En el mercado hay muchos tipos de aceite, pero cuando nos referimos a beneficios del aceite de oliva, este de servicio de primera prensada, es decir, el jugo que resulta del prensado de las aceitunas en frío. Hubo un tiempo en que se consideraba que el aceite de oliva era perjudicial para el colesterol y los médicos aconsejaban a los afectados que no lo consumieran.
Afortunadamente, estudios posteriores han demostrado que el aceite de oliva regula los niveles de colesterol en sangre, también la ayuda a reducir la hipotensión, mejora la función digestiva, previene el estreñimiento y favorece la formación de membranas celulares y el tejido cerebral. Además es antioxidante, antiinflamatorio y mejora la absorción del calcio, el magnesio y el zinc.
Igual que el aceite, la aceituna también es fuente de salud. Tienen altas dosis de aceites esenciales omega 3 y 6, que son antioxidantes –es decir, luego bloquearlo el efecto dañino de los radicales libres que provocan enfermedades cardiovasculares y el cáncer–. También contiene tiamina o vitamina B1, necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, además de calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y sodio. Su fibra ayuda a depurar el organismo. Además la aceituna previene que rebajar colesterol y por su contenido de hierro, sobre todo las negras, son buenas contra la anemia. Deben evitar las personas que padecen hipertensión, ya que se trata de un alimento preparado en salmuera.
Contra el tópico tan extendido de que las aceitunas engordan, decir que si alguna vez haces una dieta para adelgazar las comas entre horas porque no tienen muchas calorías y saciar el apetito. Cinco o seis al día van a proporcionarte unos beneficios inestimables.
¿Qué haría la cocina española, y en general la mediterránea, sin el ajo? Es un aromatizante esencial de sus sofritos, guisos, pescados, carnes, salsa, platos de verduras y legumbres, además de una colosal fuente de salud gracias a sus virtudes medicinales, entre ellas, la antibiótica, diurética, depuradora, anticoagulante y vasodilatadora que favorece la circulación sanguínea. Sus propiedades se conocen desde tiempos antiguos, y aún hoy siguen vigentes.
Come medio ajo crudo (cocidos pierden muchas de sus propiedades) en ayunas para desintoxicar el organismo, prevenir o tratar la hipotensión, el reumatismo, proteger el hígado y atajar la diarrea.
Para combatir el potente aroma del ajo, después de ingerirlo mastica unas hojas de menta o bebe un poco de zumo de limón. Si no te gusta el ajo, en las herboristerías encontrarás píldoras a base de ajo que te proporcionan los mismos beneficios.
Es una hortaliza que es un buen complemento en el tratamiento contra las enfermedades hepáticas, porque la cinarina que contiene actúa sobre las células del hígado aumentando la producción de bilis y favoreciendo la expulsión de orina, con lo que se eliminan toxinas. Tiene virtudes antioxidantes y digestivas, baja el contenido de colesterol, alivia la acidez de estómago y ayuda a combatir la anemia, la gota, el reuma y la artritis. Su alto contenido en fibra ayuda saciar el hambre, por eso está indicada en dietas de adelgazamiento, ya que favorece la digestión de las grasas, tiene fibra y muy pocas calorías. De hecho, existe una famosa dieta de la alcachofa que consiste en consumir recetas con esta hortaliza en todas las comidas.
Refrescante, sabroso… y uno de los mejores diuréticos vegetales gracias a su alto contenido de agua biológica, minerales y vitaminas. Desintoxicar el organismo, lo remineraliza, depura la sangre, mejora la digestión, abre el apetito, alivia las molestias de las articulaciones y rebaja los niveles de colesterol. Y no sólo eso, además tiene propiedades expectorantes, anti inflamatorias, sedantes y antioxidantes.
Si añadimos que se trata de una verdura refrescante y aromática, ya no tienes excusa para no incluirlo en su dieta. Solo aliñado con aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta, añadido a guisos, caldos, sopas, salsas o en la ensalada, además de sus saludables virtudes te beneficiarán de su aromático y refrescante sabor y textura.
