19/03/2024

Definiciones políticas: F

La política destroza aquello que trate de contenerla, incluso a los hombres. Sobre todo a los hombres. Se destroza a si misma. La política es posterior a los hechos que trata de comprender, o que trata de apresar, de capturar. Recordar que la primera edición de este diccionario fue en 1974 y todas las definiciones siguen vigentes, solo que cambian las personas, los hechos y los países. Una verdadera pena.

FABIANISMO
Teóricos laboristas ingleses tomaron el nombre de «fabianos», y establecieron la Sociedad Fabiana en Londres, 1884 (de un general romano, Fabio Cunctator, famoso por la lentitud de su estrategia para ganar las batallas: evitaba los encuentros directos con el enemigo). Sus bases eran la «impregnación» o «permeabilización de las instituciones» y la «inevitabilidad de las gradaciones». Su idea de «gas y socialismo» para las clases obreras adelantó a la idea soviética de «soviets y electrificación» para mudar a Rusia. No se puede negar que parte de sus ideas han cambiado la sociedad británica y la mundial; pero puede advertirse que en el desarrollo del
socialismo por esta vía se producen muchas veces las degradaciones en vez de las gradaciones.
FÁBULA DE LAS ABEJAS
Metáfora del moralista político Bernard Mandeville: «La fábula de las abejas: o vicios privados, virtudes colectivas», en la que imagina que la población de la colmena consigue la abolición de todos los vicios: un desastre. «El lujo daba trabajo a un millón de pobres; el orgullo, a otro millón.» Se considera una tesis de la busca del beneficio personal y del beneficio sin límites, la liberación del comercio y las ventajas de la división del trabajo.
FACCIÓN
Grupo de gente amotinada(persona) Que toma parte en un motín.; se suele utilizar con sentido peyorativo(palabra, expresión) Que transmite una connotación negativa de desprecio o poco respeto.. Cuando un gobierno pretende desprestigiar un movimiento armado o rebelde, y reducir su importancia ante la opinión pública, lo considera como facción, y a sus miembros como facciosos. Sin embargo, una guerrilla puede ser una facción, en tanto que forma parte de un movimiento más amplio. Por su parentesco prosódicoPROSODIAParte de la gramática tradicional que enseña la pronunciación y acentuación correctas. con fracción, se utiliza indebidamente para indicar un grupo separado o escindido de un partido o de una mayoría, aunque el sentido rebelde y combativo que pueda tener ese grupo contra el más amplio del que procede puede justificar a veces su uso. En el vocabulario militar, la facción tiene otros sentidos.
FAMILIA
Según los sistemas corporativos o fascistas, célula básica de la sociedad. Construida a semejanza del Estado fuerte, ofrece un padre de familia tradicional en el derecho romano (pater familias) dotado de todos los poderes sobre un grupo de sexo y edad que le debe estar sometido. La formación y sostenimiento de la familia está apoyada por las fuerzas conservadoras de los países, que niegan el divorcio, premian la natalidad, entregan subvenciones por situación de familia de los trabajadores, castigan el aborto y las relaciones sexuales extramatrimoniales, prohíben los anticonceptivos, etcétera. La actual crisis de la familia se debe a dos razones esenciales de carácter directo: la tendencia de la mujer a una mayor independencia, y la de la juventud hacia una más libre disposición de sí misma. Las tendencias de la izquierda favorecen moderadamente estas libertades, dentro de una tónica general de la izquierda hacia la responsabilidad y autodeterminación del individuo, y de la derecha a formar grupos unitarios con un jefe. No hay razón ninguna para aceptar que las nuevas formas de relaciones y la entrada de una permisividad mayor disuelvan la familia: los partidarios de esta permisividad consideran que borra sus males, o parte de ellos, y que generalmente cuando una familia se disuelve por el divorcio se forma otra, habitualmente otras dos, en las que al menos durante algún tiempo las nuevas relaciones de carácter democrático familiar funcionan bien.
