28/03/2024

Accidente laboral real, relatado por la víctima, un albañil gallego

RELATO DEL ACCIDENTE
Esto que a continuación se transcribe, es un hecho verídico. Es la explicación de un albañil gallego a la compañía aseguradora que no comprendía, debido a la naturaleza de las lesiones, como podía haber sucedido el accidente. Este es la transcripción que fue obtenida a través de una copia de archivo de la aseguradora.
Poder Judicial de Galicia
Tribunal de Primera Instancia de Pontevedra

Excelentísimos Señores:

En respuesta a su pedido de informaciones adicionales declaro, en el item N° 1, sobre mi participación en los acontecimientos, mencioné: «Tratando de ejecutar la tarea solo y sin ayuda», como la causa de mi accidente.

Me piden en su carta que dé una declaración más detallada, por lo que espero que lo que sigue aclare de una vez por todas sus dudas.

Soy albañil desde hace diez años. En el día del accidente estaba trabajando, sin ayuda, colocando ladrillos en una pared del sexto piso de un edificio en construcción en esta ciudad. Finalizadas mis tareas verifiqué que habían sobrado aproximadamente 250 kilos de ladrillos. En vez de cargarlos hasta la planta baja a mano, decidí colocarlos en un barril y bajarlos con ayuda de una roldana que felizmente se hallaba fijada a una viga en el techo del 6° piso.

Bajé hasta la planta baja y até el barril con una soga y con ayuda de la roldana lo izé hasta el sexto piso, luego de lo cual até la soga a una de las columnas del edificio. Subí luego hasta el sexto piso y cargué los ladrillos en el barril.

Volví para la planta baja, desaté la soga y la agarré con fuerza, de modo que los 250 kg de ladrillos bajasen suavemente (debo indicar que en el item 1° de mi declaración a la policía indique que mi peso corporal era de 80 kg).

Sorpresivamente, mis pies se separaron del suelo, y comencé a ascender rápidamente arrastrado por la soga, debido al susto que me llevé, perdí mi presencia de espíritu e irreflexivamente me aferré aún más a la soga, mientras ascendía a gran velocidad.

En las proximidades del 3er piso me encontré con el barril que bajaba a una velocidad aproximada a la de mi subida, fue imposible evitar el choque. Creo que fue allí donde se produce la fractura del cráneo. Continué subiendo hasta que mis dedos se engancharon dentro de la roldana, lo que provocó la detención de mi subida, y también las quebraduras múltiples de los dedos y de la muñeca.

A esta altura (de los contecimientos) ya había recuperado mi presencia de espíritu, y, pese a los dolores continué aferrado a la cuerda. Fue en ese instante que el barril chocó contra el suelo, el fondo del mismo se partió y los ladrillos se desparramaron.

Sin los ladrillos el barril pesaba aproximadamente 25 kilos. Debido a un principio físico simplísimo comencé a descender rápidamente hacia la planta baja.

Aproximadamente al pasar por el 3er piso me encontré con el barril vacío que subía, en el choque que sobrevino, estoy casi seguro, se produjo la quebradura de los tobillos y de la nariz.

Este choque felizmente disminuyó la velocidad de mi caída de manera que cuando aterrice encima de la montaña de ladrillos solo me quebré tres vértebras.

Lamento, sin embargo, informar que cuando me encontraba caído encima de los ladrillos, con dolores insoportables y sin poder moverme, y viendo encima de mí el barril, perdí nuevamente mi presencia de espíritu y solté la soga.

Debido a que el barril pesaba más que la cuerda, descendió rápidamente y cayó encima de mis piernas, quebrándome las dos tibias.

Esperando haber aclarado definitivamente las causas y desarrollo de los acontecimientos, me despido atentamente.

Será justicia.

A los hechos me remito y esto es una catacomba.

Por si eres un flojo para leer te dejo el audio.

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