16/04/2024

La talidomida, una historia terrorífica, sobre todo en España

Corría el año 1953, una compañía farmacéutica suiza, Ciba, acababa de sintetizar una nueva sustancia cuyas consecuencias jamás imaginaron, la talidomida. Después de un periodo de pruebas extenso, no completaron su desarrollo al no encontrarle efectos farmacológicos apreciables. El medicamento que la empresa química GrünenthalTalidomidaLa talidomida es un fármaco desarrollado por la compañía farmacéutica alemana Grünenthal GmbH y comercializado de 1957 a 1963 como sedante y como calmante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo (hiperemésis gravídica), causando miles de casos de malformaciones congénitas Wikipedia fue patentado en 1954 a la espera de ver exactamente sus propiedades. Esta empresa empezó fabricando antibióticos para otras compañías, pero viendo lo próspero que era el negocio también se dedicó al desarrollo de nuevas moléculas y esta fue, desde luego, la más famosa.

El supervisor de las propiedades médicas fue Heinrich Mückter, ex médico del Ejército alemán durante la época nacional-socialista, lo cual no quiere decir nada en sí mismo (todo ejército tiene miles de médicos y casi ninguno de los médicos militares alemanes estuvo al tanto de lo que se estaba haciendo con los judíos), pero era una nota morbosa que algún periodista explotó sin escrúpulos.

Los diversos experimentos que se realizaron con la droga demostraron una toxicidad bajísima, y las ratas, conejos, gatos y perros a los que se les inoculó no mostraron síntomas de ningún tipo de intoxicación. Todavía no se conocían sus propiedades médicas, pero lo que sí parecía era que el producto era casi atóxico. Era una época en la que los tranquilizantes habituales eran los barbitúricos, que se habían hecho tristemente famosos por la facilidad de intoxicación en unos casos y por la fea costumbre de algunas personas depresivas que los tomaban de suicidarse por ingestión masiva de esas pastillitas que se guardaban al lado de la cama.

Inicialmente se comercializó como un tratamiento para las convulsiones epilépticas, más tarde se demostró que este tratamiento era inefectivo. Después se utilizó en unos ensayos clínicos como un nuevo antihistamínicoAntihistamínicoUn antihistamínico es un fármaco que sirve para reducir o eliminar los efectos de las alergias, que actúa bloqueando la acción de la histamina en las reacciones alérgicas, a través del bloqueo de sus receptores. La histamina es una sustancia química que se libera en el cuerpo durante las reacciones alérgicas. Wikipedia como tratamiento de la alergia. Tras un tiempo, comprobaron que no tenía efecto alguno. Sin embargo, en cada una de estas pruebas que se realizaron se observó que sí era bastante efectivo como sedante. Al final, tras muchas vueltas, el destino definitivo del fármaco fue para tratar las nauseas, la ansiedad, el insomnio y los vómitos matutinos de las embarazadas. Tres años más tarde, en 1957, la talidomida se convirtió en el medicamento de elección para ayudar a las embarazadas. Su uso se extendió rápidamente al año siguiente y se introdujo en varios países de Europa, África, América y también en Australia.

El furor del nuevo fármaco era evidente, la publicidad no dejaba lugar a dudas «era totalmente seguro para embarazadas» y el éxito de la compañía Chemie Gruenenthal parecía evidente.

También hay que tener en cuenta que los controles de calidad, toxicidad y similares eran casi inexistentes en la Alemania de mediados del siglo XX, que apenas conseguía ponerse en marcha tras los desastres de dos guerras (perdidas) en treinta años. De hecho, la mayoría de los controles que ahora están en vigor se impusieron a raíz de la catástrofe de la talidomida.

Mientras tanto, un medicamento sin efectos secundarios era el sueño de cualquier empresa de medicamentos. Y la empresa Chemie Grünenthal tenía un producto que lo cumplía. Ya sólo se trataba de darle aplicación. Y la tentación llevó a la prueba con humanos.