FANATISMO
Actitud psicopatológica que puede mostrarse en muy diversas causas ─el deporte, la canción, los toros─, pero que cuando se manifiesta en política o en religión puede ser extremadamente grave: mata. El fanático puede llegar a poner en peligro su propia vida por sostener los ideales en los cuales cree (hay comandos o militantes llamados suicidas), pero con mucha más frecuencia pone en peligro la vida de los demás, de los que no creen o de los que él supone que no creen. El fanatismo puede aparecer en miembros de cualquier grupo; pero hay también grupos enteros de fanáticos, cuyas exigencias o cuyas líneas programáticas ─generalmente esquemas poco sólidos, puesto que son imposibles de debatir y de discutir─ reclaman el fanatismo. Hay fanatismos puramente de respuesta, por la persecución o intolerancia de la sociedad con un determinado grupo o individuos que realmente están en una posición en la que no tienen más opciones que ceder o actuar fanáticamente en autodefensa; los hay coyunturales ─tal sujeto, moderado en su vida cotidiana, puede convertirse en fanático en circunstancias especiales, para volver a su moderación cuando éstas pasen─ y lo hay permanente y programático, que es el más grave de todos, siendo todos graves. El fanatismo programático considera como falsas y malvadas todas las opiniones que no son las suyas y las que siendo parecidas a las suyas ofrecen una flexibilidad que les parece peligrosa. Esta actitud suele proceder de una incapacidad de pensar (y, por lo tanto, de conducir la lucha política a un terreno ajeno al pensamiento) y de una sensación de inferioridad que muchas veces puede aparecer como de superioridad. Ciertas formas de fanatismo pueden aparecer en política internacional, especialmente en situaciones de guerra o de hostilidad máxima entre dos naciones. En estos años aplicamos a unos fanáticos especiales, los islámicos, el nombre de integristas o de fundamentalistas, casi sinónimos (obligan a la integridad de cumplimiento de todos los mandatos, tales como los interpretan ellos mismos; recuperan, o lo pretenden, los fundamentos de su actitud religiosa que consideran tergiversados o degenerados); este desplazamiento a otras razas, otras religiones, nos alivia de pensar en nuestra historia reciente o sólo en fundamentalismos o integrismos nacionalistas como los que producen el terrorismo vasco o el irlandés (cuyas causas, motivos y fundamentos son muy distintos entre sí); o la utilidad de un integrismo religioso en países europeos con un resultado excelente para expulsar al comunismo ateo. En cuanto a los individuos, nadie está libre de su propio fanatismo, incluso las personas que ofrecen más estilo de moderación, comprensión o tolerancia: un cierto punto flaco rozado, y se desencadenan.
FASCISMO
La definición del fascismo como fenómeno general, convertido ya en nombre común, suele presentar dificultades por el deseo de utilizar como base doctrinal el fascismo en un sentido intrínseco(adjetivo) Que es propio o característico de la cosa que se expresa por sí misma y no depende de las circunstancias.; los fascismos europeos ─incluido el nazismo alemán─ surgidos de su estímulo; unas predisposiciones sicológicas de ciertos individuos a una actitud autoritaria; los movimientos de extrema derecha; y una vigilancia tensa de los antifascistas(simplemente, de sus víctimas, presentes o pasadas) para descubrir fascismo en otros movimientos; incluso la utilización del término como insulto en polémicas políticas. Podría decirse que el fascismo es un regreso de las tiranías a Europa después de los movimientos democráticos originados por la Revolución francesa, encubiertas bajo doctrinas tomadas de una parte a esas mismas democracias; por otra, a las doctrinas de la izquierda, especialmente a las comunistas y a las socialistas. El fascismo es una utilización de la derecha tradicional de la revolución en sentido contrario ─la contrarrevolución─ para defenderse del comunismo; el que en algunos países y durante algunos momentos históricos haya podido desbordar a las mismas derechas es solamente episódico, y al final la gran derecha europea ha terminado enfrentándose con el fascismo y recabando la ayuda de la misma izquierda a la que pretendían combatir con él. Así puede encontrarse que el fascismo se funda siempre como una revolución y mantiene un vocabulario y una nomenclatura revolucionarios. Es directa y urgentemente anticomunista y trata de rescatar afiliados y simpatizantes de los partidos de izquierda diciéndose portador de algunos de los argumentos de ésta, como por ejemplo el anticapitalismo, cierto laicismo ─que puede llegar a ser activo, como en la Alemania nazi─ e incluso una herencia doctrinal de pensadores de la izquierda no marxista o combatidos por los marxistas (Pierre-Joseph Proudhon, George Sorel). Es, al mismo tiempo, fuertemente nacionalista, y recaba la tradición patria hasta sus más profundas raíces: el fascismo italiano emplea los emblemas romanos, el nazismo acude a la mítica raza y toma la esvástica de un símbolo indoeuropeo. Mediante el nacionalismo, se enfrenta con el internacionalismo proletario propio del marxismo original. Estas invocaciones nacionalistas pueden ser base de grandes confusiones a la hora de la definición, puesto que se apodera de arquetipos y de mitos patrios totalmente opuestos según el país en que se produzcan. Es al mismo tiempo antidemocrático, pero aludiendo siempre al carácter plutocráticoPLUTOCRACIA1. Forma de gobierno en que el poder está en manos de los más ricos o muy influido por ellos. 2. Clase social formada por las personas más ricas de un país, que goza de poder o influencia a causa de su riqueza., oligárquicoOLIGARQUÍASistema de gobierno en la que el poder está en manos de unas pocas personas pertenecientes a una clase social privilegiada. y capitalista de la democracia, a la que considera como un disfraz. Para sustituirla, puede utilizar de ella algunas formas de Parlamento (el Gran Consejo fascista, etc.), cuyos representantes no proceden de la elección directa, considerada como engañosa, a través de partidos políticos, sino de estamentos que considera inmanentes(Adjetivo, FILOSOFÍA) Que es interno a un ser o a un conjunto de seres, y no es el resultado de una acción exterior a ellos. y naturales: las agrupaciones familiares, los núcleos municipales, los gremios o sindicatos y las agrupaciones profesionales: lo que en la doctrina fundacional de Mussolini se llama corporativismo. En la pirámide de esta corporación se encuentra siempre un jefe carismático, revestido de máximos poderes, con todo el culto a la personalidad, duce o führer, en quien no cabe el error (Mussolini a siempre raggione), lo cual podría indicar un subconsciente provisional, porque dificulta el camino a la sucesión, aunque en la historia los grandes fascismos no tuvieron ocasión de ejercitar la sucesión: sus jefes murieron con ellos. Es siempre un régimen fuerte, incluso duro, como corresponde a su nacimiento en coyunturas de combate: policía política fuerte, censura de prensa (más bien eliminaciónde periódicos y periodistas que pudieran ser antifascistas), tribunales políticos (no aceptan la separación de poderes), duros castigos gubernativos y administrativos. Tiende también unánimemente a la expansión territorial, al racismo, a la conquista y exalta la guerra como valor absoluto, como fin en sí. Intenta al mismo tiempo una despolitización, ya que el régimen vela por todos; y a una politización, puesto que tiende a encuadrar al ciudadano desde su infancia, por las organizaciones juveniles y el adoctrinamiento en las escuelas y durante todas las etapas de su vida civil. Reclama también la austeridad: los fascismos conceden gran parte en sus catecismos a la renunciación, al rechazo de los placeres, de la comodidad, que presentan como ascetismoEjercicio y práctica de un estilo de vida austero y de renuncia a placeres materiales con el fin de adquirir unos hábitos que conduzcan a la perfección moral y espiritual., o como místicaActividad espiritual que aspira a conseguir la unión o el contacto del alma con la divinidad por diversos medios (ascetismo, devoción, amor, contemplación, etc.)., pero que en realidad forma parte de su lucha contra las aspiraciones del proletariado a un nivel de vida superior o a un mejor reparto de la riqueza. Sustituyen esos placeres que consideran fácilmente decadentes o corrompidos por otros que nacen de la alegría del servicio, de las grandes reuniones colectivas, de los desfiles, de los cánticos y de cierto culto a la destrucción. En el aspecto sexual pueden ir desde las grandes libertades en la Alemania de Hitler ─siempre con la prohibición de contacto con otras razas consideradas como inferiores─ a las restricciones de otros fascismos europeos (modalidades nacionalistas), pero siempre con una dirección clara hacia el aumento demográfico de la nación, puesto que se considera siempre que el número de habitantes da abundante y barata mano de obra y una numerosa infantería. De todos estos rasgos se puede deducir que el fascismo corresponde exactamente a una dictadura de derechas en un momento determinado para desviar la lucha de clases. En una sociedad de abundancia o consumo, el fascismo deja de servir los propósitos de la derecha, que tiene mayor interés en que sus súbditos formen una sociedad civil no alejada de los placeres que la conviertan en una sociedad de compradores, sobre todo cuando el maquinismoUtilización generalizada de máquinas para sustituir el trabajo humano. y la cibernética1. Ciencia que estudia los sistemas de comunicación y de regulación automática de los seres vivos y los aplica a sistemas electrónicos y mecánicos que se parecen a ellos. 