18/04/2024

El lenguaje secreto de los abanicos

«Los hombres tienen las espadas, las mujeres el abanico, y el abanico es, probablemente, un arma igual de eficaz»JOSEPH ADDISONJoseph AddisonWikipedia
HISTORIA
De Egipto, la representación más antigua que se conoce está en la cabeza de una maza ceremonial que se encuentra en el Asmolean Museum de Oxford. Perteneció a Narmer, que en torno al año 3000 a.C. unificó por primera vez el Alto y Bajo Egipto, y representa un cortejo real en el que aparecen dos esclavos con abanicos. Los abanicos egipcios eran de gran tamaño, fijos, de forma semicircular, de plumas y de largos mangos. Su función era doble: por un lado servían para dar aire y, por otro, espantaban los insectos. Con el paso del tiempo el abanico se fue convirtiendo en un objeto ornamental indicativo de poder.

Pseudoabanico de plumas
Abanico de plumas

Griegos y romanos utilizaron abanicos, y prueba de ello son las citas literarias de diversos autores clásicos. Así, por ejemplo, EurípidesEURÍPIDESEurípides Wikipedia en su tragedia Helena habla de un eunuco1. s. m. HISTORIA ─ Hombre castrado que custodiaba las mujeres en los harenes. 2. coloquial ─ Hombre pusilánime, de poco carácter. que abanica a la mujer de Menelao mientras duerme, con el objeto de que los insectos no molesten su sueño; citando también este instrumento Menandro en su Eunuco, y Plauto, Marcial, Ovidio, Tibulo e Propercio en sus obras. Los griegos tenían abanicos de varias clases: el miosoba, el ripis y el psigma; constituyendo para las mujeres atenienses el cetro de hermosura.

Por su parte, los romanos lo denominaban flabelo, recibiendo el nombre de muscaria los que se utilizaban para espantar las moscas.

En China la tradición del abanico es milenaria, remontándose a tiempos del emperador Hsien Yuan, alredor del año 2697 a. C. Una leyenda atribuye su invención a la hija del mandarín Kan-Si, quien durante un baile de máscaras y para mitigar el calor, agitó su antifaz muy cerca de la cara para darse aire, realizando esta operación con mucha rapidez para no dejar ver su rostro a los hombres presentes, gesto que fue imitado por otras mujeres que asistían al evento.

Abanico de alta gama
Abanico profusamente decorado

Algunos autores afirman que la constancia arqueológica más temprana se remonta al siglo VIII a.C. para el abanico fijo en China y al siglo IX (877 d.C.) para el abanico plegable en Japón.

En Occidente, durante la Edad Media, el abanico o «flabelum» pasa a formar parte de la liturgia cristiana, empleándose en la consagración para proteger la Eucaristía de los insectos y refrescar al celebrante. Después del siglo.XIV el flabelo cae en desuso en la iglesia romana (reservándose solamente para misas solemnes y procesiones papales hasta su desaparición definitiva después del Concilio Vaticano II), pero se conservó en las iglesias griegas y armenia donde recibe el nombre de «rhipidion».

El abanico era también conocido por incas y aztecas, pues entre los presentes de Moctezuma a Hernán Cortés figuraban seis abanicos de plumas.

En España, las primeras referencias del abanico aparecen en la Crónica de Pedro IV de Aragón (siglo XIV), en la que se cita como oficio de los nobles que acompañaban al rey «el que lleva el abanico». Hay también referencia de este utensilio en los inventarios de bienes del pintor Bartolomé Abella (1429), en el del Príncipe de Viana y el de la Reina Dª Juana (Juana la Loca), este último realizado en 1565. Conviene decir que estos abanicos eran rígidos y de forma redondeada, empleándose generalmente como materiales la palma (en el caso de Abella), la paja, la seda y las plumas de pavón.

El lenguaje secreto del abanico
El lenguaje secreto del abanico

Entre los presentes de Colón a Isabel la Católica al regreso de su primer viaje a América, figura un abanico de plumas, material en el que también estaban realizados los cinco encargados por Germana de Foix (segunda mujer de Fernando el Católico) en 1514.

Alrededor del siglo XV (1400-1425) los abanicos viajan desde Corea a China. Más tarde gracias a los «grandes viajeros» se los conocerá en Portugal, España e Italia, tres países que serán la cuna de los grandes descubridores del mundo nuevo. Recientes investigaciones, indican que quizás fueron los Jesuitas quienes introdujeron en Europa los abanicos plegables, dejando para Catalina de MédicisCATALINA DE MEDICISCatalina de MedicisWikipedia el honor de introducirlos en Francia. En la corte de Enrique III, tomando como ejemplo el Rey que los utilizaba se hicieron muy populares.

En la corte francesa, fueron dos reyes, Luis XIV y Luis XV, cuando el abanico llegó a su máximo esplendor, convirtiéndose en el complemento más codiciado para el vestuario de las damas.

Abanico japonés
Abanico japonés

En su confección se utilizaban: tafetán de Florencia, puesto que las telas italianas, estaban consideradas, las más lujosas del mundo, acompañadas de oro, metales preciosos, etc.

