Errores que han dado mucho juego
Los errores son divertidos cuando no los cometes tú. En la historia hay muchos, demasiados, pero algunos nos ha salvado a vida y otros nos han demostrado lo estúpidos que somos. Al menos nos han servido para comprender que si no te equivocas, no avanzas.
Los cítricos no son la mejor fuente de vitamina C. Por término medio, un cítrico tiene 50 miligramos por cada 100 gramos: en igual cantidad de alimento las fresas aportan 60 miligramos, los kiwis 90, los pimientos 100 y el perejil 200.
Leche de soja
La leche de soja no funciona bien en lugar de la leche de vaca. Las proteínas de la soja son mucho menos abundantes y de peor calidad. En cuanto al calcio, la soja tiene sólo una cuarta parte del que aporta la leche.
El azúcar moreno y el blanco
El azúcar moreno y el blanco apenas presentan diferencias nutricionales. Es exactamente lo mismo consumir uno u otro tipo. Para sentir la diferencia habría que ingerir cantidades realmente excesivas. Lo mismo ocurre con la miel y el azúcar: los valores nutricionales de una y otro son prácticamente equivalentes.
El chocolate
El chocolate no produce acné. Hay una excepción, las personas con las pieles extremadamente sensibles, pero son una minoría.
La orina y el alcohol
El motivo por el que se orina más al tomar alcohol no es que se esté tomando más líquido, sino que el alcohol está deshidratando parcialmente el cuerpo. El cuerpo dispone de un anti diurético natural que regula la cantidad de agua en la sangre, y el alcohol inhibe este agente, por lo que los riñones se vuelven más activos.
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LSD
Durante los años sesenta circuló el rumor de que fumar el revestimiento interno de los plátanos causaba efectos parecidos al consumo de LSD. Muchas personas afirmaron haber experimentado los efectos de la bananadina,pero los análisis de esta capa blanca que se encuentra dentro de los plátanos no han encontrado ninguna droga, ni alucinógena ni de ningún tipo. Los efectos, si alguien los sintió, fueron un claro ejemplo de efecto placebo.
La Biblia de los calzones
En una de las primeras ediciones inglesas de la Biblia los traductores se sintieron molestos por el contenido algo impúdico del Génesis, y Adán y Eva, tras avergonzarse de estar desnudos, en lugar de cubrirse los genitales con una hoja de higuera se hicieron unos calzones con las hojas de la higuera. Esa edición pasó a la historia como la Biblia de los calzones. Otra edición de la misma época fue conocida como la Biblia del vinagre, pues en un pasaje de Lucas 20:9-18 la parábola de la viña fue transformada en la parábola del vinagre.
El décimo mandamiento
Las ediciones a precios ridículos de biblias durante el siglo XVII alimentaron muchas hogueras en Holanda: en una de estas biblias, Ruth corrompía, en lugar de concebir, a un varón. En 1631 se imprimió en Londres la que pasó a ser conocida como la Biblia impía, pues en el séptimo de los diez mandamientos se podía leer la orden tajante de Dios: «Cometerás adulterio».
Las sirenas
La creencia en las sirenas se remonta a los babilonios, pero la primera sirena manufacturada no apareció hasta el siglo XVI, y eran siempre animales compuestos: la más famosa de éstas fue la sirena fabricada en 1822 uniendo la mitad superior de un mono, probablemente un orangután, a los dos tercios inferiores de un salmón, lo que dio una sirena de algo menos de un metro de estatura. El empresario circense P. T. Barnum la compró y la exhibió durante varios años para asombro y horror de sus conciudadanos. En la actualidad, aunque considerablemente deteriorada, se encuentra en el Bamum Museum en Bridgeport, Connecticut.
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La cirugía psíquica
La cirugía psíquica está extendida por todo el mundo, pero abunda sobre todo en Filipinas y Brasil: los cirujanos psíquicos afirman que pueden extraer tumores utilizando tan sólo las manos y sin realizar ninguna incisión en el cuerpo del paciente. En realidad, lo único que hace es, echando mano de sus habilidades de ilusionista, hacer aparecer sangre de un animal mientras extrae del paciente órganos como hígados y corazones de pollo. Evidentemente, si el paciente tenía cáncer volverá a casa y morirá; si su afección era otra, y no mortal, vivirá pensando que lo han sanado y será una prueba viviente de la eficacia de los cirujanos psíquicos.
Antonio C. Agpaoa
Parece ser que el fraude nació en Filipinas obra de Antonio C. Agpaoa (1938-1982). Anualmente operaba a cientos de personas, pero cuando necesitó atención quirúrgica prefirió acudir a Estados Unidos, donde le extrajeron el apéndice por los métodos tradicionales. Cuando su hijo se puso enfermo también se lo llevó a Estados Unidos, pero el niño murió. En 1968 intentó trasladar su negocio de Filipinas a Estados Unidos, pero fue arrestado y acusado de fraude médico.