A veces injustamente olvidada, es una hortaliza que debes tener en cuenta porque es rica en vitamina A, B y C, ácido fólico, necesario para la formación de hemoglobina, contiene minerales como hierro, potasio, calcio, magnesio, boro y cobalto. Se trata de un alimento con propiedades antioxidantes, aumenta las defensas del organismo y ayuda a retrasar el envejecimiento. Además tiene virtudes laxantes y contra la diarrea, ayuda a bajar la presión sanguínea y la pulpa ejerce una acción suavizante y protege las paredes del estómago. Ideal si sigues una dieta de adelgazamiento, porque tiene pocas calorías, mucha fibra y es diurética. Puedes preparar cremas, galletas, pasteles, confitura, arroz, pasta e incluso comerla cruda cortada muy finamente, aliñándola con una vinagreta.
Con la globalización aparecieron los kiwis, una fruta que nunca vieron personas mayores, pero que ahora es muy común.
El kiwi se ha demostrado ampliamente sus beneficios, ya que en el interior de su piel ligeramente peluda encierra un manantial de salud y una sorprendente estética que la hace ideal para decorar platos. Para empezar, es la fruta con mayor contenido de vitamina C, casi el doble que la naranja; por lo tanto, es antioxidante, reduce la hipertensión y el estrés, y es eficaz para prevenir problemas de la vista como cataratas y ceguera nocturna. Su contenido de fibra favorece el tránsito intestinal y además impide al intestino la absorción de colesterol.
Es una fruta recomendada cuando se hacen dietas de adelgazamiento porque tiene pocas calorías y es diurética. Puedes incluir kiwi las ensaladas, les dará un toque de color y un plus de salud, también puedes preparar tartas y macedonia de frutas, aunque lo recomendado es que tomes el kiwi en ayunas porque de este modo tu organismo aprovechará al máximo todas sus virtudes y además solucionará problemas de estreñimiento.
Esta hierba silvestre de flores amarillas y hojas largas, segmentadas inventadas inundan los prados y bordes de los caminos durante gran parte del año. Muchos la ven como una mala hierba y, sin embargo, sus hojas son excelentes para combinar con la lechuga y otras yerbas y enriquecer así el sabor de las ensaladas con su suave gusto amargo.
Popularmente se la llama «meacamas», por lo que ya habrá adivinado que se trata de una planta diurética y purificadora que facilita el drenaje del hígado, previene la formación de piedras en la vesícula, estimula el apetito, este purgativa y adecuada para afecciones de la piel, incluso hay quien seca y tuesta las raíces y las utiliza como sustituto del café.
La raíz de diente de león se prepara en decocción, hirviendo una cucharada de raíz por cada taza de agua dos o tres veces al día. Con las hojas puedes preparar infusiones vertiendo agua hirviendo en una cucharada de hojas; las deja reposar unos minutos y luego la filtra.
Junto al ajo, la cebolla, además de imprescindible en nuestra cocina, ya sea cruda o cocina, tiene numerosas virtudes medicinales. Es antiséptica, antibiótica, hipotensora, depurativa, diurética y licua la sangre mejorando su circulación y contiene un alto porcentaje de antioxidantes. Para aprovechar mejor sus propiedades tienes que comerla cruda. Se encuentra que el sabor es demasiado fuerte, déjala macerar una hora en vinagre y añade un buen chorro aceite de oliva, sal y pimienta.
Además de aportar frescura las comidas, tiene propiedades diuréticas, digestivas, laxantes y sedantes. Si a ello le añadimos su aporte de fibra, vitaminas y minerales, tenemos un plato tan saludable que nunca debería de faltar, ya sea como primer plato combinado con otras hierbas como roca, en divisas, diente de león, achicoria, verdolaga, etc., o sola acompañando carnes y pescados. Tipos de
lechuga.
Otra fuente de vitaminas y minerales y, en consecuencia, otra fuente de salud. El tomate es rico en antioxidantes y comido con regularidad baja los niveles de colesterol y triglicéridos de la sangre, previene el estreñimiento y la diarrea, reduce la hipertensión, su alto contenido en vitamina mejora la vista, ayuda reducir peso porque sacia el hambre con muy pocas calorías y previene problemas cardiacos.
