por El fotógrafo Marcos Alberti consideró que retratar a la gente después de haber tomado una, dos y hasta tres copas de vino podía ser una buena idea. No se equivocó. Pues bien, resulta que un compañero de profesión suyo llamado Patrick Struys ha querido plasmar ahora las reacciones de las personas en otra situación controvertida. Concretamente, mientras veían porno.
Este artista nacido en Trinidad y Tobago y residente en Nueva York ha captado las divertidas expresiones de distintos sujetos durante los cinco minutos y medio en los que se reproducía una escena erótica ante sus ojos. El experimento se alargó varios meses y se llevó a cabo en una sala cerrada, en la que una cámara que les fotografiaba a través de una mirilla. Eso sí, todos ellos sabían que iban a ser retratados, ya que era parte del concepto.
La obra, bautizada como «Porn Portraits» (Retratos de la pornografía), recoge todo tipo de gestos y muecas, tanto de asombro y vergüenza como de complicidad e incluso indiferencia.