2. Ciencia que estudia el funcionamiento de los mecanismos y las conexiones nerviosas de los seres vivos. desplazan el interés por la fuerza demográfica pobre. Históricamente, las derechas en el poder en Europa en 1939 tuvieron que enfrentarse militarmente con el fascismo, que se había convertido en un fenómeno monstruoso, pero hubieron de conservar algunas de sus características y aun de sus organizaciones renovadas (el neofascismo) por dos razones: primera, la «guerra fría» frente a la URSS, que hada aconsejable que volviesen a utilizarse los fascismos como forma de lucha anticomunista; segunda, para esgrimirlas como amenaza ante la izquierda o la derecha moderadas, dando a entender que no había más alternativa, frente al comunismo, que las deformaciones democráticas o la resurrección del fascismo. Terminadas estas circunstancias e implantadas las sociedades de consumo, el fascismo comenzó a ser desterrado en sus formas alotrópicasALOTROPÍACaracterística de ciertos elementos que pueden aparecer en más de una forma con distintas propiedades físicas y químicas, a causa de la distinta agrupación de los átomos que constituyen sus moléculas., en sus resurrecciones. Cuando las izquierdas o las derechas moderadas encuentran en las derechas más duras elementos fascistas no se equivocan totalmente, puesto que el fascismo es hijo de la derecha; cuando lo descubren y lo acusan en facciones, grupos o dirigentes de sus propios partidos, tampoco se equivocan del todo, porque el fascismo se asienta en personalidades autoritarias que pueden darse en cualquier partido (las acusaciones de «izquierdismo» del marxismo-leninismo a ciertos grupos propios excesivamente dogmáticos o rígidos señalaban ya una especie de fascismo de izquierda, aunque sus objetivos sean diferentes). Por eso puede concluirse que el fascismo es una tiranía violenta que con otras características coyunturalesCOYUNTURAL(adjetivo) 1. Que depende de la combinación de elementos y circunstancias que caracterizan una situación 2. Que es, sucede o se hace en alguna ocasión, pero no de forma habitual ni por costumbre. y nacionales ha hecho numerosas apariciones en la historia antes de que Mussolini le diera su nombre, que aparece en numerosos países del mundo de hoy con otros disfraces, y que no hay ninguna seguridad de que no vuelva a aparecer en el futuro, aun en Europa, con ese u otros nombres, si las circunstancias le son favorables: incluso hay bastantes sospechas de su resurgimiento. El movimiento italiano en torno a Berlusconi, elegido primer ministro, significó todas las características del fascismo: una reacción del capital en una situación de crisis moral, una alianza con el fascismo en sí con su propio nombre y herencia; otra con el nacionalismo y, todas ellas, contra el «comunismo» (aun disuelto el partido, pero con sus antiguos afiliados formando otro) y con los «políticos», con los cuales se hace la ecuación fácil de democracia= corrupción. En numerosos países del mundo, sobre todo en los tres continentes del hambre, hay regímenes perfectamente emparentables con el fascismo en algunas de sus formas, sólo que ellos y quienes lo prefieren a la instalación de regímenes populares optan por no aceptar el nombre.
FEDERALISMO
Como realidad, el federalismo es el sistema por el cual se rigen algunos países (Estados Unidos, Suiza, República Federal de Alemania, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas) que conservan sus peculiaridades, particularidades, idioma, costumbres, derecho, y pueden administrarse por un gobierno y un parlamento propios, pero subordinados en ciertos aspectos de la vida pública a un Estado central, cuya mayor o menor fuerza tipifica el grado de federalismo del país en cuestión. Es también la unión de varias naciones (Federación Árabe) que deciden ciertas formas de acción común, como la representación en el extranjero, política exterior común, consejos comunes de ministros, reducción de tarifas aduaneras, o simple supresión de ellas, ciudadanía común, etc. Como opción, o como camino futuro, el federalismo trata de la unión de grandes grupos de naciones (como Europa) o incluso de una Federación Mundial. Ciertos organismos ya creados son el embrión posible de esas federaciones: la OTAN, el Mercado Común, las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, entre otros muchos, son organismos prefederales. Los partidarios del federalismo pueden ofrecer ciertas contradicciones. Por ejemplo, en los países fuertemente centralistas defienden el federalismo interior explicando que es necesario crear unos organismos intermediarios entre el ciudadano y el Estado, y los partidarios del federalismo internacional lo son por la tesis de que hay que eliminar obstáculos e intermediarios entre las naciones de un mismo denominador común. Aunque en el lenguaje diario se confunden frecuentemente, Federación y Confederación tienen matices distintos; Federación indica la existencia de lazos más estrechos y mayor centralismo que Confederación. Ambas ideas son de procedencia anarquista y del socialismo utópico: los primitivos federalistas pretendían la disolución absoluta del Estado para ser sustituido por federaciones, y aun por una federación de federaciones cuya verdadera unidad era el individuo. En su propia organización interna, y hasta en sus nombres, respondían al federalismo basal (en España, Confederación Nacional del Trabajo, CNT; Federación Anarquista Ibérica, FAI). Evidentemente, las pretensiones consideradas actualmente como federalistas son muy distintas y pretenden más bien la federación por los grandes intereses capitalistas y económicos: las llamadas «empresas multinacionales» responden a un federalismo supranacional estrictamente capitalista.
