El aforismo es una sentencia breve y doctrinal que se propone
como regla de vida, de conducta, de pensamiento o de arte.
como regla de vida, de conducta, de pensamiento o de arte.
El pensamiento de d’Ors se caracterizó siempre por un axioma
que es además uno de sus más célebres aforismos:
Elevar la Anécdota a Categoría.
De estos opulentos tesoros del saber
no puedo llamarme amo.
Pero tengo las llaves.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
no puedo llamarme amo.
Pero tengo las llaves.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Es peligroso tener el corazón alado.
Vale más tener la vista alada.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Vale más tener la vista alada.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
1. En todo trabajo y en todo juego
se esconde una semilla de eternidad.
Filosofar es hacer germinar y florecer
una semilla de eternidad que los juegos y trabajos encierran.
Y esto sin que se deje de trabajar y jugar.
Pero suspendiendo, a cada instante, el trabajo y el juego.
se esconde una semilla de eternidad.
Filosofar es hacer germinar y florecer
una semilla de eternidad que los juegos y trabajos encierran.
Y esto sin que se deje de trabajar y jugar.
Pero suspendiendo, a cada instante, el trabajo y el juego.
2. Filosofía es la inscripción de la eternidad en la vida.
<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>Sé como un diamante.
En el cuerpo del diamante,
la Geometría se hace luz.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
En el cuerpo del diamante,
la Geometría se hace luz.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
¿Los ojos, espejo del alma?
¡No, al revés, el alma, espejo de los ojos!
¡Hasta dónde puede, la pobrecilla!<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
¡No, al revés, el alma, espejo de los ojos!
¡Hasta dónde puede, la pobrecilla!<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Lección de la gaviota:
Hay que volar a todos los vientos de todos los mares,
pero hay que procrear en un nido.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Hay que volar a todos los vientos de todos los mares,
pero hay que procrear en un nido.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No hay más que una manera de sentir:
Moverse.
No hay más que una manera de pensar:
Hablar.
No hay más que una manera de dolerse:
Gemir.
No hay más manera de aprender:
Enseñar.
En El principio era la Apariencia.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Moverse.
No hay más que una manera de pensar:
Hablar.
No hay más que una manera de dolerse:
Gemir.
No hay más manera de aprender:
Enseñar.
En El principio era la Apariencia.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
La Forma decide.
El exterior decide.
La actitud decide.
Cualquier gabán tratado como impermeable,
se vuelve impermeable.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
El exterior decide.
La actitud decide.
Cualquier gabán tratado como impermeable,
se vuelve impermeable.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
La inteligencia aleja la muerte.
Ser racional es un buen negocio vital.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Ser racional es un buen negocio vital.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Hace muchos años que acaricio esta idea…
Ya sería hora de violarla.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Ya sería hora de violarla.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
─ ¿Qué es meditar?
Meditar es sacrificar
una porción de sensaciones a un pensamiento.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Meditar es sacrificar
una porción de sensaciones a un pensamiento.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
─ ¿Qué es hablar?
Es sacrificar una porción de pensamiento a otro.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Es sacrificar una porción de pensamiento a otro.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
─ ¿Qué es poesía?
Es sacrificar una porción de palabras a una palabra
en la cual se halla representado, además del valor propio.
el de todas las otras palabras no dichas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Es sacrificar una porción de palabras a una palabra
en la cual se halla representado, además del valor propio.
el de todas las otras palabras no dichas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
1. Cualquier auténtico pensamiento es diálogo.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
2. Cultivemos, pues, el santo diálogo,
hijo de las nupcias de la inteligencia y de la cordialidad.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
hijo de las nupcias de la inteligencia y de la cordialidad.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Te apoyarás en tus prejuicios,
como el primer peldaño de una escalera.
Acaso más tarde descanses en ellos.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
como el primer peldaño de una escalera.
Acaso más tarde descanses en ellos.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Levantamos los párpados
y vemos inmediatamente compañía.
Tendemos el meñique y tocamos colaboración.
Abrimos la boca y respiramos Traición.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
y vemos inmediatamente compañía.
Tendemos el meñique y tocamos colaboración.
Abrimos la boca y respiramos Traición.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No hay nada tan moderno como lo que no debe cambiarse.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Las Leyes son Normas,
pero también son Armas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
pero también son Armas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No existe una verdadera misión
si una condena no la acompaña.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
si una condena no la acompaña.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Hay que remar cada día.
Las inspiraciones significan momentos divinos;
pero la continuidad representa igualmente una inspiración,
que santifica una larga serie de momentos…
Lección de la callada energía, del trabajo cotidiano y humilde.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Las inspiraciones significan momentos divinos;
pero la continuidad representa igualmente una inspiración,
que santifica una larga serie de momentos…
Lección de la callada energía, del trabajo cotidiano y humilde.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No seguir la opinión. Precederla. Fabricarla.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No nos cansamos de recordar que «autoridad»
corresponde a «autor».
