Aprovechando la ocasión, el conductor se da a la fuga, se fue a su casa, metió el coche en el garaje, cerró y le explico a su mujer que si alguien preguntaba por él, que había estado toda la noche en casa y que no había salido para nada.
Unas dos horas después, la Guardia Civil se presentó en su domicilio. La mujer y el borracho del marido, les explican que no han salido de allí en toda la noche. Amablemente, los agentes les piden que les enseñen donde tienen guardado el vehículo. Cuando abrieron la puerta del garaje, allí estaba el coche patrulla con las luces encendidas y todo.
Al llegar a la fiesta, vio a su marido intentando abordar a todas las mujeres que podía. La mujer se le acercó, le susurró unas palabras al oído, lo abrazó y lo llevó hasta el jardín seductoramente. Poco antes de medianoche, como en los cuentos, es costumbre desenmascararse, la mujer se excusó y se marchó a su casa. Su marido no hizo acto de presencia hasta las cuatro de la madrugada.
— ¿Qué tal la fiesta? —le preguntó ella.
—Aburrida —dijo él.
— ¿Bailaste mucho?
—La verdad —contesto el marido— es que cuando llegué a la fiesta, me encontré con Peter, Bill y Fred, que también estaban aburridos, y decidimos meternos en un estudio a jugar al póquer.
— ¿Así que estuviste jugando toda la noche al póquer? —dijo ella, empezando a subir el tono de voz.
—Sí —le contesto él —, por eso le dejé el disfraz a Charlie, que por cierto me ha dicho que ha sido la mejor fiesta de su vida.
Poco después se dará cuenta de su error. Resulta que el hombre era un vendedor de la casa de vehículos Cadillac y ese que lleno de hormigón es suyo, que su mujer le ha comprado ahorrando moneda a moneda el montante del mismo.
El inventor estadounidense Lee de ForestLee De ForestWikipedia , considerado padre de la radio y la televisión, pronosticó en 1926:
Veinte años antes, el propio De Forest había inventado el audiónAudiónWikipedia , el primer modelo de triodo (válvula electrónica) y, por tanto, un importante gestor de las primeras y primitivas etapas de la electrónica. En su defensa debemos decir, con todo, que si bien en la época estaban bastante avanzadas las investigaciones para crear aparatos que permitieran reproducir imágenes por medios electrónicos (el cinematógrafo ya existía, pero no era electrónico sino mecánico, en esos años al menos), la televisión tal y como la conocemos hoy no sería técnicamente viable sino hasta la década de 1940, y ya en la década siguiente comenzó su venta a gran escala.
En 1940 repitió diagnóstico el profesor de Harvard, Chester L. Dawes:
En 1946, el productor de cine estadounidense de la 20th Century Fox, Darryl F. ZanuckDarryl Francis ZanuckWikipedia llegó a decir:
En 1948, Mary Somerville, pionera de las emisiones de radio educativas, dijo:
Claro que también se había leído antes en el Boston Post, en 1865: