El Pueblo contra O.J. Simpson: esta dramatización presenta los giros inesperados del juicio a O.J. Simpson por asesinato, y desvela las tácticas legales empleadas por ambas partes.
El asesinato de Nicole Brown Simpson: inspirada en los eventos protagonizados por el famoso O.J. Simpson y su ex mujer, esta película recrea los últimos días de Nicole Brown Simpson vistos desde su punto de vista.
Orenthal James Simpson creció en un entorno pobre de viviendas protegidas de San Francisco (California). Su juventud fue semejante a la de miles de jóvenes negros en Estados Unidos. Su padre abandonó a la familia cuando él tenía cinco años. Creció en la calle, formó parte de una banda, la de los Guerreros Persas, y tuvo algunos problemas con la policía. Hasta que, a los 15 años, conoció al famoso jugador de béisbol Willie Mays, que le hizo entrever un mundo de riqueza y de fama. Apasionado del fútbol americano, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad del Sur de California, con cuyo equipo (los Trojans) ganó el prestigioso trofeo Heisman en 1968.
Pasó a jugar en la liga nacional (NFL) 11 temporadas con los Buffalo Bills y los 49ers de San Francisco. En 1973 se convirtió en el primer jugador en recorrer 1800 metros en una temporada, y en 1985 fue elegido miembro del Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional. Después de retirarse de la liga nacional, desarrollo su carrera como locutor deportivo y actor; apareció en películas como El coloso en llamas, Capricornio Uno o la trilogía de Agarralo como puedas, entre otras.
Conoció a la camarera Nicole Brown en 1977, cuando ella solo tenía 18 años, con la que tuvo 2 hijos: Sydney y Justin. Tras una tormentosa relación plagada de denuncias por abusos, Nicole decidió pedir el divorcio el 25 de febrero de 1992. Dos años después fue acusado de su asesinato.
El 13 de junio de 1994, junto a la puerta de un apartamento en el barrio de Brentwood, en Los Angeles, una mujer descalza y vestida de negro yacía boca abajo sobre un charco de sangre. Cerca de ella, escondido entre los arbustos, estaba el cadáver de un hombre de 25 años. Sobre las 00:10 h un vecino se dio de bruces con la terrible escena: eran los cuerpos de Nicole Brown Simpson y Ron Goldman.
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Nicole Brown casi estaba decapitada por un corte muy profundo en el cuello. Goldman tenía la camisa arremangada cubriéndole la cabeza, por lo que se podía ver el torso lleno de heridas producidas por un arma blanca.
Era un barrio tranquilo hasta que se descubrió que Nicole era la ex esposa del famoso jugador de fútbol americano y actor O. J. Simpson.
En cuanto se hubo de notificado a las dos víctimas, los detectives se presentaron en la finca de Simpson en la avenida Rockingham (en Brentwood), donde, en la parte trasera encontraron un coche modelo Ford Bronco blanco con manchas de sangre. El detective Mark Fuhrman, sin una orden judicial, pero afirmando que tenía por la seguridad de Simpson, trepó los muros de la finca y dejó entrar a su equipo; tras recorrer el terreno encontraron un guante ensangrentado, que luego se determinó que era la pareja del que había en el escenario del crimen. Las pruebas de ADN revelaron que la sangre pertenecía a Nicole y a Goldman.
Más tarde encontraron tres gotas de la sangre de Simpson cerca del garaje de su casa, de una herida abierta que éste tenía en la mano. Los restos de sangre en los tiradores de las puertas del vehículo, en la habitación del hotel donde Simpson se alojó esa noche, y en las cercanías de la puerta de entrada de la casa. El hallazgo del guante y la prueba de la sangre en ambas escenas bastó para que se emitiera una orden de arresto por doble asesinato contra él.