FINAL DE LA HISTORIA
Idea de Hegel: tras una serie de conflictos armados, de exterminios de maneras de pensar o de anulación de errores anteriores, la historia, según hemos podido entenderla, terminaría, aunque continuas en la ciencia, el trabajo intelectual y las artes. La antigua y admirable idea ha sido lanzada de nuevo por Francis Fukuyama ─de Estados Unidos, origen japonés; funcionario del Departamento de Estado─ en The end of history and de last man (El fin de la Historia y el último hombre) el final del conflicto de guerra fría entre elcomunismo y el capitalismo, o entre la URSS y los Estados Unidos, habría sido el final feliz de la historia de la humanidad y se habría alcanzado la civilización ideal. Está muy lejos de suponer una realidad.
FINAL DE LAS IDEOLOGÍAS
Ideología conservadora según la cual las ideologías son siempre utópicasUTOPÍAS1. Plan o sistema ideal de gobierno en el que se concibe una sociedad perfecta y justa, donde todo discurre sin conflictos y en armonía. 2. Proyecto, deseo o plan ideal, atrayente y beneficioso, generalmente para la comunidad, que es muy improbable que suceda o que en el momento de su formulación es irrealizable. y cuando han llegado a su aplicación, como en el comunismo o el nazismo, han destrozado la sociedad y han amenazado al mundo: bastaría con mantener la situación actual en los países dominados por el capitalismo para ir reformando su sociedad hacia mejor con obras, técnicas y humanidades realistas, pero rehuyendo el desgaste de la política. En España la expuso el político franquista Gonzalo Fernández de la Mora.
FRANQUISMO
Cabe decir, como de otros «ismos» personales, que corresponden al estilo de gobierno de un dictador (a veces, de un gobernante demócrata que gobierna de una manera muy personal: ejemplo, «felipismo», por Felipe González); fue pasando en sus cuarenta años de poder por muchos cambios, desde un principio fascista (aunque la palabra fuese siempre renegada) hasta un americanismo que podía aceptar ficciones democráticas (democracia orgánica) y cambios de costumbres. La mezcla de militarismo, nacionalsindicalismo, monarquismo de varias dinastías, añoranza de viejos imperios, nacionalcatolicismo, fuerza absoluta ─Franco fusiló desde su alzamiento hasta el último afio de su vida─, anticomunismo, patriotismo sin límites, sueños de gloria, socarronería, hipocresía, confesionario se centraron en el carácter del fundador; despectivo y solemne, socarrón y secreto, creído en su grandeza y, al mismo tiempo, en su capacidad de maniobra. Cuando se veía llegar su muerte, y aún en pleno poder, muchos franquistas fueron abandonando a su líder, aunque otros siguieron ligados a él supersticiosamente; pocas personas eran franquistas el día de su muerte y, sobre todo, cuando se vio que no le sucedía otro dictador. Sin embargo, con el paso del tiempo, e incluso por personas que no vivían o no tenían uso de razón cuando él gobernaba, ha ido rehaciéndose un ideal franquista que no dice su nombre, que se refugia en otras organizaciones de la derecha, parlamentarias o extraparlamentarias ─incluso clandestinas─, en un movimiento parecido al de Mussolini en Italia. Las incomodidades democráticas y la franqueza democrática, que se permite denunciar las corrupciones y que puede dar el número de parados y el final del Estado-providencia, han hecho creer que el nivel de vida ha descendido desde los tiempos en que Franco gobernó, y que el milagro en el que creyeron podría rehacerse con un gobierno de la derecha e incluso detener los progresos en libertades y costumbres, contrarios a la moral obligatoria. Es inútil decir que el franquismo, malo o bueno según la óptica de quien lo contemple y sus intereses de clase, no podrá reproducirse; ni el leninismo, ni el hitlerismoDoctrina política basada en las ideas de Adolf Hitler (1889-1945)., ni el maoísmoCorriente marxista basada en las ideas de Mao Zedong, fundador del partido comunista chino, que constituye una vía original de construcción del socialismo..
