19/04/2024

El pillaje en el Siglo de Oro español

El siglo XVI le traspasa al siglo XVII un población machacada por la miseria, que con la expulsión de los moriscosMoriscoLos moriscos (palabra que deriva de moro) fueron los musulmanes del al-Ándalus bautizados tras la pragmática de conversión forzosa de los Reyes Católicos del 14 de febrero de 1502 en la Corona de Castilla, medida que las Cortes retrasaron en la Corona de Aragón hasta 1526. Tanto los convertidos con anterioridad al catolicismo de forma voluntaria como los convertidos obligatoriamente en adelante pasaron a ser denominados moriscos. Antes de la conversión forzada, a los musulmanes que vivían practicando de manera más o menos abierta su fe en los reinos cristianos, la historiografía los llama mudéjares, voz derivada del árabe mudajjan, es decir, «tributarios»; aunque en la época, esta denominación se refería sobre todo a los musulmanes del Reino de Castilla, ya que en Aragón se les llamaba simplemente moros y en Valencia y Cataluña, sarraïns («sarracenos»). Wikipedia en la primera década de 1600 aumentará notablemente. No existía la burguesía, solo había dos clases: aristocracia y pueblo, entre los que se interponían unos privilegios puerilesPerteneciente o relativo al niño o a la puericia., prejuicios, razones y exigencias raciales, por extrañas costumbres. La industria y la artesanía estaban en franca decadencia, la agricultura estaba arruinada y el pueblo frito a impuestos, además de que los campesinos vivían en condiciones infrahumanas. Por eso no era de extrañar que estás personas decidieran emigrar a las ciudades, sobre todo a Sevilla , que en este momento era especialmente rica, y sobre todo a Madrid, que era la capital. La población de España era de unos cinco millones de habitantes y en Madrid se acumulaban a mitad del siglo XVI, más de 50 000 mendigos declarados y unos cuantos miles de picaros sin censar.

En 1540 se decretó un ley que prohibía la mendicidad a quien no hubiera sido examinado de pobre al que se presentaban miles de candidatos. Estaba prohibido ejercer la mendicidad fuera del lugar asignado y sin la previa cédula de pobrezaLey TaveraLa ley Tavera o ley de pobres fue una ley de la Corona de Castilla del siglo XVI promulgada en 1540 por el regente y cardenal Juan Pardo Tavera en ausencia del rey Carlos V, sobre la asistencia y el control de la pobreza en las ciudades ante una situación de necesidad. Las Cortes Castellanas para afrontar las repetidas y violentas crisis agrícolas que se daban en toda la década, aplicaban antiguas leyes de pobres. Tavera quiso crear una nueva ley que actuase ante este marco de pobreza. La ley, que comenzaba con una introducción en la que se recogía la legislación anterior existente sobre pobres y mendigos, contenía una instrucción de trece artículos que estaba en consonancia con la mayor parte de las peticiones que desde comienzos del siglo se hacían en las cortes. En síntesis, lo único que se estipulaba era un control más riguroso de la mendicidad. que el cura párroco extendería previa confesión general. Con tantas condiciones hizo que conseguir el título oficial de pobre fuera complicado, por lo que el pícaro que era la mayoría del mundo marginal, era un estamento fluido, indescifrable, desordenado sin control.

El oficio de pícaroPícaro, ra Etim. disc. ─ 1. adj. Listo, espabilado. Apl. a pers., u. t. c. s. ─ 2. adj. Tramposo y desvergonzado. Apl. a pers., u. t. c. s. ─ 3. adj. Que implica cierta intención picante. Una comedia pícara. ─ 4. adj. Dañoso y malicioso en su línea. ─ 5. m. y f. Personaje de baja condición, astuto, ingenioso y de mal vivir, protagonista de un género literario surgido en España en el siglo XVI. era capaz de ejercer mil oficios y no tenía cargas morales, poseía bastante osadía, un miedo indescriptible a la justicia y en su mayoría eran creyentes, aventuraros por obligación y con poca fortuna.