Aunque la talidomida no mostró propiedades tranquilizantes en animales (quizá no expresaban bien sus sensaciones), un ligero parecido químico fue lo que llevó al uso en humanos, para lo que la distribuyeron gratis entre los médicos alemanes, que la describieron como sedante. Meses después apareció con el nombre comercial de Contergan.

En agosto de 1958 enviaron una carta a miles de médicos alemanes con la recomendación de su uso para las náuseas del embarazo, y miles de mujeres pasaron su gestación sin esas molestias. En muy poco tiempo la talidomida pasó a venderse en cuarenta países. Curiosamente no lo hizo en Estados Unidos, pese a que hubo presiones en ese sentido sobre la Food and Drug Administration (FDA), la agencia del medicamento norteamericana.

Unos meses después de lanzar el Contergan, Chemie Grünenthal recibió una serie de informes sobre efectos secundarios en pacientes que consumían talidomida de modo crónico, como temblores, hipotensión, pérdida de memoria y reacciones alérgicas, así como pérdida de tacto en manos, pantorrillas y pies. Y poco después comenzaron a nacer bebés con focomeliaFocomeliaLa focomelia (etimológicamente del griego φώκη -fõkē- y μέλος -melos- miembro) es una enfermedad que se manifiesta por una malformación de origen teratogénico, consistente en la ausencia de elementos óseos y musculares en los miembros superiores o inferior. Puede afectar a un solo miembro o a varios. El miembro afectado queda reducido a un muñón o prominencia que se implanta a nivel del hombro o de la cintura y que asemeja las aletas de la foca. En la década de 1950 se extendió el uso de la talidomida, que causó numerosos casos de focomelia, amelia y dismelia. La talidomida se usaba como sedante suave en las mujeres embarazadas y parecía provocar anomalías características en las extremidades de sus recién nacidos. Fue descubierto por Lenz. Wikipedia, una enfermedad en la que desaparecen una o varias extremidades de manera que las manos o los pies quedan unidos al tronco por un pequeño hueso irregular, lo cual era una rareza que pocos médicos habían visto en su ejercicio. También nacían con ausencias completas de extremidades y deformidades en orejas, genitales y órganos internos.

La asociación con el consumo de talidomida fue hecha de la peor manera, con una epidemia de malformaciones: nacieron unos doce mil bebés con deformidad, de los que menos de la mitad llegaron a la adolescencia.

El juicio fue seguido por todo el mundo, e incluso en España se hablaba de ello y se llegó a decir que la causa era que había evitado abortos naturales. El resultado de los juicios y demandas contra Grünenthal fue el imaginable, pero a nivel popular fue aún peor: la talidomida era sinónimo de horror químico y poco faltaba para que en las películas gore de la época no saliesen los golem, muertos vivientes, vampiros y demás ralea comiendo pastillas de talidomida como si fuesen palomitas. Seguramente no se hizo así por no subir el nivel de miedo de las películas de terror.

Ya hemos dicho que en los Estados Unidos no se vendió, y fue porque la persona encargada de su aprobación (Frances KelseyFrances Oldham KelseyFrances Oldham KelseyWikipedia) vio que no había casi información sobre la droga, y, pese a las presiones, retrasó el dictamen y con ello libró casi del problema a su país. Kennedy le otorgó la Medalla al Servicio Federal Civil Distinguido. Pese a todo, dado que la empresa Richardson-Merrell había repartido gratuitamente dos millones y medio de pastillas hubo casos, aunque pocos, y en esos mismos días no era ese el único problema farmacológico: el dietilestilbestrolDietilestilbestrolEl medicamento causó daños graves a la salud de las hijas de las mujeres que lo consumieron durante el embarazo, entre los que se destaca el desarrollo de adenocarcinoma vaginal de células claras (en hijas de madres que consumieron este estrógeno durante el embarazo). Esta grave enfermedad se manifiesta tras un largo período de latencia, cuando las hijas expuestas «in utero» alcanzan la pubertad. Ello dificultó la prueba de la identidad de los fabricantes que habían fabricado el estrógeno consumido por las madres respectivas. El Tribunal Superior de California condenó a diversos laboratorios que habían fabricado DES a indemnizar a las víctimas en proporción a su respectiva cuota de mercado (caso Sindell). El caso también se planteó en Holanda. En España se ha discutido si puede aplicarse la misma solución. Wikipedia, utilizado como antidepresivo, resultó ser cancerígeno. Fue el primer fármaco en ser registrado como antidepresivo (en 1971), pero el cáncer lo producía a las hijas de quienes lo tomaban, y sólo cuando llegaban a la edad adulta, por lo que tardó mucho en detectarse.

