Todos sabemos que los tiempos han cambiado una barbaridad. La Real Academia de la Lengua va más despacio, mucho, pero hace como que se entera, que va a ser que no y se apoya en el saber popular, que tampoco, para hacernos creer que es muy güai, ni mucho menos. Vamos a hacer un repaso a esas palabras que se pueden utilizar aunque no estén reflejadas en el diccionario.
Se emplea cada vez más para referirse a cualquier imagen o texto, a menudo de contenido humorístico, que se comparte viralmente en las redes sociales durante un período breve. Aunque no aparece recogido en los principales diccionarios de español, su grafía es respetuosa con las normas ortográficas y puede considerarse un término válido, correcto para ambas acepciones, y escribirse sin ningún resalte tipográfico, es decir, sin comillas ni cursiva.
La voz emoticono es la preferida para referirse a los signos con los que se expresa gráficamente un estado de ánimo, sobre todo en el ámbito de las redes sociales y otras comunicaciones digitales, aunque emoticón también es válida, pero es preferible evitarla, ya que la voz española que se usa es general para las pequeñas representaciones gráficas en las computadoras es icono o ícono, y no icón. En cuanto a la presencia de la letra t, tiene justificación en otras palabras de la misma familia de emoción, como emotivo, que es ‘lo relativo o perteneciente a la emoción’.
El plural de emoticono es emoticonos, pero si se optase por emplear la forma emoticón, el plural es emoticones.
A partir de este primer uso, estas voces han ido extendiendo su significado, de modo que se aplican múltiples contextos, no siempre digitales, con la idea sobre todo de ‘intervenir con ánimo de hacer fracasar algo’. Con este sentido, trolear puede alternar con otros verbos como reventar, boicotear, provocar…
También se documenta usos de significados próximos como ‘molestar, cansar o enfadar’ y, especialmente, ‘tomar el pelo, vacilar o gastar una broma, por lo general pesada’.
Estas adaptaciones al español, al igual que trol, se escriben con una sola ele y sin comillas.
Finalmente, cabe recordar que el verbo trolear tiene en otros países de habla hispana significados diferentes como ‘castigar a alguien con ejercicios físicos extenuantes’ o ‘ derrotar con contundencia a un oponente en una competición deportiva’ (Honduras), ‘realizar un paseo o recorrido largo a pie’ (Costa Rica)…
Aunque todavía no aparece con ese significado en los principales lexicones, el Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos, incluye esa palabra como una interjección asimilable a zas y explica que ambas se usan para imitar el sonido de un golpe o para denotar el carácter súbito o sorpresivo de un hecho.
A partir de este sentido, tanto zas como de zasca han empezado a utilizarse coloquialmente como sustantivos masculinos (un zas, un zasca) para referirse a lo que también podría denominarse un corte, un hachazo dialéctico o una bofetada verbal.
Ese nuevo uso, propio del español de España y al principio más habitual en las redes sociales, los foros digitales y los programas de entretenimiento, se ha extendido ya a los medios de comunicación.
El origen de la voz podría tratarse de un acontecimiento de zascandil, que, si bien en su uso actual se refiere a ‘una persona despreciable, ligera y enredadora’, era originalmente un ‘golpe repentino o una acción pronta o impensada que sobreviene’.
La palabra poliamor deriva del anglicismo polyamory y, según el Diccionario del sexo y el erotismo de Félix Rodríguez González, se define como relación afectiva, sexual e íntima establecida entre tres o más personas con el conocimiento y consentimiento de todos los implicados.
De igual modo, es válido su adjetivo derivado, poliamoroso, que se obtiene añadiendo el sufijo -oso.
Así mismo, se recomienda la forma poliamor frente a la variante poliamoría, ya que la palabra poliamoría, ya que la palabra amoría no se usa en español. Y aunque no esta recogido en los diccionarios no hay que resaltarlo con cursiva ni entre comillas.
Aunque el Diccionario académico solo la recoge como adjetivo para referirse a lo «perteneciente o relativo a los virus», su uso sustantivado está ya ampliamente extendido y puede considerarse válido.
En este sentido, cabe señalar que viral no se emplea en estos casos en relación con la capacidad dse destruir información de los virus informáticos, sino como metáfora de su modo de transmisión.
Pero, aunque suene a una palabra acuñada recientemente empoderar es un antiguo verbo español que la vigésima tercera edición del Diccionario académico recoge ya que el nuevo significado con el que se utiliza: ‘Hacer poderoso o fuerte a un individuo o grupo social desfavorecido’.
El empleo de empoderar y empoderamiento con este nuevo significado, que comenzó en el ámbito de la sociología política, es cada vez más extenso, y ello se refleja, por ejemplo, en la frecuencia de su aparición en los medios de comunicación o en los documentos normativos europeos.
Los milénicos en la actualidad tienen entre 18 y 30 años y, sin ser nativos digitales, se caracterizan por su familiaridad con internet y las nuevas tecnologías; también destacan por ser individualistas, aunque cuentan con gran conciencia global y medioambiental, y porque, a pesar de haber crecido en una época de bonanza económica, se encuentran hoy con dificultades para entrar en el mercado laboral.
Copipega, término formado a partir de la fusión de las formas verbales copia y pega, tiene su origen en la construcción inglesa copypaste. Se considera compuesto univerbal, por lo que lo adecuado es escribirlo junto, en una única palabra, sin separarlo con un guión o espacio.
Copipegar, producto de la fusión copiar y pegar, es el verbo derivado correspondiente, considerado asimismo válido.
La voz inglesa selfie (de self, «auto» o «a si mismo») se utiliza con mucha frecuencia, más que su alternativa española autofoto o incluso autoretrato. Por eso, la evidencia del uso abrumador de la voz inglesa, tanto en medios hablados como escritos, sugiere la pertinencia de proponer la adaptación selfi (plural selfis), que refleja en español la pronunciación de este término inglés y no ofrece problemas de adaptación a nuestros sistema ortográfico.
No es preciso destacar este neologismo español ni con comillas, ni con cursiva. También es adecuado emplear la voz palosefi (eqivalente al giro inglés sefie stick u con plural paloselfis).
El plural de wasap es wasaps, sin tilde, pese a acabar en s, dado que se trata de una palabra aguda terminada en grupo consonántico.
Por otra parte, aunque también pueden resultar admisibles las adaptaciones guasap, plural guasaps, y guasapear, al perderse la referencia a la marca original y percibirse como más coloquiales, se prefieren las formas con w.
También se ha propuesto imagen borrosa, pero el flou no es una imagen, sino un efecto, y puede ser borrosa por otras razones (desenfoque, movimiento).
No hay que confundir somnofilia (sonambulismo sexual) voz con la que se alude a la parafilia de quien se excita practicando sexo con una ,persona dormida.
La sigla adecuada en español es EIIL, preferible a ISIS, formada a partir del nombre de ese grupo en inglés (Islamic State of Iraq and Syria). En ocasiones el nombre se abrevia como Estado islámico, cuyas siglas es EI, preferible a la inglesa IS.
También se emplea el nombre Dáesh (palabra llana acabada en grupo consonántico que se escribe con tilde) y Daish (ortográficamente monosílaba)que se ajusta mejor a su pronunciación. Dáesh se trata de una transliteración del acrónimo árabe formada por las mismas palabras que componen ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria, por sus siglas en inglés), es decir, ‘Al-dawla al-islâmiyya fi l-‘Irâq wa l-shâm’.