FRENTE POPULAR
Alianza ocasional con fines electorales de los diversos partidos de la izquierda, que prescinde de sus controversias y de sus enfrentamientos en un momento de riesgo y para oponerse a un enemigo común, históricamente el fascismo. La historia sólo ha conocido dos triunfantes en Europa: el francés y el español. El francés comenzó a formarse en 1934 como respuesta a la acción creciente de las organizaciones inspiradas del fascismo italiano y del nazismo alemán ─Liga de Acción Francesa, Juventudes Patrióticas, Solidaridad Francesa, Cruces de Fuego, Unión Nacional de Combatientes─ que se manifestaban con violencia en la calle y anunciaban el asalto al poder: fue constituido oficialmente en 1935, ganó ampliamente las elecciones de 1936 y formó un gobierno dirigido por el socialista Léon Blum, con ministros radicales y socialistas y con el apoyo del partido comunista; más tarde Léon Blum sería sustituido por el radical Édouard Daladier, y éste prescindiría de los comunistas a fin de inclinar su Gobierno a la derecha para atraerse a los moderados, y el Frente Popular desaparecía. En España, el Frente Popular de los partidos de la izquierda republicana, en colaboración con los socialistas y los comunistas, ganó las elecciones de febrero de 1936, formó gobierno con el republicano Azaña, decretó una amnistía para los presos políticos (el gobierno anterior, de la derecha, estaba formado por el partido radical y por el prefascista de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de José María Gil Robles; reprimió las sublevaciones de Asturias en 1934), inició una represión del pistolerismo de Falange Espafiola y se enfrentó en julio de 1936 con una guerra civil; durante toda ella se mantuvo con diversas dosificaciones el Gobierno de Frente Popular, incluso con participación anarquista, y cayó con el final de la guerra, que perdió. Otras formas de Frente Popular aparecieron vagamente por esas fechas en varios países europeos, y la Internacional Comunista (Kominform (acrónimoACRONIMIAProcedimiento para la formación de palabras mediante la unión de letras o sílabas del principio y el fin de dos o más palabras que forman una expresión. en ruso de Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros) recomendó a sus afiliados la aceptación de tales alianzas como medio para combatir el fascismo y el nazismo. Prácticamente, la alianza de las democracias europeas, los Estados Unidos y la URSS frente al nazismo representaba un Frente Popular a escala internacional y quedó disuelto cuando desapareció el estado de necesidad que lo había creado y se volvió a la tradicional división entre democracias capitalistas y comunismos, acrecentada por la guerra fría; el violento anticomunismo producido por esa tensión en los países llamados occidentales impidió la formación de nuevos frentes populares. Aparecen éstos, de todas formas, bajo otros nombres y en otros lugares, como la Unión Popular de Chile o el Frente Amplio de Uruguay, mientras en algunos países europeos ─Francia, Italia─ se buscan algunas fórmulas de coalición de la izquierda. El riesgo de los frentes populares en el Gobierno es el de todas las coaliciones: la necesidad de mantener el equilibrio entre ideologías y propósitos muy opuestos producen un inmovilismo en su período de gobierno. Los intentos de hegemonía de los distintos partidos que lo componen y la desconfianza de unos en otros subsisten siempre. Otro riesgo es el de que están fundados en una política negativa (el antifascismo) y, por lo tanto, con coaliciones o gobiernos defensivos y poco constructivos. Las nuevas formas, con otros nombres, de Frente Popular intentan, quizá porque consideran la situación como de menor urgencia, porque el contenido de los partidos políticos y del contexto mundial ha variado mucho, buscar sus coaliciones con política positiva, creando programas comunes y buscando objetivos posibles. La derecha ha convertido el término de Frente Popular en sinónimo de comunismo y ha denunciado que fue una treta comunista para tener poder en países donde su número de diputados y de afiliados era mínimo. En los últimos momentos de Franco se constituyeron clandestinamente las Plataformas, Juntas o la «Platajunta» (una reunión) de partidos antifranquistas que fueron denunciadas también como intentos de Frente Popular y de comunistas, aunque estuviera en ellas algún partido como la misma CEDA; desaparecieron una Vez iniciada la transición, cuando cada partido pudo luchar con sus propias fuerzas.