Téngala únicamente quien ha hecho algo
y sobre lo que ha hecho.
Que mande el estéril.
Que el puro repetidor mande poco.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
corresponde a «autor».
Téngala únicamente quien ha hecho algo
y sobre lo que ha hecho.
Que mande el estéril.
Que el puro repetidor mande poco.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Entre dos explicaciones elige la más clara.
Entre dos formas, la más elemental.
Entre dos palabras, la más fuerte.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Entre dos formas, la más elemental.
Entre dos palabras, la más fuerte.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
El estilo, como las uñas,
es más fácil tenerlo brillante que limpio.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
es más fácil tenerlo brillante que limpio.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Lo más triste de los adolecidos de manía de persecuciones,
es que tienen razón.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
es que tienen razón.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Elige un hombre entre tus relaciones
que esté en condiciones no muy distintas de las tuyas;
Haz un esfuerzo,todavía, para considerarlo equivalente a ti.
Obsérvale, en su persona y actos;
júzgale, e infórmate de como le juzgan los demás.
Eso te dará la medida de cómo te juzgan a ti, él y los otros.
La importancia que tú otorgues a sus cualidades,
a los aciertos, es la que los hombres dan a los tuyos;
y lo mismo, respecto a los defectos y faltas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
que esté en condiciones no muy distintas de las tuyas;
Haz un esfuerzo,todavía, para considerarlo equivalente a ti.
Obsérvale, en su persona y actos;
júzgale, e infórmate de como le juzgan los demás.
Eso te dará la medida de cómo te juzgan a ti, él y los otros.
La importancia que tú otorgues a sus cualidades,
a los aciertos, es la que los hombres dan a los tuyos;
y lo mismo, respecto a los defectos y faltas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
¿Conciencia tranquila?
No te fíes de agua que no corra.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No te fíes de agua que no corra.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Haz cada día aquello que te repugne más,
una sola vez, antes de irte a la cama,
para que el reposo sea como el premio del esfuerzo máximo.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
una sola vez, antes de irte a la cama,
para que el reposo sea como el premio del esfuerzo máximo.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Visita a tus tías,
A las más pobres, a las más viejas, a las más extrañas.
Infórmate amablemente de su salud y heridas.
Mientras te las explican piensa en las tuyas
y realiza la comparación.
Verás cómo se asemejan.
Cuando salgas de allí,
habrás ganado un poco de piedad
hacia tus pobres tías,
y un poco de ironía hacia ti mismo.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
A las más pobres, a las más viejas, a las más extrañas.
Infórmate amablemente de su salud y heridas.
Mientras te las explican piensa en las tuyas
y realiza la comparación.
Verás cómo se asemejan.
Cuando salgas de allí,
habrás ganado un poco de piedad
hacia tus pobres tías,
y un poco de ironía hacia ti mismo.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No lloramos porque estamos tristes;
antes estamos tristes porque lloramos.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
antes estamos tristes porque lloramos.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No hay más que una enfermedad
que se llama soledad.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
que se llama soledad.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
No recordamos las cosas porque nos hayan interesado,
sino que nos interesan
por el recuerdo que ya tenemos de ellas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
sino que nos interesan
por el recuerdo que ya tenemos de ellas.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
En un principio era la Memoria.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
1. Hay que irse acostumbrando a la vejez
para bien llevarla.
Como un traje nuevo<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
para bien llevarla.
Como un traje nuevo<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
2. Como hay «nuevos ricos», hay «nuevos viejos».
Témelos y témete en el trance.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Témelos y témete en el trance.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Quisiera, cuando la hora fuese llegada,
morir en los dulces brazos de un amigo tal,
que, con conocernos de toda la vida
y amarnos con toda el alma,
no nos hubiésemos tuteado jamás.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
morir en los dulces brazos de un amigo tal,
que, con conocernos de toda la vida
y amarnos con toda el alma,
no nos hubiésemos tuteado jamás.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Todo pasa. Pasan pompas vanidades.
Pasa la nombradía como la oscuridad.
Nada quedará en fin de cuentas.
De lo que hoy es la dulzura o el dolor de tus horas,
su fatiga o su satisfacción.
Una sola cosa será contada
y es TU OBRA BIEN HECHA.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>
Pasa la nombradía como la oscuridad.
Nada quedará en fin de cuentas.
De lo que hoy es la dulzura o el dolor de tus horas,
su fatiga o su satisfacción.
Una sola cosa será contada
y es TU OBRA BIEN HECHA.<span class="su-quote-cite">Eugeni d'Ors</span>