudará a las personas involucradas en actividades ilegales o que huyen de ellas. Para una mente extranjera, sin embargo, la compañía y otras como ella parecen estar operando en un demimodo legal. Para ayudar a los clientes a desaparecer, por ejemplo, Saita dice que las 22 sucursales de TS pueden hacer contratos falsos de telefonía móvil o redirigir el correo a los apartamentos de los heridos. En los casos de acoso, la compañía puede barrer coches y casas en busca de micrófonos y dispositivos de rastreo.

Aunque TS es una de las más grandes, Saita afirma que hay muchas compañías como la suya trabajando para «llenar el hueco» dejado por la policía, los refugios para mujeres y los servicios sociales. Ese vacío ha surgido en parte, según los críticos, debido a la incapacidad de la policía de prevenir los continuos abusos en casos de violencia doméstica. El Japón promulgó su primera ley sobre la violencia en el hogar recién en 2001. En fecha tan reciente como 2015, las estadísticas oficiales muestran que una de cada cuatro mujeres japonesas sufría abusos de sus cónyuges, según informa el Japan Times, señalando que algunos expertos creen que las cifras reales podrían ser mucho más elevadas. «Casi todos mis clientes han ido a la policía y han presentado una denuncia, pero la policía no puede dar ayuda práctica», alega Saita.

Kimio Ito, un profesor de sociología de la Universidad de Kyoto que ha escrito varios libros sobre temas relacionados con el género, las respuestas de la policía japonesa a la violencia doméstica han sido escasas durante mucho tiempo. Sin embargo, una iniciativa del Organismo Nacional de Policía de 2010 que capacitó a agentes de policía para intervenir en casos de violencia doméstica y aumentó el papel de las mujeres policías en las consultas con las víctimas, parece estar dando sus frutos. Citando una duplicación del número de casos denunciados, de 34 000 en 2010 a 70 000 en 2016, Ito dijo: «Creo que estos datos sugieren que la policía japonesa en la intervención de la violencia doméstica está mejorando ahora».

Las víctimas de la violencia doméstica constituyen alrededor del 20 % de la carga de trabajo de TS. Otras razones para hacer un yonige son las deudas, escapar de cultos religiosos, acosadores o empleadores opresivos. Ocasionalmente, sin embargo, la gente quiere desaparecer sin una explicación obvia: «Cuando preguntamos a dónde quieres ir, dicen: “No lo sé, sólo quiero cambiarme a mí mismo. No pertenezco a este lugar”, dice Saita. “Están buscando un nuevo lugar, un nuevo mundo”».

Escapar de una deuda de juego es  muy común. Las salas de pachinkoEl pachinko (パチンコ?) es un sistema de juegos muy similar al de los pinballs. Estas combinan un moderno sistema de vídeo con el clásico pinball. Wikipedia y las máquinas tragaperras, la mayor forma de juego del país, se estima en más de 23.3 billones de yenes (203 000 millones de dólares) en 2015, según Bloomberg. Eso es más que las ganancias combinadas de Las Vegas, Singapur y Macao, o cerca del 4 % del PIB de Japón. Hay otras trampas: el sistema generalizado de garantía financiera significa que la gente puede terminar de repente siendo responsable de las deudas de otros; los sobregiros son prácticamente inauditos, por lo que los afectados por las crisis financieras se ven obligados a usar préstamos a alto interés, a veces proporcionados por grupos criminales, entiéndase yakuzaLa yakuza (ヤクザ) es el equivalente del crimen organizado; es una mafia japonesa que data del siglo XVII. El origen de la palabra no se conoce con exactitud, pero se dice que proviene de un juego de cartas llamado hanafuda, muy famoso entre los bakuto, en el que la peor mano consiste en un 8 (ya), un 9 (ku) y un 3 (za). La yakuza moderna ha extendido sus actividades a la corrupción bancaria y política. En 2009, el último año del que se tiene registro, tenía un estimado de 87 900 miembros en Japón. Wikipedia .

Conseguir la ayuda de un yonigeya no es la única opción para los que quieren hacer un acto de desaparición, de hecho, para los deudores los costes de los servicios de mudanza clandestinos como los que proporciona Saita suelen estar fuera de su alcance. Algunos prefieren ir solos, ayudados por una serie de guías publicadas: «Perfect Vanishing: Reset Your Life» (Desaparición perfecta: reajuste su vida). El título de otra se traduce como «El Manual Completo de Desaparición» y lleva el subtítulo «Abandona tu triste y patética realidad».

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