Frances Kelsey en el momento de ser reconocida por Kennedy con la Medalla al Servicio Federal Civil Distinguido
Frances Kelsey en el momento de ser reconocida por Kennedy con la Medalla al Servicio Federal Civil Distinguido

Actualmente la talidomida tiene un renacer de utilidad, pero ya con un control más serio, aunque lo triste es que esa utilidad se había detectado en 1960 y se mantuvo oculta por miedo al «qué dirán». En esa época en un hospital de Jerusalén (no tan lejos de donde la Biblia describe a Jesús el Nazareno en esas mismas labores) dieron talidomida a un leproso que llevaba días sin dormir y se logró que durmiera. Nuevas dosis hicieron que el dolor y la inflamación desapareciesen y posteriores estudios demostraron que «curaba la lepra». Fue aprobada por la FDA para dicho tratamiento en 1998, pero desde entonces se obliga a los pacientes a firmar un protocolo de riesgos asumidos, a hacerse pruebas de embarazo a las mujeres que la reciben, y a los hombres a usar preservativo en las relaciones (por cierto: estamos hablando de leprosos).

Una particularidad de la talidomida es que puede afectar al feto a través de la madre o del padre, ya que se libera en el esperma y su efecto se puede transmitir en la concepción.

Posteriormente se han visto en la talidomida propiedades antitumorales, usándose en el mieloma, y más tarde en la enfermedad de BehçetEnfermedad de BehçetEs una vasculitis sistémica que se caracteriza por la asociación de úlceras genitales, aftas orales e iridociclitis con hipopion, aunque también cursa con artritis y afectación neurológica o, menos frecuentemente, de otros sistemas. La enfermedad es más frecuente en Japón y los países del Mediterráneo, especialmente Turquía. Wikipedia, el lupus eritematoso, la artritis reumatoide y otras enfermedades. Lo de sus propiedades calmantes es ahora un efecto colateral de esos que en el prospecto hacen obligatorio un párrafo del estilo de «no conduzca ni maneje herramientas pesadas durante el tratamiento».

EXPLICACIÓN TÉCNICA
La talidomida activa es una molécula que puede tener dos maneras de fabricarse, digamos que una de ellas «girada» hacia la izquierda (conocida como L, de «levógira») y la otra a la derecha (D de «dextrógira»); una de ellas es la que provocaba los problemas mientras que de la otra no se conocen efectos perniciosos. En el ámbito industrial los productos se suelen fabricar por síntesis químicas que generan habitualmente las dos formas, D y L. La separación de ambas formas es dificultosa (léase muy cara) y suelen intervenir sistemas enzimáticos selectivos.

Pero los efectos secundarios de aquel desastre todavía los arrastramos, quizá para siempre. Nos referimos a que a renglón seguido del escándalo de la talidomida se endurecieron en todo el mundo las normas que cualquier laboratorio ha de superar para que un medicamento nuevo llegue a las farmacias, y el período de pruebas, análisis y comprobaciones se extiende ahora durante muchos años y a un coste que la mayoría de las veces supera el propio gasto de la investigación que dio lugar a su descubrimiento.

