23/04/2024

La incultura que se proyecta con fantasía para atacar la realidad

He leído este artículo de Salvador Sostres, uno de los señores a los que Carlos Herrera, «Las mañanas de COPE» y toda la caterva de oyentes y la Iglesia, dueña de la cadena, les ríen las gracias, insultos, chistes y chascarrillos que salen por su boca. Pero primero lo que toca, el artículo del susodicho:

Por si no podéis leer bien en la imagen os dejo la transcripción de lo que escribió este energúmenoEnergúmenoDel lat. tardío energumĕnus, y este del gr. ἐνεργούμενος energoúmenos «poseído», part. pas. de ἐνεργεῖν energeîn «mover, impulsar».1. m. y f. Persona poseída del demonio. → 2. m. y f. Persona furiosa, alborotada.:

La profunda estupidez de nuestra era se soncreta en las estupefaciones por la muerte del charlatán HawkingStephen William Hawking Stephen William Hawking Wikipedia. Si en su materio hizó algún descubrimiento, le felicito aunque sea postumamente.

Pero sobre todo sus apariciones públicas las basó en majaderías tan poco científicas como los agujeros negros o negar a Dios. Solo le faltaba leernos el horóscopo. Yo soy géminis, Sthepen, ¿cómo iré de amores mañana?

Esta genuflexión del la muchedumbre ante la muerte de semejante vendedor de pócimas milagreras prueba la decadencia moral, espiritual y estética de nuestra era. Hawking, socialista confeso, tal vez fuera un buen físico y no es mi ánimo discutir los méritos que tuviera en su terreno, pero su palabrería atea, su pantomima del agujero negro, y su tremendismo ecologista demostraban su vulgaridad intelectual, su alma seca (su único y verdadero agujero negro) y que los hombres que con tal de no creer en Dios, creen y nos quieren hacer creer en cualquier cosa, acaban convertidos en unos deplorables patanes, por muy válidos que sean en su especialidad elegida.

Hawking no explicó el universo, ni su origen ni su destino. Su fanatismo medioambientalista le delataba como demagogo y populista, y su catastrofismo fue tan ridículo como todos los fines del mundo que nos llevan anunciando desde hace décadas, siendo evidente que en algo significativo les falló el cálculo, porque la verdad es que continuamos viviendo estupendamente.

Esta pedantería de supermercado, tan nuestra, esta postración ante el predicador hortera mientras siguen tan vacías las iglesias, y la costumbre de oveja de preferir dirigirse hacia donde todo el mundo va en lugar de buscar la verdad salvífica, conducen de un modo inevitable a la adoración de falsos ídolos como Hawking, agigantado por nuestra agigantada ignorancia y nuestra desoladora falta de tensión espiritual.

Murió un socialista, murió un charlatán —valga el pleonasmoPleonasmoDel lat. tardío pleonasmus, y este del gr. πλεονασμός pleonasmós «sobreabundancia», «exageración», «pleonasmo», der. de πλέον pléon «más numeroso».1. m. Ret. Empleo en la oración de uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero con los cuales se añade expresividad a lo dicho, como en en fuga irrevocable huye la hora. → 2. m. Exceso o redundancia de palabras. — murió otro héroe de los resentidos y como todos ellos murió sin haber entendido nada de lo sustancial, e impermeable como una oca a la Gracia. Claro que las ocas, por los menos, nos dan foie; y este Hawking por no estar, no estaba ni bautizado.

Seguidamente os conmino a que leáis el artículo desde el cual he acabado en el de Sostres. No hay mucho más que decir, excepto que, en cuanto oigo la palabra «Sostres», voy a mirar qué novedad hay, porque es el reflejo de esa España antigua, clásicos se autodenominan ellos, rancia y que cree en la mágia divina, en realidad creen en Dios, el «auténtico creador de agujeros negros», ya que no puede creer en que un hombre mortal e incrédulo en cuestiones de religión, socialista por más señas, haya descubierto los agujeros negros que su «verdadero Dios» se supone que ha puesto en el Universo, y solo Él sabrá el motivo. Menos mal que no le ha llamado tarado físico, pero le ha faltado poco. Como conclusión, este buen señor si que es capaz de creer a pie juntillasA pie juntillasCon los pies juntos, como para saltar. En sentido figurado, se emplea con el verbo creer («creer algo a pie juntillas») para significar que se da algo por cierto, sin sombra de duda. que una señora se quedo en estado de una paloma y de ahí nació el hijo de Dios, por lo que no sé que podemos esperar de él.

En fin, hay tanto que aprender y tanto imbécil suelto, que no da tiempo a atender todos los frentes. Año de Nuestro Señor del 2018.

Un poco de realidad le vendrá bien al «crédulo periodista divino»:

Salvador Sostres épico

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