Se pueden clasificar a los ladrones según la forma de robar; por el instrumento utilizado, por el lugar donde se roba y por la especie de lo robado. Por la forma de robar estaba el escalador, que roba introduciéndose en las casa por una escala o saltando de tejado en tejado. Altanero si se introduce por ventanas altas o grumete y hasta guzpatarero, derivado de guzpataro, agujero en alemán.

El robo de casas era excesivamente frecuente. Jerónimo de BarrionuevoJerónimo de Barrionuevo de PeraltaJerónimo de Barrionuevo de PeraltaWikipedia lo describe así a un allegado en una carta en 1654:

Cada noche hay mil robos y escalamientos de casas: andan los ladrones en cuadrillas de diez en diez y de veinte a veinte. La justicia de noche, en viendo tres o cuatro de camarada, luego los enjaulan con lo que no caben en las cárceles de pie sin distinción de personas. Que la necesidad no halla otro oficio más a mano.

El método más simple de robo era coger y salir corriendo. Se le llamaba «hombres de leva y monte», en donde leva es huir llevándose algo. Un subgrupo eran los capeadores, ladrones de capas.

Podíamos encontrar también los cicaterosCicatero, raDel ár. hisp. *siqáṭ, y este del ár. clás. siqāṭ «acción de remolonear un caballo». ─ 1. adj. Mezquino, ruin, miserable, que escatima lo que debe dar. U. t. c. s. ─ 2. adj. Que da importancia a pequeñas cosas o se ofende por ellas. U. t. c. s. ─ 3. m. germ. Ladrón que hurta bolsas., que ha ido variando su significado a través del tiempo. Los cicateros eran los especialistas en robar las bolsas de dinero (calificada como aportación germánica actualmente). Hoy en día su significado es: mezquino, ruin, miserable, que escatima lo que debe dar. Es muy corriente encontrarse los cicateros en el Madrid de los Austrias, que se te acercaba y te cortaba la cuerda de la bolsa, pero no solo la del dinero, también de las faltriquerasBolsillo de las prendas de vestir., ya fueran una caja de tabaco, lienzo o dinero.

Los ladrones especialistas en robar los cepillos de las iglesias, ya sean las cajas de limosnas, se le llamaban «Juan o devoto del maese Juan». Un bajamaneroBajamaneroDe bajamano. ─ 1. m. germ. Ladrón ratero. era el que robaba en las tiendas o en los puestos de mercado. Era el despreciado dentro del gremio por dedicarse a robos de valor escaso. Había un ladrón muy curioso, el desmontador era un ladrón que desnudaba a cualquier persona para robarle o simplemente quitarles la ropa.

En el campo había ladrones especializados en robos rurales. El más corriente era el cuatreroCuatrero cuatrero, ra De cuatro, aludiendo a los pies de las bestias. ─ 1. m. y f. Ladrón de reses o ganado, especialmente de caballos. U. menos c. adj. , el ladrón que robaba ganado. El roba gallinas era el llamado «gomarrero»GOMARRERODiccionario de Autoridades - Tomo IV (1734) ─ . s. m. Voz de la Germanía, que vale Ladrón que hurta gallinas y pollos. Juan Hidalgo en su Vocabulario. Latín. Gallinarum praedator. de «gomarra», gallina o «gomarrón», pollo. El roba cerdos se le llama gruñidorGruñidor, ra1. adj. Que gruñe. ─ 2. m. germ. Ladrón que hurta cerdos. . Al que roba ganado en grandes cantidades se le denomina atajador de ganadoAtajador de ganado1. m. desus. atajador que hurta ganado con engaño o fuerza.. El almiforeroALMIFORERODiccionario de Autoridades - Tomo I (1726) ─ s. m. Ladrón que hurta mulas ò caballos. Es voz de la Germanía, segun Juan Hidalgo en su Vocabulario. Lat. Plagiarius, ii. Abactor, oris. {i.231} es el que se especializa en robar caballos, de «almilfor», caballo, y «bobatón», derivado de bobo, al que robaba ovejas y carneros.