El abanicoInstrumento compuesto por un conjunto de varillas articuladas por un extremo y pegadas por el otro a una tela o un papel que se despliega con ellas en semicírculo. me parece el medio personal y económico ideal para refrescarse. Ni aires acondicionados, ni ventiladores, ni ná de ná. La capiología es la ciencia que estudia el lenguaje del abanico y su simbología, y no trates de buscarlo en la RAE. El abanico aunque parezca un objeto que se usa desde hace mucho tiempo, la verdad es que tampoco es tan antiguo como podriamos pensar. Utilizar cualquier objeto para abanicarse o mejor dicho «darse aire o ventearse» como plumas, papeles, cartones o cualquier objeto plano y con u poco de rigidez, siempre ha sido algo normal, todos lo hemos visto; pero el abanico como tal, con sus varillas y la tela, tiene aproximadamente unos cinco siglos de antigüedad.

El lenguaje de los abanicos

El abanico no es solo un complemento elegante y práctico para refrescarse: durante muchos años en países como España fue también un medio de comunicación. En la actualidad, gracias a la libertad de la que gozan las mujeres, ya no es normal su uso con este fin (aunque puedes intentarlo, pero quizá nadie te entienda). Ya no es necesario inventar un lenguaje escondido que evada la celosa vigilancia de ninguna «señorita de compañía», y sirva para comunicarse con la persona amada… o desamada.

ESTILOS
Los principales son:
  1. En función de la decoración, decorados o sin decorar. Encontramos piezas que exhiben la belleza de la tela y la madera sin ningún adorno pintado o con adornos (independientemente del calado, ver más adelante).
  2. En función de la decoración a una cara o ambas (en este caso denominados abanicos de doble cara).
  3. En función al calado (trabajo de perforación en el varillaje de la pieza). Calados o sin calar.
  4. En función del país (tela). Con tela o sin ella, dentro de esta primera categoría se encuentran otras tres según la proporción de la misma en relación a las varillas. A saber, tela clásica (una proporción tradicional, aproximadamente 1/3 tela y 2/3 varilla), tela intermedia (el país es aproximadamente la mitad que en el caso anterior) y por último tela estrecha (de nuevo el país es la mitad que en caso anterior siendo por consiguiente bastante estrecho).
  5. Cuando una abanico no tiene país y sus varillas son mas anchas de lo habitual pasa a llamarse «baraja», siendo por ello más pesado que los abanicos convencionales.
  6. En función del tamaño. Abanicos pericones (con un ancho país y gran tamaño), abanicos tradicionales (de unos 23 cm aproximadamente, 9 pulgadas) y abanicos para bolso (ligeramente más pequeños, de unos 19 – 20 cm, 7.5 – 7.8 pulgadas) o de caballero, estos últimos más sobrios.
  7. Por último también se pueden diferenciar dependiendo de los materiales utilizados, diferentes tipos de maderas, telas, etc siendo las combinaciones posibles prácticamente inagotables.

El lenguaje secreto del abanico

LENGUAJE SECRETO
  1. Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.
  2. Abanicarse lentamente. Abanicarse de forma pausada, significa soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa esto.
  3. Cerrar despacio. Este cierre significa un «Sí». Si se abre y cierra rápidamente significa, «Cuidado, estoy comprometida».
  4. Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un «No».
  5. Caer el abanico. Dejar caer el abanico significa: «te pertenezco».
  6. Levantar los cabellos o mover el flequillo. Si levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en ti, que no te olvida.
  7. Contar varillas. Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.
  8. Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no la gustas.
  9. Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa «Si». Sobre la mejilla izquierda es «No».
  10. Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir «Te despido, se acabó».
  11. Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
  12. Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa «es mejor que me olvides”.
  13. Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa «Te quiero». Si se cubre el rostro puede significar «Cuidado, nos vigilan».
  14. Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa «lo siento». Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir «¿cuándo te puedo ver?».
  15. Abrir el abanico y mostrarlo. Significa «Puedes esperarme».
  16. Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: «Sígueme cuando me vaya».
  17. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir «Puedes besarme».
  18. Apoyar los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza «No me fío».
  19. Pasarlo por la mejilla significa «Estoy casada».
  20. Deslizarlo sobre los ojos significa «Vete, por favor».
  21. Llevarlo en la mano izquierda quiere decir «Deseo conocerte».
  22. Moverlo con la mano izquierda significa «Nos observan».
  23. Llevarlo o moverlo con la mano derecha significa «Amo a otro».
  24. Pasarlo de una mano a otra. Significa «Estás flirteando con otra» o «Eres un atrevido».
  25. Girarlo con la mano derecha significa «No me gustas».
  26. Tocar la palma de la mano quiere decir «Estoy pensando si te quiero».
  27. Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho significa «Te amo» o «Sufro por tu amor».
  28. Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda significa «Ámame».
  29. Mirar los dibujos del abanico significa «Me gustas mucho».
  30. Bajarlo a la altura del pecho significa «Podemos ser amigos».
  31. Cerrarlo sobre la mano izquierda significa «Me casaré contigo».
  32. Ponerse en el balcón con el abanico abierto o salir al balcón abanicándose significa «Saldré».
  33. Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado significa «No saldré».
  34. Arrojar el abanico significa «Te odio» o «Adiós, se acabó».
  35. Presentarlo cerrado significa «¿Me quieres?»
  36. Sobre la oreja.
    • La izquierda: «Déjame en paz, no quiero saber nada de ti».
    • La derecha: «No reveles nuestro secreto».
  37. Contar o abrir cierto número de varillas da idea de la hora para quedar en una cita, en función del número de varillas tocadas.

Las partes de un abanico

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