¿De dónde surgió la idea del día de 24 horas?
Los egipcios y los sumerios utilizaban el método de numeración duodecimal. Para ello utilizaban el pulgar con el que contaban las falanges de los otros cuatro dedos. Lo que nos da 4 dedos por 3 falanges cada una, igual a 12 segmentos. Así fue como los egipcios dividieron el día en 12 horas. La distribución era de la siguiente manera: una hora para amanecer, otra para atardecer y las 10 restantes para poder contar el tiempo que había luz; por la noche se hacía más o menos igual: dos para los crepúsculos matinales y vespertino y, las otras diez horas restantes para contar el tiempo que estaba oscuro. Entonces para contar las horas del día se utilizaban relojes solares y la sombra. No eran ni de lejos como las conocemos hoy y dependiendo de las épocas del año eran de una duración o de otra.


Para medir las horas de la noche se fijaban 12 estrellas que identificaban a los tres decanos de cada uno de los 12 símbolos zodiacales: entre la puesta del sol y e amanecer aparecen en el cielo 18 de esas estrellas. Las tres primeras y las tres últimas estaban asociadas al atardecer y al amanecer respectivamente, quedando las otras doce que dividían las horas de la noche. Las horas no dividieron e día de forma equitativa hasta que los griegos decidieron que necesitaban un sistema regular para realizar cálculos.
Hiparco de Nicea propuso la división del día en 24 horas , al igual que se dividen los equinoccios, con el mismo tiempo de día y de noche. En Europa, el pueblo llano, siguió utilizando la medición histórica hasta la invención de los relojes mecánicos en el siglos XIV.
HIPARCO DE NICEA
Elaboración del primer catálogo de estrellas que contenía la posición en coordenadas eclípticas de 850 estrellas. Influyó en Hiparco la aparición de una estrella nova, Nova Scorpii en el año 134 a. C. y el pretender fijar la posición del equinoccio de primavera sobre el fondo de estrellas.
Con el propósito de elaborar dicho catálogo, Hiparco inventó instrumentos, especialmente un teodolito, para indicar posiciones y magnitudes, de forma que fuese fácil descubrir sí las estrellas morían o nacían, si se movían o si aumentaban o disminuían de brillo. Además clasificó las estrellas según su intensidad, clasificándolas en magnitudes, según su grado de brillo.

LA TIERRA, ESA GRAN DESCONOCIDA