Los mendigos es otra parte de los desahuciados. Unos eran ciegos y muchos otros mutilados, aunque una amplia mayoría lo simulaban. Simulaban llagas horribles para dar más pena y motivar a los caritativos. Los mendigos solían estar organizados en cofradías, y cada uno tenía una especialidad. Durante el siglo XVII los mendigos constituían el 10 % de la población madrileña.

Sevilla era poseedora de la cárcel más poblada de España, de mil a mil quinientas personas en el siglo XVII. Lo que innovo Sevilla con respeto a Madrid en la picaresca fue la aparición de los asesinos a sueldo que aceptan encargos aunque también advertencias, sustos, mutilaciones y palizas memorables. Por lo visto, según se puede leer en los relatos históricos no llego a ser tan violenta como Sevilla. Nobles e hidalgos luchaban entre ellos y no solo en duelos, sino también a cuchilladas al dar la vuelta a cualquier esquina pagando a bandas de esbirros para asesinar a sus rivales. Una de las más comentadas fue la de Juan de TasisJuan de Tassis y Peralta, II conde de VillamedianaPoeta español del Barroco, adscrito por lo general al culteranismo, si bien siguió esta estética de modo muy personal. Wikipedia, conde de Villamediana en 1622, que parece que fue ejecutado por esbirros del conde-duque de Olivares.

La muerte a causa de mercenarios contratados estaba a la orden del día. Las emboscadas y las trifulcas nocturnas fueron numerosas. Podemos leer en las memorias de sir Kenelm DigbyKenelm DigbyKenelm DigbyWikipedia:

Pues sus enemigos llevaban en sus adargasUna adarga es un escudo hecho de cuero y de forma ovalada y posteriormente con forma de corazón. linternas artificiales, cuya luz se proyectaba solo hacia delante, pues estaban hechas con una placa de hierro vuelta hacia el dueño, de manera que sus rostros quedaban a oscuras y ellos tenían no solo la ventaja de poder verle a él cuando él no podía verle a ellos, sino que les dejaba los ojos dolidos y deslumbrados por tantas luces tan próximas.

La violencia estaba por todos lados, no eran solo los asesinos a sueldo, en cualquier momento y por una nadería, se encrespaban los ánimos y la sangre hacia acto de aparición.

{…} caballero muy rico, le mató un sastre sobre el ajuste de una cuenta y resto de trece reales más que le quedó a deber, y yéndoselos a pedir le trato muy mal de palabra diciéndole que era un pícaro, cornudo y otras afrentas. Metieron la mano a las espadas los dos y a la primera ida y venida le dio el sastre una estocada a la tetilla izquierda con lo que le atravesó el corazón y cayó muerto sin decir ¡Jesús valme!.

Francisco de QuevedoFrancisco de QuevedoFrancisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez CevallosFrancisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez CevallosWikipedia fue quien resumió el género de pícaros, valentones, desuellacarasPersona desvergonzada, descarad, un bellaco y rufián. Los espadachines expertos en crear cicatrices en el rostro. y matasietes. Los divide en varias clases, los que son más aparentes y temerarios que se arriman a los señores, bajo cuya capa cometen mil desaguisados e insolencias, insultos y maldades, son pues valentones esbirros, que después huyen del rigor de la justicia gracias a su dueño, para sus venganzas y sus codicias. Luego están los alevosos y traidores que se conforman con una paga, espían al infeliz a quien han de sacudir, toman la razón de donde acude y, fundándose en algunas sin razones, ejecutan la venganza por los que han sido alquilados. Los siguientes son los valientes de mentira que son vanagloriososJactancioso, ufano y envanecido., explotadores y fanfarrones. En la corte abundaban estos valentones de espada doncellaEspada del cobarde que nunca sale de la vaina. que eran amigos de fregonas y gente mantenida, manteadores de damas y valientes solo en cuadrilla.

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