29/03/2024

Anécdotas históricas

INAGURACIONES DE MIERDA
En 1852, Melchor Ordóñez, ministro de la Gobernación español, deseoso de celebrar a bombo y platillo el cumpleaños de la reina, Isabel II, decidió que había llegado el momento de inaugurar el Hospital de Nuestra Señora del Carmen. El hospital no era más que un proyecto sobre el papel y no se había comenzado a construir. El ministro escogió el local de un asilo para niños que estaba en funcionamiento, sacó de allí a los niños, hizo limpiar y fregar todo, colocó camas, mesas, sillas, plantas… y, como toque final, ordenó que se personaran allí varias hermanas de la Caridad.

Con todo el decorado, literalmente hablando, finalizado, la reina acudió al lugar y, por lo que cuentan, quedó muy complacida de la visita y el político aquel se colgó una medalla. Nos recuerda a la famosa Oficina anti corrupción contra el fraude inaugurada por Mariano Rajoy en 2015 a punto de acabar la legislatura, con dos ordenadores y dos secretarias, en un pasillo del Ministerio de Justicia con dos secretarias del ministerio, que una vez inaugurada fue desmontada y no tiene funcionamiento.

Mina de sal donde se encontraron los sacos con las obras de arte robadas por los nazis

EL TESORO QUE ROBARON LOS NAZI
La imagen corresponde al descubrimiento del mayor tesoro nazi por parte de las tropas aliadas, que se produjo en una mina de potasio cercana al poblado de Merkers, al sudoeste de Berlín. Este tesoro se hallaba a ochocientos metros de profundidad, perfectamente camuflado para no ser encontrado jamás. La mina, conocida como Kaiseroda, tiene cincuenta kilómetros de túneles con cinco entradas, y fue descubierta en 1945, cuando soldados norteamericanos que controlaban el poblado de Merkers oyeron hablar del lugar secreto y de lo que guardaba.

Dos días después, dos oficiales del Ejército acudieron al lugar y, mediante un ascensor de setecientos metros de recorrido, llegaron hasta el corazón de la mina. Allí se toparon con el tesoro más grande de la historia hasta el momento: repartidos por los túneles, cuevas y recovecos, hallaron, entre otras cosas:

  • Mil millones de marcos guardados en quinientas cincuenta bolsas (en la imagen).
  • Ocho mil quinientos veintisiete lingotes de oro, monedas de oro francesas, suizas y estadounidenses.
    Maletas con diamantes.
  • Perlas y piedras preciosas robadas a las víctimas de los campos de concentración, incluyendo algunos sacos de coronas dentales de oro, etc.

Este enorme tesoro suponía, según los cálculos, más del 90% de las reservas del régimen caído, y había sido escondido por orden del doctor Fung, entonces presidente del Reichsbank. Se calcula que su traslado en tren requirió al menos trece vagones. Además del dinero y el oro, el lugar resultó ser uno de los más grandes depósitos de obras de arte confiscadas por los nazis, incluyendo pinturas de quince museos alemanes e importantes libros. Los bienes y obras de arte rescatados fueron cuidadosamente transportados en más de diez camiones a la sede del Reichsbank en Fráncfort, para su posterior clasificación y restitución.

Esta historia quedo reflejada en la película The Monuments Mens del año 2014 con George Clooney, Matt Damon, Bill Murray, John Goodman, Cate Blanchett entre otros.

OBJETOS ROBADOS
Entre 1940 y 1944 los nazis robaron cientos de miles de obras de arte durante la ocupación de Europa. Se ha podido documentar que en esos cuatro años, sólo de Francia salieron con destino a Alemania por lo menos veintinueve convoyes cargados con doscientas tres colecciones privadas, en las que además de cien mil obras de arte (muchas de ellas piezas maestras) había quinientos mil muebles y un millón de libros. El saqueo y expolio sistemático de obras de arte tenía como principal objetivo saciar la ególatra personalidad de Hitler con la construcción de un museo(Führer Museum) en su ciudad natal, la austriaca Linz, que guardaría tesoros sacados del Louvre, los Uffizi, los museos polacos y otros.

arte robado por los nazis siendo exhibido

Pero del saqueo no sólo se aprovecharon Hitler y sus mariscales, sino también un amplio círculo de personas relacionadas con el mundo del arte que se enriquecerían con el tráfico posterior de las obras de arte robadas por los nazis, de forma que muchas de ellas fueron a parar a colecciones privadas y a pinacotecas de todo el mundo, dispersándose y, en no pocos casos, desapareciendo de la circulación. Buena parte de la pintura moderna (Picasso, Braque, Kandinsky, Munch, Léger, etc.) era despreciada por los nazis; por ello, obras robadas de estos artistas se canjeaban por otras de pintores clásicos: por ejemplo, diez Picassos valían un Van Dyck. Esto permitió que algunos marchantes se hicieran con obras de artistas modernos a un precio ridículo. Algunas de las obras robadas pudieron ser recuperadas al final de la guerra, pero muchas aún no han sido devueltas a sus legítimos dueños.

UN EXORCISMO EXTREMO
Anneliese se llamaba una joven católica alemana que falleció en 1976 tras ser sometida a un exorcismo. Diez años antes, cuando tenía dieciséis, empezó a padecer ataques, que fueron diagnosticados como epilepsia. Poco después aseguró que oía voces y que tenía visiones, lo que le llevó a pensar que estaba poseída. Ante el escaso éxito de los tratamientos, los padres solicitaron a varios sacerdotes que la exorcizaran. En 1975, cuando Anneliese empezó a agredir a su familia y a comer insectos y carbón, el obispo de Wurzburgo autorizó que los sacerdotes Arnold Renz y Ernst Alt sometieran a la ceremonia de «Gran Exorcismo» a Anneliese, que se creía poseída por Lucifer, Caín, Judas, Nerón e, incluso, el espíritu de Hitler. El exorcismo se prolongó durante un año, hasta que la muchacha falleció desnutrida. Los eclesiásticos fueron condenados a permanecer seis meses en prisión. Os dejo una muestra de las grabaciones de la voz de la muchacha y los personajes que eran.

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