Explicación de los tipos de formas de votar y su utilidad

Llega la hora de la verdad, el único momento entre legislatura y legislatura en el que la ciudadanía puede influir en la toma de decisiones de este país. Es grande el hartazgo en la sociedad contra nuestros dirigentes, siendo la corrupción la segunda preocupación de los españoles tras el desempleo según el CIS. Varias son las opciones que toman los electores para mostrar su descontento con la clase política en las urnas pero… ¿son efectivas?

Introducir en el sobre un objeto distinto a una papeleta de las que te encontrarás en las mesas electorales ya sea una loncha de chorizo o cualquier otra cosa, no sirve para nada. Son votos que se tiran directamente a la basura y no entran en los cálculos para el reparto de escaños. Por tanto, los partidos inmersos en los escándalos de corrupción simplemente se carcajean con esta clase de votos. El voto nulo es su aliado y por lo tanto, cómplice. No sirve para castigarles.

Todos estos votos se contabilizan pero no afectan el reparto de escaños ya que, al ser nulos, no se cuentan como válidos. Así pues, el voto nulo tiene el mismo efecto en las elecciones que la abstención.

Decidir no participar en el proceso electoral por las razones que sean, al igual que el voto nulo, no influye para los recuentos, es decir, ni beneficia ni favorece a ningún partido. Por lo tanto, el efecto es que los partidos que han participado en los distintos gobiernos salpicados por casos de corrupción no sean castigados. La abstención activa, aunque legítima, es cómplice ya que no castiga a los partidos gobernantes pese a estar en su mano el hacerlo votando a otros partidos y de esta forma, reducir el poder de los corruptos.

El único efecto que tiene la abstención en unas elecciones es demostrar el descontento de la ciudadanía con las propuestas políticas planteadas en España.

Introducir el sobre en la urna sin nada dentro es aún peor que el voto nulo o la abstención ya que entra en los cálculos para el reparto de escaños lo cual hace que los partidos minoritarios, los partidos que nunca han formado parte de los gobiernos salpicados por los casos de corrupción tengan aún mas complicado la consecución de escaños, es decir, el voto en blanco beneficia a los grandes partidos, aquellos a los que seguramente se quiere castigar.

Este voto perjudica a los partidos minoritarios ya que, al ser contado como emitido y válido, eleva el total de votos y todos los partidos deberán obtener más votos para conseguir un escaño. En las elecciones generales la barrera electoral, es decir, el número total de votos necesarios para obtener representación, se fija en un 3 % de los votos y en las locales en un 5 %.

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