Acabo de 80 km de autopista, todo terminó a las 20:00 h en la finca de Simpson, en la avenida Rockingham. Se entregó sin resistencia a cambio de poder pasar una hora en casa junto a su madre. Mientras los agentes registraron en Bronco y hallaron 8000 $ en efectivo, además de ropa y disfraz (perilla, bigote y maquillaje); también había fotos familiares y arma cargada.
Tom Lange, detective veterano del LAPD, condujo a la investigación. Como fiscal jefe se designó a Marcia Clark, y como fiscal adjunto, a Christopher Darden, ambos de la fiscalía del distrito. Simpson, por su parte, contrató a un equipo de destacados abogados, entre ellos, F. Lee Bailey, Robert Kardashian, Robert Shapiro, Alana Deshorwitz, Johnnie Cochran Jr. Y Barry Scheck: el llamado «Dream Team», que le costó a Simpson entre 3:06 millones de dólares.
Un agente reconoció haberse llevado los zapatos de Simpson a casa, dejándolo sin vigilancia en su maletero durante al menos seis horas, por lo que se rompió la cadena de custodia. Además, se supo que el equipo forense no había manipulado adecuadamente las pruebas de sangre: un día estuvo durante horas en una chaqueta antes de llegar al laboratorio, y se dijo que los técnicos derramaron parte de la sangre de Simpson en el mismo laboratorio donde realizaron pruebas con las muestras.
También el detective Fuhrman (que halló el segundo guante) estuvo en el punto de mira: en un contrainterrogatorio, F. Lee Bailey lo presionó por su historial de retórica racista, cosa que Fuhrman negó, pero aparecieron unas cintas en las que repetía insultos racistas. Estas fueron la piedra de toque de la defensa, que afirmaba que su testimonio carecía de credibilidad. Fuhrman, acusado de perjuicio, se acogió a su derecho de guardar silencio cuando le preguntaron si había preparado pruebas.
Durante este juicio se puso de moda sustituir nigger (negrata) por N-Word (la palabra con N). Al testigo clave del fiscal, el detective Mark Fuhrman, del Departamento de Policía de Los Ángeles, lo llevaron a juicio por el uso reiterado de nigger en las grabaciones de la investigación. Según el fiscal, la N-word es «la palabra más sucia, indecente y repugnante de la lengua inglesa, y no tiene cabida en una sala de juicios».
El 15 de junio de 1995, el abogado defensor Cochran , conmino al fiscal Darden a pedirle a Simpson que se probara el guante de piel, el cual resultó demasiado ajustado para él. En esa argumentación final, Cochran recurrió a tal demostración para solventar: «Si no encaja, hay que absolver».
El jurado tomó una decisión de las sólo cuatro horas de deliberación y, ante el estupor general, absolvieron a O. J. Simpson. Los más críticos atribuyeron la decisión del jurado a su composición racial. Por su parte, los miembros del jurado señalaron la incompetencia del LAPD y la poco convincente tarea de la fiscalía.
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En 2007, Simpson tuvo de nuevo problemas con la ley. El 13 de septiembre, en un hotel de Las Vegas, sus amigos y él amenazaron a punta de pistola a un tratante de objetos deportivos de coleccionistas para que le devolviera algunos que, según Simpson, le habían robado. El 3 de octubre de 2008 (13 años después de ser absuelto por asesinato), O. J. Simpson fue condenado a 33 años de cárcel por 10 delitos. En 2017, tras cumplir nueve años, se le otorgó la libertad condicional. Muchos creen que esa sentencia permitió ponerlo al fin en manos de la justicia.
Acreditar una cadena de custodia hace posible determinar la conexión de las pruebas con el crimen, y asegura su procedencia, así como que no han sido preparadas o modificadas a fin de inculpar a un inocente. Para ello, cada artículo debe ser etiquetado con las iniciales del todo aquel que las haya manipulado. El fiscal usa la documentación de la cadena de custodia para demostrar que las pruebas no han sido preparadas y que se encontraron en la escena del crimen. En caso de que surja alguna discrepancia o de que la cadena de custodia se rompa, es posible que las pruebas no se consideren admisibles.