Éstos son algunos de sus beneficios, pero son suficientes como para que incluyan en su dieta. Aliñados con aceite de oliva y aromatizados con romero, albahaca u orégano y unas aceitunas un poco de cebolla constituyen un saludable primer plato.
Proporciona el 93% de la vitamina C que necesita diariamente el organismo y ayuda a equilibrar el colesterol y la presión sanguínea. Tiene un alto contenido de potasio, gracias a lo cual tiene virtudes deportivas y estimular el jugo del páncreas, incrementen mejora los glóbulos rojos, por lo que está indicado para personas anémicas, y fortalece los dientes y el sistema nervioso central, refuerza las paredes celulares y evita el estreñimiento. Al ser rica en potasio y magnesio, previene los calambres y reforzar los músculos, si eres deportista deberías tenerla en cuenta, ya sea comida o bebiendo zumo exprimido.
Sus ácidos poli insaturados, conocidos como Omega 3, en contribuyen a reducir el nivel de colesterol y a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Come 4 o 5 al día, solas, en ensalada, acompañando quesos o con los cereales de la mañana. Un estudio realizado por la Universidad de Barcelona asegura que el consumo diario de nueces produce un aumento de los niveles de serotonina, la cual se traduce en una notable mejora del humor, puesto que ésta aumenta la transmisión de señales nerviosas, disminuye la sensación de hambre y rebaja el volumen de la barriga.
Muy apreciado en la mesa por su aporte de frescura, el rábano tiene la virtud de descongestionar y desintoxicar el hígado, favorece el funcionamiento de la vesícula biliar, cosa que ayuda a digerir las grasas, es diurético y antibiótico. Puedes agregarlos a la ensalada o comerlos acompañado de una salsa. Si tu colesterol está bien, puedes comerlos como suelen hacerlo en Francia, añadiendo un poco de mantequilla y sal.
Este crítico tan común en la zona mediterránea, asociado a la cocina y a la limpieza, es también fuente de salud por su alto contenido de vitamina C, además de vitaminas B y E, potasio, magnesio, fósforo, cobre, calcio, zinc, manganeso y hierro, que lo convierte en un excelente protector del sistema inmunológico. El limón previene de enfermedades infecciosas, es beneficioso para la piel y los huesos, previene los resfriados y la gripe, estimula la secreción biliar, puede aliviar el reuma, es bueno para el sistema cardiovascular y eficaz para atajar la diarrea.
Se mire por donde se mire, el limón es casi la panacea, por eso se recomienda que bebas zumo de limón, que añadas un poco de zumo a las infusiones y tisana, en las ensaladas como sustituto del vinagre y en los postres. Sus virtudes son tan extensas, que si tienes un jardín o terraza es absolutamente recomendable que plantes un limonero para tener este fruto siempre a mano. Limonero puede vivir y dar fruto todo el año plantado en un tiesto grande en la terraza.
Protege la piel y la vista, pues contiene una elevada proporción de vitamina A. Depura la sangre, es antioxidante, limpia y desintoxicar el hígado y ayuda a solucionar la ceguera nocturna, la fotofobia y previene las cataratas. También favorece la formación de glóbulos rojos gracias a su contenido de hierro, por lo que suena para tratar los procesos anémicos. Es rica en fibra, procura sensación de saciedad y tienen pocas calorías por lo que debes incluir en tu dieta si tienes intención de perder algunos kilos. Además, es eficaz para tratar las manchas de la piel y el acné juvenil mediante la aplicación directa de la pulpa rallada o del jugo sobre la zona afectada.
Puedes tomarla cruda en ensaladas, hervida junto a otros verduras, hacer cremas, sopa, pasteles, ponerla en los estofados de carne y beber el zumo. Cuando vayas a cocinar zanahorias, lávalas con agua y ráspalas con un cuchillo sin llegar a sacar la piel, ya que es donde está la mayor cantidad de vitamina A. Y para obtener el máximo beneficio, lo mejor es que las comas cruda.
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