11 abusos y errores en el habla y la escritura

Siempre que ponemos la radio, la tele o cualquier otro medio de comunicación, ya que los que usamos Internet como base de nuestra información lo pasamos aún peor, podrán leer muchas de las cosas que se oyen, más en tertulias y en la calle, que en los medios escritos. Llenará de pitidos los oídos de cualquiera que quiera conseguir hablar bien. Todas las expresiones, frases hechas y palabras que leerás a continuación las identificarás en su origen expresada en boca, sobre todo de periodistas, políticos, comentaristas, contertulios, politólogos, críticos, sociólogos, analistas y demás fauna destripa idiomas. Siéntate, disfruta, es lo único que podrás hacer. ¡Ah! se me olvidaba, no podrás creer lo mal que hablan.

En cualquier tertulia, telediario o donde haya un opinador sabelotodo, se utiliza indiscriminadamente a raíz del francés mettre en valeur, con el sentido de destacar o dar importancia a algo sobre lo que se esta hablando. Es una construcción fea y extraña. Algunos verbos, como valorar o destacar según el significado que se le dé a la frase, pueden cumplir esa función: En política, detentar significa ejercer o mantener de manera ilegítima el poder. El presidente de un gobierno democrático lo tiene y lo ejerce de forma legítima.

Otra cosa es cuando nos referimos a un dictador o un tirano que lo hacen de forma ilegítima.

Redundancia ridícula. Todos los seres humanos somos personas. No existen personas animales ni personas vegetales ni personas minerales. Ya sabemos, sin el adjetivo, que estamos hablando de personas. Muy común en el discurso político , es una expresión contradictoria que trata de atenuar u ocultar directamente una mala noticia eminentemente económica, y que suele ser usada por cualquier representante del gobierno o analista. Si es negativo, no hay crecimiento, en todo caso será decrecimiento. Podríamos usar decrecimiento positivo cuando las cosas vayan bien. La muletilla de verdad sobra, por que si no se introduce en la expresión en otras ocasiones, podemos hacer creer que decimos las cosas de mentira, con lo que nuestras afirmaciones no son fiables y quedan en entredicho. Lo mejor es suprimirla.

Y se lo digo: los presupuestos de este año son mejores.

Construcción fea, ajena al castellano. Abunda en tertulias, prensa, conversaciones en la calle. Hay formas más propias del castellano como sobre, sobre la base de, de acuerdo con, según, en función dé.
El adjetivo constructiva sobra, ya que se supone que cuando hacemos una crítica es para intentar arreglar, no creo que nadie trate de hacer críticas destructivas. Cuando sé crítica es porque a lo que nos referimos está mal y se quiere solucionar o arreglar. Al final parece que el que utiliza esta frase, lo que realmente quiere es destruir aún más. Algunos programas de radio utilizan escuchante porque se supone que presta más atención que el oyente, pero la gran virtud del oyente es que se puede compaginar varias actividades. Muchos escuchamos la radio mientras hacemos las obligaciones caseras: fregar, recoger la cocina, tender la ropa, etc. Además, le vendría muy bien una cura de humildad a los que siempre hablan de sus escuchantes, frente a sus oyentes, que seguramente sean muchos más de los que se presuponen. Término económico muy de moda, que se emplea de forma excesiva para indicar que el proceso de desarrollo de un país o región debe hacerse con capacidad y recursos suficientes para ser soportado de forma autónoma, sin necesidad de ayuda exterior y sin que afecte a las condiciones medioambientales. De uso, llega un momento en que la frase está vacía de contenido y lo que se debería hacer realmente es decir menos y hacer más. Da igual lo que se diga de desacertado y las palabras tengan interpretación o no, siempre hay alguien que lo defenderá o como mínimo las interpretará y les dará una excusa. También sale gente a lo contrario, con lo que parece que queda compensada. Es un recurso fácil y manido. Es una palabra comodín que abunda mucho en los corrillos políticos y otra especie, como el mundo del espectáculo (las personas que aparecen en prensa, radio y televisión), y casi siempre con carácter negativo. Acompañado de ciertos sustantivos hace que la persona sea objeto de un ataque sistemático por parte de los medios de comunicación. Podemos leer «la campaña mediática orquestada contra X está dando sus frutos», «está sometido a una gran presión mediática», «no habrá más ruido mediático sobre…», «nos encontramos ante un juicio mediático a…». En otras ocasiones, este adjetivo acompaña a nombres más lúdicos, como circo o espectáculo. En estos casos recuerda a la famosa caza de brujas que parece que vuelve a repetirse gracias a la prensa.

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