Las capacidades de las botellas de vino o cava tienen nombres, parece que queda muy ordinario decir la cifra del líquido que se aloja en su interior, a saber:
NOMBRE | CAPACIDAD | EQUIVALENCIA |
Cuarto de botella o benjamín | 0,187 litros | ¼ de botella |
Media botella | 0,375 litros | ½ de botella |
Botella estándar | 0,75 litros | 1 botella |
Mágnum | 1,5 litros | 2 botellas |
Doble mágnun o Jéroboam | 3 litros | 4 botellas |
Réhoboam (a veces Jéroboam) | 4,5 litros | 6 botellas |
Imperial o Mathusalem | 6 litros | 8 botellas |
Salmanazar | 9 litros | 12 botellas |
Baltasar | 12 litros | 16 botellas |
Nabucodonosor | 15 litros | 20 botellas |
Melchor o Solomón | 18 litros | 24 botellas |
Sovereign | 25 litros | 35 botellas |
Primat | 27 litros | 36 botellas |
Melquíades | 30 litros | 40 botellas |
Hasta la Mágnum son bastante habituales, a medida que aumenta la capacidad son mucho más raras de encontrar, casi testimoniales. Así pues, son múltiplos de la botella estándar que a su vez se considera el equivalente a 6 copas. A raíz de esto, cabe recordar que la botella de vino más grande del mundo correspondía a un vino de Napa Valley de la variedad cabernet sauvignon cuya botella, denominada «Maximus» corresponde a 173 botellas de 0´75 litros. Para disponer de esta botella en tu bodega particular «solo» hay que disponer de 56 000 euros.

SERENDIPIAS QUE HAN SALVADO A LA HUMANIDAD O NO
- Poner una cuchara de plata para determinar si las setas son venenosas, no funciona.
- Poner un corcho para que absorba el veneno de las setas, tampoco funciona.
- Poner las alcachofas a hervir con un corcho en el agua, no sirve para que no se ennegrezcan y no es peligroso.
- Hay gente que trata de ablandar el pulpo más rápido añadiendo un corcho en el agua de cocción, pero no produce ningún efecto. Para ello, se puede congelar o darle una paliza (darle la del pulpo). Estos dos métodos rompen las fibras y si sirven.

Pero como todo buen invento, fue el resultado de un golpe de suerte o una serendipia. Resulta que el dueño de Anís del Mono, con sede en Badalona, Vicente Bosch, estaba de viaje por París y adquirió una botellita de perfume con un diseño muy curioso. Basándose en él y adaptando su tamaño, en 1870 hizo aparición en el mercado la famosa botella con los rombos característicos. Pero por si fuera poco, la etiqueta también fue una innovación. Para empezar era octogonal realizada por el suegro de Bosch, el señor Sala, en el que se podía observar al enigmático mono-hombre con su lema en el que aseguraba lo bueno que era: «Es el mejor. La ciencia lo dijo y yo no miento» . Nunca se ha sabido a ciencia cierta de donde salió la inspiración, pero hasta nuestros días han llegado dos teorías:
- ª – Se inspiraron en un mono que vivía en la fábrica de destilación.
- ª – Y no se sabe bien si es una defensa o un ataque a la teoría de la evolución de Charles Darwin.
Lo que si desencadeno es una fiebre de etiquetas decoradas y nombradas con animales: las Tres Palomas, el Águila, el Gato, el Orangután… Y una de las más curiosas fue una llamada Anís el Tigre en la que se podía ver a un tigre devorando a un mono. Hasta ese momento las botellas eran casi todas de forma cilíndrica y gracias a la maleabilidad del vidrio, comenzaron a salir al mercado botellas de todos las formas, de prisma (Cointreau, Jack Daniel’s), y por supuesto todas aquellas con formas de lo más extrañas, de gitana, monumentos como la torre Eiffel, la Giralda o incluso con la marca.
