En un principio creó el cielo y la tierra, llenando el cielo de ángeles. Después, en seis días o épocas, fue haciendo aparecer todas las cosas que ahora vemos.
El primer día hizo la luz.
El segundo, creó el firmamento o cielo.
El tercero, separó las aguas de las tierras e hizo brotar árboles y hierbas.
El cuarto, hizo aparecer el Sol, la Luna y las estrellas.
El quinto, creó las aves y los peces.
El sexto, creó los animales terrestres, el primer hombre y la primera mujer.
3. El paraíso terrenal
El Señor puso a Adán en el paraíso terrenal que era un jardín delicioso, lleno de árboles frutales y plantas con flores.
En medio del paraíso había dos árboles: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal. El señor dijo a Adán que podía comer frutos de todos los árboles del Paraíso, menos del árbol de la ciencia del cine y del mal, pues tan pronto como comiera de él, moriría. Dios presentó luego a Adán todos los animales. Adán los miro con alegría y dio nombre a cada uno.
Como Adán estaba solo, el Señor quiso darle una compañera. Para ello hizo que el hombre quedase profundamente dormido. Entonces le sacó una costilla, y con ella formó la primera mujer. El Señor se la presento a Adán, que se llenó de regocijo al verla, diciendo «Esta es hueso de míos huesos y carne de mis carnes», y le puso por nombre Eva, que quiere decir madre de todos los hombres.
Adán y Eva vivían felices en el paraíso. Nada les faltaba. El fruto del árbol de la vida debía preservarlos de las enfermedades y de la muerta. Los animales eran mansos y sumisos al hombre. El clima, dulce y benigno.
Y así habrían vivido siempre si no hubiesen pecado.
Dios los castigo a todos. La serpiente caminaría arrastrándose por la tierra. La mujer quedaría sujeta al marido y expuesta al dolor. El hombre ganaría el pan con el sudor de su frente. Y fueron arrojados del Paraíso.
Pero en medio de estos castigos, Dios les hizo una promesa consoladora. Dijo que pondría enemistades entre la serpiente y la mujer y que esta quebrantaría la cabeza de aquella. Esto equivalía a decir que más tarde vendría Jesucristo a salvar a los hombres ¿quién carajo ha relacionado pisar la cabeza de una serpiente con la venida de Jesús?
Como Caín sintió envidia de su hermano y le guardó un gran rencor en su corazón.
Dijo entonces el Señor a Caín:
¿Por qué te enciendes en cólera y se ha puesto triste tu semblante? Si obrases bien, recibirías el premio; pero obras mal, y así vendrá el castigo. Modera tu inclinación al Pecado.
Pero Caín, despreciando este requerimiento de Dios, cierto día, cuando estaba en el campo con su hermano Abel, acometió a este y le mató.
No tardó en oírse la voz de Dio, que maldijo a Caín:
La sangre de tu hermano clama ante mí. Cuando cultives la tierra, no volverá a darte fruto. Errante y vagabundo vivirás por el orbemundo (‖ conjunto de todo lo existente)..
Los descendientes de Set fueron buenos y se llamaron hijos de Dios. Los descendientes de Caín, en cambio, fueron malos y se llamaron hijos de los hombres.