FRONTERAS
El clásico tema de las fronteras como discusión entre dos países no se ha agotado en nuestro tiempo y se ilustra especialmente con guerras en los territorios desintegrados de la Unión Soviética o de Yugoslavia. Incluso se ha enriquecido con algunos conceptos nuevos. Existe la frontera ideológica, que separa países con distinta concepción del modo de vida, como la que definió el «telón de acero», frase legada a la semántica de la guerra fría por Churchill, en un discurso pronunciado en la Universidad de Fulton; trata de crear una impermeabilidad de ideas, culturas y has ta ha sido posible cortar el tránsito de personas para evitar el «contagio» de sistemas políticos que en cada lado han sido considerados como nefastos(adjetivo) 1. Que causa desgracia o va acompañado de ella. 2. Que es extraordinariamente malo.. Ha habido una frontera no definida que se refiere sobre todo a zonas de influencia; si en las grandes negociaciones del final de la segunda guerra mundial se establecieron por reparto las fronteras ideológicas, también se habló de zonas de influencia, que han ido modificándose con los acontecimientos posteriores, y se refiere a aquellos países en los cuales una de las naciones hegemónicasHEGEMONÍAS1. Supremacía que un estado o un pueblo ejerce sobre otro. 2. Supremacía de una organización, una empresa, etc., sobre otras. ejercen influencia decisiva, aunque no mantengan su misma ideología ni estén encuadradas directamente en sus sistemas de pactos y defensas. Las fronteras interiores han aparecido como consecuencia de los repartos anteriores, y son las que dividen un país que antes se presentaba como unidad: en Corea, en Vietnam, han producido guerras sangrientas, que han tenido carácter de civiles, de ideológicas y de enfrentamientos por zonas de influencia y fronteras invisibles; en Alemania, el problema se ha resuelto por medios pacíficos, y también como consecuencia del apaciguamiento y el final de la guerra fría entre las naciones hegemónicas. Un aspecto muy contemporáneo es el de las fronteras coloniales. Los países colonizados estaban separados por fronteras que correspondían a intereses y artificios propios de las metrópolis dominantes, bien por la reunión en un solo país de etnias diferentes, con economías, idiomas, religiones que a veces se habían enfrentado durante siglos, bien, por el contrario, por la separación de otros que habían estado tradicionalmente unidos. Al producirse la descolonización principalmente en los alrededores de 1960, los nuevos países independientes han tratado de rectificar esas fronteras para volver a l as que en su concepto eran naturales. Algunas de esas divisiones eran auténticamente disparatadas. Se han producido toda clase de conflictos, desde contenciosos diplomáticos como los de Argelia y Marruecos, Marruecos y Mauritania, hasta guerras especialmente sangrientas, como las de Biafra-Kenia y Paquistán-India, en las que se han presentado todas las características políticas de nuestro tiempo: parte de guerra civil, parte de guerra de zonas de influencia y fronteras invisibles. No están agotadas, y los problemas endémicos de Ruanda, Burundi, Sudán, Yemen y otras naciones no cesan. Si algunas veces la creación de estas situaciones ha podido atribuirse al simple abandono sin preocupación ulterior por parte de la potencia colonizadora, en la mayor parte de los casos aparece como un designio para mantener un estado de enfrentamiento continuo que permitiese el neocolonialismo, como por ejemplo en el caso del Congo que fue belga, desmembrado por toda clase de intereses, o por la introducción de Israel en el mundo árabe. La intención actual en el conjunto de países que llamamos Europa es la supresión de las fronteras físicas para la creación de una frontera invisible, utilizando los modernos medios de comunicación, las «autopistas informáticas», la transmisión instantánea de datos y de fotografias, para cortar el paso por fronteras no existentes a personas consideradas como indeseables.