No estamos diciendo que eso esté mal hecho, pero es una legislación que deja la farmaindustria en manos de unos pocos laboratorios gigantescos porque son los únicos capaces de afrontar los procesos laboriosos y costosísimos de homologar un nuevo medicamento. En otras palabras, tras la talidomida, si un nuevo Alexander Fleming descubriese hoy una nueva penicilina o cualquier otra panacea, no tendría ninguna posibilidad de convertirla en un medicamento digno de comercializarse y se vería obligado a vendérsela a un gran laboratorio para que alguien, en algún momento del brumoso futuro, pudiese beneficiarse en su salud de ese descubrimiento al coste que el gran laboratorio determinase.

Eso está teniendo serias consecuencias en el tercer mundo y, muy especialmente, en la lucha contra el SIDA. Otra consecuencia es que medicamentos como la Aspirina no tendrían hoy en día muchas oportunidades de comercializarse, y menos sin receta, dada la enorme lista de contraindicaciones que tienen. La lista de medicamentos con efectos negativos, sin llegar a catastróficos, sería interminable, con capítulos chuscos como el de la sulpiridaSulpiridaLa sulpirida es un antipsicótico antiguo que todavía se usa con frecuencia en muchos países en desarrollo. Algunos autores lo consideran un antipsicótico típico, mientras que otros lo colocan en la categoría de los atípicos. Wikipedia, comercializada bajo varias marcas para evitar los vértigos, entre otros problemas, cuyo efecto secundario favorito era el de suprimir la regla en las mujeres y producir un aumento de los pechos. Eso dio lugar a muchas bodas apresuradas y a graves discusiones meses después, al dejar el tratamiento o al no engordar de forma sostenida. La isotretinoína, también comercializada con diversas marcas para el control del acné juvenil, tiene efectos parecidos, y así hasta el infinito.

En todo caso, lo más peligroso de cualquier medicamento es a veces el prospecto incluido en la caja que, en papel muy fino pero doblado hasta la náusea y con un lenguaje técnico-burocrático nos describe una larga lista de desgracias que nos podrían ocurrir si hacemos caso al médico y nos lo tomamos. A ese papelito le falta una advertencia muy clara en su cabecera: «Hipocondríacos abstenerse».

ALISON LAPER
Alison Laper una de las afectas por la talidomida que fue abandonada por sus padres, es una muestra de superación

Se está produciendo otro desastre farmacológico aún mayor que hunde sus raíces en el siglo XX y más allá: los «productos-milagro», los supuestos fármacos fabricados en países descontrolados e incluso toda una pléyadeGrupo de personas famosas, especialmente en las letras, que viven en la misma época. de productos parafarmacéuticos y de herbolario que encuentran un nicho comercial y social ante el enorme distanciamiento existente hoy, debido a los férreos controles, entre lo que puede ser un producto beneficioso para la salud y otro elevado a categoría de medicamento.

La talidomida estuvo en el mercado farmacéutico español de 1957 a 1963 y su venta fue excluida oficialmente el 21 de enero de 1963. Fue retirado un año después de haberlo hecho la compañía fabricante y más de 2 años después de hacerlo la mayoría de los países. Fue distribuido por toda España por tres empresas farmacéuticas: Pevya S.A., Medinsa y Farmacológicos Nessa. Se podían comprar en las farmacias españolas sin receta médica hasta 6 preparados diferentes que contenían talidomida: Varial, Imidan, Glutonaftil, Softenon, Noctosediv y Enterosediv. España fue donde más preparados se comercializaron y se supone que es uno de los países donde, en la actualidad, hay más afectados vivos, aunque no fueron reconocidos hasta Marzo de 2010 cuando el gobierno español decidió indemnizar a algunos de los afectados. Hoy comienza un juicio en Madrid en que veinte víctimas de aquella tragedia reclaman ser reparados por Grünenthal, el laboratorio alemán que investigó el fármaco, y que ya indemnizo a los afectados alemanes en 1971.

FUENTES
Grandes desastres tecnológicos: los más espectaculares accidentes técnicos y científicos; Koldobica Gotxone Villar/Félix Ballesteros Rivas; capítulo 48. La talidomida, pag. 843-854.

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