FRUSTRACIÓN
El concepto moderno de frustración puede tener antecedentes y parentescos con la idea de alienación(nombre femenino) 1. Pérdida o alteración de la razón o los sentidos. 2. Pérdida de la personalidad o de la identidad de una persona o de un colectivo. según Marx, con la culpabilización de la sociedad como represora y causante del mal del hombre sostenida por los filósofos liberales de los siglos XVIII y XIX, en algunas utopías más antiguas ─Moro, Campanella─, al imaginar la ciudad soñada, la contrastan con la realidad frustrante; y, siendo la frustración un elemento casi constante en todas las sociedades, puede aparecer con diversos nombres en varias épocas y civilizaciones. En el mundo contemporáneo alcanza sus primeras definiciones con Freud, para quien la frustración es un elemento subconsciente causado por la represión de la libido ─como fuerza vital- que se manifiesta conscientemente por malestares y neurosis; su discípulo ortodoxo Wilhelm Reich politiza la idea de frustración y la refiere preferentemente a la represión sexual. Algún otro discípulo de Freud ha llegado a explicar, por ejemplo, la revolución soviética por la antigua costumbre rusa de fajar estrecha y opresivamente a los niños, que quedan así frustrados y privados de sus movimientos y necesidades. Ciertamente, una de las consecuencias de la frustración es la cólera, la ira, como otra es la resignación y la pasividad, y una y otra pueden sucederse según coyunturas y circunstancias. La frustración está en relación estrecha con la libertad, y con su privación, sobre todo en lo que se refiere a las libertades privadas y elementales de satisfacer necesidades de alimentación, descanso, sexualidad, seguridad, defensa contra el miedo. Es indudable que las principales revoluciones no se han hecho tanto en nombre de ideales estrictamente políticos, aunque éstos hayan sido su configuración, como por esas necesidades elementales frustradas. Es de advertir que las clases dirigentes que ocupan la cúspide de cualquier poder no son inmunes a la frustración, víctimas muchas veces de los mismos principios que imponen al conjunto de la sociedad y, cuando tratan de escapar de ellos, lo hacen con el malestar del pecado o de la corrupción. Pero cuando las clases dominantes sienten la frustración es precisamente cuando más la imponen a los demás. En España se ha pasado por un período largo al que se ha llamado «desencanto», que no parece tan específico, sino que se encuentra ya como ley general en las obras del filósofo de la historia Arnold Toynbee con d nombre de «desapego». El desencanto español se refería en parte al sistema democrático, en parte a su interpretación por el largo Gobierno socialista. Es evidente que el depósito de felicidad en un sistema político determinado es tan incongruente como atribuir el de desgracia absoluta a otro; palabras tan equívocas como libertad o independencia, de la misma familia que la citada de felicidad, pueden conducir a esas situaciones: con la descolonización sucedió lo mismo en la mayor parte de los países teóricamente liberados. Se puede especular con
la idea de que el desencanto, fomentado además con su eficacia acostumbrada por los enemigos de la democracia y por la oposición de derechas, pudo conducir a muchas personas a la utilización individual de la política; el desencanto podría ser madre de la corrupción.
FUNDAMENTALISTAS
Con este nombre, o con el de integristas, que se suelen confundir y adquirir el mismo valor, se designa a los musulmanes que eligen las normas de su religión interpretadas de una manera rígida y absoluta, que los lleva a castigar con penas duras, hasta feroces ─amputación de la mano, muerte por lapidación─ los creyentes que las interpretan de manera más libre. El sentido es más amplio y se aplica a los extremistas dentro de cualquier doctrina, a los contrarios al pacto o al entendimiento con los que mantienen otras interpretaciones y, desde luego, con el que no profesa las mismas ideas.
Portada del libro de Eduardo Haro Tecglen«Éste es un diccionario de uso para el entendimiento y la divulgación de la terminología política; poco apoyado en autoridades inscritas, extraído de la costumbre de escribir de estos asuntos durante más de medio siglo de interrogarme a mí mismo sobre el verdadero significado de lo que se está usando. Y unos puntos de vista que muchas veces son estrictamente personales, y deseo que se note que no son más que eso: una opinión al paso de un discurso general. El ánimo de hacerlo, la lucha contra la entropía que también padece el ser humano (mar, aún, que nadie: el envejecimiento es la mayor entropía y el mayor consumo de algo vivo que se conoce) está, además de en el estímulo de la editorial, en el hecho de que el primer Diccionario que escribí conoció muchas ediciones y fue frecuentemente citado, pero que ya está afuera de circulación. Y, en fin, que se trata de mi trabajo, y tengo que seguir trabajando hasta el final.»

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